Publicado el lunes, 08.20.12
Ustedes que tanto alaban a Reagan están tan lejos de una de sus principales ideas. El aprobó una amnistía en 1986. Reagan solía decir que los hispanos, en realidad, eran republicanos pero que no lo sabían. Hay algo de cierto en eso.
JORGE RAMOS AVALOS: Carta abierta a los republicanos
El candidato presidencial republicano Mitt Romney saluda a sus partidarios en el Saint Anselm College, en Manchester, New Hampshire, el lunes.
JORGE RAMOS
Queridos republicanos: Van a perder el voto hispano en las próximas elecciones presidenciales. El presidente Barack Obama recibirá millones de votos latinos más que su candidato Mitt Romney. Pero eso no es lo peor. Les escribo para decirles que, a menos que cambien varias de sus posiciones antiinmigrantes, podrían estar condenados a perder la Casa Blanca por muchas décadas.
La última encuesta de Latino Decisions le da al presidente Obama el 70 por ciento de la intención de voto entre los hispanos y a Romney solo el 22 por ciento. Otras encuestas son muy similares. Y he aquí el problema: desde Ronald Reagan, cualquier candidato republicano que obtenga menos de un tercio del voto latino (33%) pierde la elección. ¿Será distinto este año?
¿Qué les pasó? El expresidente George W. Bush dejó una terrible crisis económica e inició una guerra innecesaria en Irak. Pero entendía la importancia electoral de los latinos. Por eso ganó el 44 por ciento del voto hispano en el 2004.
Bush logró el porcentaje más alto jamás recibido por un candidato republicano a la presidencia debido a su apoyo a una reforma migratoria. Cuando Bush insistió en el tema al final de su mandato, fueron republicanos en el Congreso los que en su mayoría votaron en contra y la reforma migratoria murió. Eso no lo olvidan los hispanos.
Mitt Romney será el primer candidato presidencial republicano de la era moderna que se opone a una legalización de indocumentados. Eso no da votos hispanos. Además, es muy cruel su idea de hacerle la vida imposible a los indocumentados para que se autodeporten. Estados Unidos no debe ser como Arizona.
Los latinos no olvidan que fueron ustedes los republicanos los que aprobaron la ley antiinmigrante SB-1070 en Arizona. Otras leyes similares en Alabama y Georgia, entre otros estados, también fueron aprobadas por ustedes. Parecerse al sheriff Joe Arpaio, acusado de racismo y discriminación por el gobierno federal, no les hace mucho bien. Eso los hace ver como enemigos de los hispanos.
Entiendo su preocupación por una frontera segura y un sistema migratorio que funcione, pero esos argumentos suenan como una excusa cuando ustedes se niegan a apoyar el Dream Act, que legalizaría a estudiantes indocumentados. Estos jóvenes –más de dos millones– ya están aquí, estudiaron en escuelas norteamericanas, no tienen la culpa de que los hayan traído a este país y ustedes no los quieren ayudar. Eso va en contra de la tradición norteamericana de abrirle los brazos a los extranjeros más vulnerables y necesitados.
Desde luego que hay otros temas que preocupan a los hispanos. Las encuestas nos dicen que le economía, trabajos, educación y acceso al sistema de salud son asuntos más importantes que el de los indocumentados. Pero el tema migratorio es simbólico y define quien está contra nosotros y quien está a favor. Ustedes, en muchos estados, han decidido estar en contra.
Temo decirles que han desaprovechado una oportunidad histórica para capturar millones de votos latinos. Pudieron haber capitalizado el enorme error del presidente Obama al no cumplir su promesa electoral de presentar una reforma migratoria en el Congreso durante su primer año de gobierno. Pero no lo hicieron.
Ustedes que tanto alaban a Reagan están tan lejos de una de sus principales ideas. El aprobó una amnistía en 1986. Reagan solía decir que los hispanos, en realidad, eran republicanos pero que no lo sabían. Hay algo de cierto en eso.
Sus preceptos morales son muy parecidos a los de los hispanos. Sospechan, como los latinoamericanos, de los grandes gobiernos. Se oponen mayoritariamente al aborto. Y tienen una gran confianza en la familia, Dios y el poder transformador de los individuos. Bueno, han desperdiciado todas esas similitudes y, en cambio, se han presentado en los últimos años como enemigos de los inmigrantes y, por lo tanto, también de muchos hispanos.
Paul Ryan, su candidato a la vicepresidencia, tampoco tiene mucho que aportar para ganar el voto hispano. Se opone a una legalización masiva, votó en contra del Dream Act y su posición sobre el embargo contra Cuba ha cambiado tanto que corre el riesgo, incluso, de perder una parte del voto cubanoamericano. Al escoger a Ryan parece que ustedes se han resignado a perder el voto latino. Qué lástima.
En Estados Unidos necesitamos un fuerte debate para resolver el problema de 11 millones de indocumentados, el alto desempleo entre los hispanos (11%) y los gravísimos casos de deserción escolar entre nuestros estudiantes. Los necesitamos a ustedes en ese debate. Pero, por el momento, parece que solo están abogando por las posiciones más extremas.
Estoy seguro que no les va a gustar estar carta –como tampoco les gustará a los demócratas la que escribiré para ellos la próxima semana. Pero antes de su convención en Tampa, había que poner las cosas en claro.
Sí, van a perder el voto latino en este 2012. Y han hecho todo para merecerse ese resultado. Pero su dilema está en qué hacer ahora para no perder el apoyo de los hispanos por generaciones.
Twitter: @jorgeramosnews
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