Por Orestes Rodriguez
Cuando por primera vez puse el estestocopio sobre tu pecho, pude escuchar los latidos de tu noble corazón y me dije: "Orestes, este gallo es jerezano, por su estirpe y por su coraje". Y no erré en el golpe! Tu reacción a los viajes a la Isla es de esa naturaleza sentimental. Los viajes a Cuba nos tienen divididos en cuanto a criterios. Solo me asalta el recuerdo de cuando Castro en la tribuna pública, sentenció: "Esos gusanos aqui no volverán jamás y estamos estudiando la forma de privarlos de la ciudadanía cubana. Esos vendepatrias jamás pondran sus traidores pies aqui". Esto fue a raiz de Camarioca.
La apertura con la Comunidad Cubana miamense y de otros lares, fue por conveniencia del sistema y no de la "bondad" del régimen. Han practicado y seguido al pie de la letra el consejo de Lenin: "Dos pasos hacia adelante y uno para atrás". De lo que se sigue es que si los Castro -por arte de magia- lograran situarse al nivel económico que les permita desprenderse de las remesas de los cubanos, vuelven a decir lo que Becquer: "Volverán las oscuras golondrinas..." y el ajetreo de los viajes pasará a la historia nuevamente.
De ello se colige, sin mucho esfuerzo mental, que visitar la Isla (y no todos porque hay un enjambre de exclusiones) es para quienes el gobierno conoce que se comportarán como ovejas y si se salen del libreto ahi están las "confortables" habitaciones de Villa Marista para hacerles bajar de peso.
Que la linea llamada dura no ha resuelto ningún problema ni ha traido la democracia a Cuba? Cierto, pero tampoco se ha prestado a coadyuvar con el sostenimiento de los Castro, porque de lo que se trata es de resolverle el problema a los 11 millones de habitantes y no a un segmento de la población que tiene el respaldo de nosotros aqui.
La ley de neutralidad que tu refieres, es más vieja que andar a pie y sino recuérdese Fernandina, cuando a Marti le confiscaron varios navios cargados de armas con destino a Cuba, cabe indicar, como dirias tu.
Un cálido abrazo y te pido disculpas anticipadas por esta intromisión replicante de tu comentario publicado hoy en el NH.
Orestes
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