30 nov 2011
Somos o no somos periodistas?
Sin opinar sobre el tema central de este intercambio entre Elsa y Vargas voy a contribuir con lo que yo sé referente a las prácticas de El Nuevo Herald en cuanto a la exigencia o no exigencia de un certificado o diploma. Eso que se llama "El Nuevo Herald" no ha sido una entidad invariable a través del tiempo ni se han hecho las cosas siempre de la misma forma, sino que ha dependido de quién esté manejando la empresa o quien dirija el periódico. Primero fue Knight-Ridder, que hacía las cosas de una forma, y luego vino McClatchy que las hace de otra. Ambas empresas tuvieron un departamento de personal, que es el que normalmente impone los requisitos que deben llenar las personas que van a emplear. Despúes que a Carlos lo fueron a sacar de Puerto Rico para que remozara ENH, y le ofrecieran una compensación sustanciosa para que fuera a Miami, y que Carlos aceptara, el departamento de personal le exigió que les enviase un resumé. A Alberto Ibargüen, el publisher, que fue quien estuvo mucho tiempo convenciéndolo, se le caía la cara de vergüenza, y le pidió mil excusas a Carlos. Luego Carlos se convirtió no sólo en "editor" (director) sino también en "publisher" (editor en español), ocupando la posición que ocupaba Ibargüen en El Nuevo Herald, para que Ibargüen se dedicara sólo a ser publisher de The Miami Herald. Ahí fue cuando cambiaron las cosas en ENH y todo había que hacerlo según Carlos decía. Por lo tanto dudo mucho que en época de Carlos le exigieran certificado a Oscar, así que debe de haber sido antes de que Carlos llegase al periódico en el 99 porque Carlos NO exigía diplomas a nadie. A Tamargo fue Carlos quien lo invitó a escribir una columna en ENH acabaditos nosotros de llegar a Miami, durante un almuerzo al que yo asistí. Carlos conocía bien la clase de periodista que era Tamargo. Ambos eran amigos de toda la vida desde Cuba, donde Tamargo era el director del noticiario del Canal 12 de TV a color y jefe de Carlos, quien escribía y leía las noticias (anunció la salida de Batista), fueron compañeros de Bohemia de Cuba, de Bohemia Libre en New York, etc. etc. etc., obviamente Carlos no le iba a pedir ningún tipo de credenciales a Agustín, además de que ese no era su estilo. Luego cuando Carlos se retira, y muere, ya Tamargo está dentro del periódico. (Sería bueno que Oscar aclarase quién dirigía el periódico cuando le pidieron el certificado.) En los dos periódicos que Carlos dirigió en su vida, era él y únicamente él quien decidía quien trabajaba en la redacción....él no permitía que ningún departamento de personal le impusiese a nadie o le rechazase a nadie de la redacción. Esa era su gente y él la escogía de acuerdo a su propio criterio. En los otros departamentos, él no se metía en cuanto a quien contrataban.
Carlos creía en la educación --por algo tenemos una beca de periodismo a nivel graduado en su nombre--pero no creía en los títulos. Educación y títulos, para él eran dos cosas diferentes. Creía en lo que la persona había aprendido para obtener el título, no en el título que le mostrase. Por eso, cuando alguien venía a pedirle trabajo el apenas miraba el resumé y los diplomas, y le decía al candidato: "Siéntese ahí y escríbame un nota con esta información" y le ponía un montón de cables que habían acabado de llegar. "Si cree que le falta algo siéntase en libertad de hacer llamadas o investigar en la biblioteca o el archivo." Y ahí se quedaba el candidato boquiabierto delante de la máquina de escribir o la computadora, dependiendo de la época. O le entregaba los reportajes escritos por varios periodistas que iban en, digamos, la página 18 y le entregaba el "dummy" (una página donde iban marcados los espacios donde irían los anuncios) y le decía al candidato, "diagrame la página utilizando este material, titule las informaciones y escoja las fotos o ilustraciones que van con las noticias." Si el candidato entendía lo que le estaban diciendo y lo hacía, y de acuerdo con la calidad de su trabajo el candidato quedaría contratado o de patitas en la calle. Tenía que demostrar no sólo lo que había estudiado (eso lo dice el diploma) sino que tenía que demostrar lo que había aprendido (eso lo dice la calidad de su trabajo). Según CMC, no hay departamento de personal que pueda determinarlo, sólo un director con conocimiento y experiencia puede hacerlo.
En el caso específico de ENH las cosas sucedieron a la inversa. Cuando Carlos asumió la dirección ya estaba formada y funcionando la redacción, y se encontró con una serie de "prima donnas" y de "elegantes intelectuales" que se pavoneaban por la redacción exhibiendo su intelectualidad y produciendo muy poco mientras los buenos periodistas cargaban con todo el trabajo. Esas "finas plumas", duraron allí lo que un merengue en la puerta de un colegio. ACLARO QUE ESTO NO ES LO NORMAL EN UN PERIÓDICO ACTUAL, NO ES POR ESTA REGLA, PROPIA DE CMC. QUE SE RIGEN LOS PERIÓDICOS HOY EN DÍA. ASÍ ERA CMC Y COMO ÉL NO HA NACIDO OTRO.
Perdonen que siempre me voy por la tangente hablando de Carlos. Vuelvo al propósito de escribir este mensaje: aclarar que las prácticas de contratación de El Nuevo Herald han variado según quien era o es el dueño, el publisher y el director. Lo demás son mis anécdotas que no tienen más remedio que aguantar como castigo por haberme traído de nuevo a la UCP.
Lillian
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