17 ago 2012

El expansionismo histórico de Costa Rica: Origen de las disputas con Nicaragua

Por Alberto Esquivel 
                                                  *Historiador                          
Cortesía de Lester Aviles

Considerando el concepto ofrecido por el geógrafo alemán Ritter y observando la evolución del interés costarricense por posesionarse del Río San Juan y acercar sus fronteras al lago de Nicaragua, diríamos que ese país siempre ha tenido como propósitos estratégicos esas aspiraciones. Las complejas relaciones entre Nicaragua y Costa Rica han tenido como escenario de disputa los espacios fronterizos, dada la inferencia del vecino país del sur, quien en diferentes momentos ha pretendido ajustes convenientes a las definiciones jurídicas establecidas en torno a las fronteras.
El objetivo fundamental de Costa Rica es el Río San Juan y el lago de Nicaragua, sobre los cuales desde 1821 ha expresado sus pretensiones expansionistas, evidenciado en 1822,cuando Joaquín Mora, comisionado diplomático de Costa Rica en Nicaragua pidió permiso para usar el Río San Juan, el lago y el río Sarapiquí para comerciar con Granada.
Una vez que se acercan al río y el lago evidenciansus verdaderas intenciones, las que incorporan en su primera constitución aprobada el 21 de enero de 1825. En 1841 el presidente Braulio Carrillo aprueba la ley de Bases y Garantías: definiendo como limites “Por el Oeste el río La Flor continuando en línea por el litoral del Lago de Nicaragua y el Río San Juan hasta el desagüe de éste en el Atlántico”. No logran imponerse sobre Nicaragua y buscan acercamiento a través de la firma del Tratado de Masaya en 1846, aceptando la regulación de la navegación por el río San Juan y pago de impuesto.
Diez meses después, el 10 de septiembrede 1847, los ingleses se apoderan de San Juan del Norte y los costarricenses se alían militarmente con los invasores para ejercer control del Río San Juan y el Lago de Nicaragua. Tras la apertura de la ruta de tránsito en 1849 se agudiza el interés por el proyecto del canal interoceánico. Costa Rica conspira con Colombia para posesionarse del río, hecho revelado en publicación de 1898 del diario estadounidense The New York Times, en el articulo de prensa titulado “Colombia conspira con países de Centroamérica para apoderarse del ruta de transito”.
El 27 de noviembre de 1849, Costa Rica suscribe con Nicaragua el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, acordando que “cualquier diferencia pendiente entre ambos gobiernos se arreglaría amigablemente”.Sin embargo, en 1856 después de la Guerra Nacional, con apoyo británico, ocupa militarmente San Juan del Nicaragua, El Castillo y San Carlos, a partir de lo cual presiona la firma el 15 de abril de 1858 del Tratado Jerez – Cañas, logrando que Nicaragua ceda el territorio de Guanacaste y acepte como los limites fronterizos la ribera derecha del Río San Juan, a tan solo 3 millas del Lago de Nicaragua, preservando derecho de navegación en el río, lo cual constituyó la culminación de la primera etapa de los intereses estratégicos costarricenses.
La revisión del tratado Jerez – Cañas ante el presidente Cleveland de EE.UU. en 1888, significó el iniciode la segunda etapa, en la cual se pretendió lograr mediante reinterpretación del tratado, forjar derechos de soberanía sobre el Río San Juan y el Lago de Nicaragua, mediante la navegación de militares armados. Cleveland ratificóla soberanía de Nicaragua y les cedió a los costarricenses la navegación con “Objetos de Comercio“.
Ese mismo escenario se repite 110 años después, cuando intentan navegación con policías armados el 15 de julio de 1998, acudiendo el 29 de septiembre de 2005 ante la CIJ para demandar a Nicaragua por supuesta violación de derechos de libre navegación. La CIJ falla el 13 de julio de 2009, ratificando dominio y sumo imperio sobre el Río San Juan a Nicaragua. En esa ocasión, la ahora presidente de Costa Rica, Laura Chinchilla, en declaraciones brindadas al diario La República, habría manifestado; “la inhabilitación de los policías costarricenses para navegar armados en el río, no viene a cambiar nada; ya que ha sido un derecho que nunca ha tenido Costa Rica”.
En 2009 se cierra la segunda etapa de pretensiones costarricenses, dando por culminada la pretensión de intereses de soberanía sobre el Río San Juan y abren la tercera etapa consistente en desarrollo de una estrategia de intereses económicos, para lo cual dispone un plan de inversión sostenida en la zona fronteriza y desarrollar medidas para impedir que Nicaragua avance proyectos que limitarían los alcances previstos en su estrategia. En ese sentido cuestionan planes de dragado del Río San Juan, impulso de proyecto de hidroeléctrica Brito, o la canalización del río, incluso proyectos turísticos como la ruta del agua,
La malicia costarricense para impulsar una tercera etapa y alcanzar sus objetivos históricos, inicia con la capitalizaciónde la realidad perniciosa con la que debemos coexistir en las zonas fronterizas, convirtiéndola en fundamento de sus planes que estructura en dos líneas de acción; siendo una de éstas una estrategia abiertamediante la cual han hecho uso de los medios diplomáticos, jurídicos, económicos y políticos para afianzar sus objetivos, en cuyo orden podemos enunciar suscripción de Tratado Jerez – Cañas en 1858, demanda ante la CIJ en 2005 y en 2010, celebración de 8 reuniones binacionales con Nicaragua e impulso de programas de desarrollo transfronterizos de gobiernos locales.
Pero además ha desarrollado lo que definiremos comoestrategia silenciosa, mediante la cual impulsael aseguramiento de sus objetivos, incidiendopara conectar el Lago de Nicaragua a la zona fronteriza mediante creación de asociaciones municipales fronterizos hasta la ciudad de Granada; propiciar pretensiones separatistas en 1994 con la llamada República Independiente de Airrecú en Jomusa;las intenciones anexionistas del municipio de Cárdenas, Rivas; la negativa a la densificación de los mojones fronterizos;reforma a la Ley de Régimen de Administración Fronterizo, para facilitar la adquisición de propiedades inajenables por parte de inversionistas, pasando la franja la extensión de 2 mil a 200 metros; aprueban ley para incentivar el desarrollo en los municipios fronterizos; La Cruz, Upala, Guatuso, Los Chiles, San Carlos; y formulan proyecto Huetar Norte, en el cual se proyecta la construcción de la carretera paralela al Río San Juan. También fortalecen alianza con Colombia para delimitación de sus aguas territoriales en el Caribe y Pacífico.
El interés histórico de Costa Rica en los 311,6 kilómetros de frontera con Nicaragua, mantiene abierto espacios de disputas, acumulando dos causas en la CIJ presentadas en el 2010 y 2011. Es evidente que en la medida que Costa Rica agote sus argumentos maliciosos se vendrá exponiendo a mostrar su verdadera pretensión sobre espacios vitales estratégicos de Nicaragua. Por ello un proceso de dialogo franco permitirá forjar soluciones reales para “Concebir y ejecutar una estrategia de desarrollo conjunto que no distorsione el régimen jurídico de las fronteras”.

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