Somos o no somos periodistas

Por Lillian Castaneda

Me he puesto a pensar sobre los términos a utilizar para nombrar a las personas que les gusta escribir y envían sus colaboraciones a los periódicos sin ser parte de la nómina, pues he visto que hay cierta preocupación por el tema. Yo diría que los miembros de la UCP, en su mayoría son "periodistas ciudadanos," aunque es posible que haya algún "periodista profesional": los dos términos que voy a intentar definir aquí.

Últimamente ha surgido el término "periodismo ciudadano" para designar el trabajo de las personas que escriben en los periódicos sin ser periodistas profesionales y lo hacen por el amor a expresarse y a escribir.

"Periodistas profesionales" son los que se ganan la vida buscando y escribiendo la noticia, son los que deciden la importancia de cada noticia para concederle el lugar adecuado en el periódico, son los que escogen las fotografías o las ilustraciones que acompañan la noticia, son los que diagraman las páginas, son los que escriben los titulares,son los redactores de mesa que compilan la información que viene de las agencias de noticia y utilizan esa información para redactar un artículo, en fin, son los hombres y mujeres de la redacción que han estudiado y aprendido la técnica periodística y "arman" el periódico todos los días, y son los hombres y mujeres que viven pendientes del teléfono, duermen "con un ojo abierto", listos para ir a cubrir la noticia, no importa cuándo y dónde surja, son los hombres y mujeres que se ganan el pan de cada día con su trabajo en el periódico.

Periodismo ciudadano y periodismo profesional son dos formas distintas de hacer periodismo, dos modalidades diferentes que se complementan y ambas tienen su razon de ser. El "periodista ciudadano" tiene el "oído más pegado a la tierra" y puede aportar una visión diferente de la realidad cotidiana que el periodista profesional, ocupándose de asuntos que el periodista profesional no ve (el caso de Jorge y los canales y los viejitos). Periodista ciudadano también es el que cuenta con con el tiempo y la vocación para investigar temas sobre los que el periodista profesional no escribe porque debe concentrarse en reportar "hot news" y porque vive bajo la presión de la hora de cierre. Así, el periodista ciudadano complementa la labor del periodista profesional con trabajos investigativos de calidad (el caso de María Teresa) o el periodismo de opinión, que practican la mayor parte de los miembros de la UCP.

Estas definiciones no son de manera alguna, estrictas ni exactas, pues en una persona pueden conjugarse ambas variedades de periodistas en distintos momentos o circunstancias, o puede tratarse de un "freelancer" que envía colaboraciones al periódico o el periódico le asigna reportajes especiales por los que les paga una cantidad ajustada con anterioridad. Estos últimos, también estarían considerados como periodistas profesionales.

Se mencionó la palabra "escribidor", y se consideró despectiva. Yo no lo veo así. Escribidor es todo el que escribe. Ese término lo utilizó Vargas Llosa para describirse a si mismo en su novela autobiográfica "La tía Julia y el escribidor", de manera que si el premio Nóbel de literatura se considera un escribidor, no creo que nadie deba ofenderse porque se le llame escribidor. Es cuestión de preferencia, como lo sería llamarse médico o galeno, dentista o estomatólogo.

Yo no me considero periodista ni de una clase ni de la otra. Pero vivi 45 años junto a un periodista profesional, y sé exactamente de qué se trata y lo que exige serlo.

Espero haber contribuido en algo a esclarecer los términos. Como dice Elsa, que cada uno de los miembros de la UCP comparta lo que sabe con los demás. Eso he tratado de hacer hoy.

Saludos,

Lillian

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