5/25/2012
JORGE J. GASTON: Cámaras y semáforos
JORGE J. GASTON: Cámaras y semáforos
JORGE J.GASTÓN
Un informe reciente decía que en ciudades con tráfico intenso como la nuestra, estamos parados frente a un semáforo en luz roja ¡un equivalente a seis meses de nuestras vidas!
Ahora la cuestión de las cámaras instaladas en los semáforos en algunas intersecciones está causando polémica. El tema tiene sus aristas. Unos dicen que es bueno pues castiga al chofer irresponsable y otros que es una verdadera calamidad y que lo único que persigue es sacarle más dinero al pueblo y alterarle el sistema nervioso a los choferes.
Antes de tocar el tema es bueno aclarar que existen 35 ciudades independientes en nuestro condado. La única que está bajo la jurisdicción o sombrilla del mismo es la ciudad de Miami y las áreas no incorporadas, como Westchester, Fountainebleau y otras.
En cuanto a las cámaras las ciudades tienen la potestad de instalarlas o no.
En estos momentos, según hemos verificado, todas las ciudades ya las tienen instaladas. Aunque solo en intersecciones seleccionadas.
Algo que sí creo que se ha logrado es afectar el estado anímico de muchos choferes, así como la economía de miles de personas de bajos ingresos.
Además, pueden darse infinidad de situaciones que traigan más problemas que beneficios, como por ejemplo: estamos con nuestro automóvil en una intersección y queremos doblar a la izquierda. Comenzamos el giro y sale la amarilla, esta se termina y a continuación la roja, que nos agarra en el mismo medio o un poco después, pero lo suficiente como para que la cámara funcione y nos llegue una multa por llevarnos una roja, con su correspondiente multa en dinero.
Otra situación: llegamos a la intersección y queremos doblar a la derecha con la luz roja. Queremos hacer las cosas como se deben hacer y paramos en seco en la raya. En ese momento sentimos tremendo impacto en la parte trasera de nuestro auto. Es evidente que el vehículo que venía detrás no guardaba la distancia correcta del nuestro, lo cual es lo usual.
Otra cuestión grave: actualmente las multas por infracciones las impone un policía de tráfico, un ser humano. Con la cámara todo se limita a un artefacto electrónico que supuestamente hará la labor del ser humano. ¿Podrá ese artefacto ser tan efectivo y justo como el juicio del policía?
Existen casos en que los choferes se niegan a aceptar el castigo impuesto y deciden llevarlo a corte. Se exhiben los videos y dan su versión del hecho. Si por alguna razón no logran convencer al juez, tienen que pagar además de la multa, los costos por el juicio más todo el tiempo invertido, en parqueo, gasto de gasolina, etc.
Por todo eso y mucho más no hay dudas que las cámaras crean, inevitablemente, un estado emotivo y de nerviosismo en muchos choferes, que podrán afectarlos en su estado mental y aumentar la posibilidad de tener accidentes, aparte del daño económico. Sería prudente escuchar opiniones de especialistas médicos que nos señalen hasta qué punto el aspecto físico de esta cuestión pudiera afectar la seguridad de los choferes.
Quiero terminar este estudio aludiendo a las otras cuestiones que comprende el Plan de Transporte, que tienen sin lugar a dudas su justificación, pero para el hombre o mujer de a pie es preferible, también sin lugar a dudas, dejar el auto en la casa y poder ir al trabajo en guagua, ómnibus o bus –como quieran llamarlo– y, por qué no, hasta a la playa los domingos. ¿Llegará el día?
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