12 jul 2012

El matrimonio gay se complica







Hubo muchas razones por las que se luchó mucho para que se aprobara el matrimonio gay, entre ellas, los problemas legales como testamentos, herencias, contratos, seguros, adopción de niños y otros problemas. En Estados Unidos, las parejas del mismo sexo pueden casarse en siete diferentes estados y otros diez estados permiten las uniones civiles. Sin embargo, yo creo que podemos decir que  “fue peor el remedio que la enfermedad”, porque ahora han surgido otros problemas.  

Por ejemplo, Jessica Port se casó con Anne Cowan.  Vivian en Washington, se casaron en San Francisco en el 2008, ya que California permite el matrimonio entre personas gay.  Pero, el matrimonio se acabó y algunos estados no dan divorcios a estos matrimonios fuera del estado donde residen. En el 2010, un juez del estado de Maryland declaró que el estado constitucional no reconocía el divorcio y rechazo la presentación del caso. Pero ¿que sucedería si una persona tiene un hijo mientras está casada?  Por ley, su pareja es uno de los padres del niño. Y si uno de los dos desea contraer matrimonio con otra persona, se consideraría bigamia. Jessica compró una nueva propiedad después de la ruptura y estaba preocupada por sus bienes y seguro de vida. Es como mantenerse atado emocional y económicamente toda la vida. En mayo los jueces decidieron que las parejas del mismo sexo pueden pedir un divorcio ahí, aunque el matrimonio no sea legal en ese estado.  Port y Cowan siguen esperando su divorcio, porque los tribunales de Maryland tienen que revertir la decisión de no disolver su matrimonio.
Me pregunto, ¿cómo se solucionarán estos problemas tan complejos?  ¿Será por eso que hay un alto número de parejas gay a nivel nacional que se han casado sin terminar sus matrimonios anteriores? Además, muchos paquetes de jubilación  no pueden ser divididos tan fácilmente en un divorcio, creando problemas financieros que no existen en parejas heterosexuales. En estos matrimonios, la custodia de los hijos trae también dificultades con más frecuencia que en los heterosexuales, ya que un hijo puede estar biológicamente relacionado con un padre, pero no con el otro, aunque ambos lo hayan criado juntos desde que nació. Esto tiene complejidades legales en un divorcio, porque se trata de una dinámica de poder y los estados varían muchísimo en los derechos que otorgan a los padres no biológicos.

Elsa I. Pardo
Miami

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