Esta mi colaboración del martes en el semanario LIBRE de Miami
ahora reproducido por LIBREonline
es en calidad de un sincero homenaje a mi amiga Elsa I Pardo.
Maria Teresa
El Istmo de Panamá | ||||
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Es una delgada lengüeta de tierra que une las dos Américas con sus 250 km. de largo y 70 de ancho, y que se atraviesa por un importante interoceánico canal con una longitud total de 81 Km. cuya duración de travesía es de aproximadamente ocho placenteras horas. Ideado e iniciado el canal por un francés en 1881 pero terminado por los norteamericanos en 1914. Esta vía de comunicación que une los dos grandes océanos es muy importante para la prosperidad económica de Panamá.
En 1590 Jose de Acosta escribió un informe haciendo notar la dificultad de unir los dos océanos como habían expresado algunos navegantes y exploradores españoles. Decía de Acosta: “…algunas personas han hablado de excavar este terreno de seis leguas y unir un mar con el otro… eso sería inundar la tierra porque un mar está más bajo que el otro…”
Un estudio realizado por Douglas Jones, Michael Kirby y Bruce MacFadden, expertos del Museo de Historia Natural de Florida aseguran que el Istmo de Panamá probablemente fue formado por la colisión de una península de América Central con el continente sudamericano, esto a causas del movimiento de placas tectónicas durante millones de año. El estudio se ha realizado con métodos geológicos, químicos y biológicos que les ha permitido datar las rocas y fósiles encontrados en los costados del Corte de Culebra del Canal de Panamá.
Antes de construirse esta gran obra de la ingeniería moderna la navegación tenía que usar el paso natural creado por la Naturaleza: del Océano Pacífico al Estrecho de Magallanes en el extremo sur del Nuevo Continente –Chile y Argentina- y entrar navegando rumbo Norte al Océano Atlántico.
El Dr. William Crawford Gorgas, -Cirujano General de la Armada de Estados Unidos- fue en una oportunidad enviado a sanear el Istmo de Panamá a fin de hacer posible la completa construcción del canal. En algunos países de Europa se había prohibido la contratación de obreros de esas naciones para trabajar en el Istmo de Panamá. Se sabia que miles y miles de personas morían debido a la Malaria y al Cólera.
El Dr. Gorgas, -especializado en enfermedades tropicales, como primer medida aplicó en esa oportunidad los mismos principios indicados por el Dr. Carlos J. Finlay, sabio cubano que había sido el que demostró que el mosquito Aedes Aegypti era el causante de la Fiebre Amarilla y el mosquito Anopheles el de la Malaria, conocimientos que el Dt. Gorgas había adquirido cuando terminada la guerra entre España, Cuba y Estados Unidos fue nombrado Oficial Jefe Sanitario en la ciudad de La Habana.
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España lo descubrió. Francia puso las bases. Colombia perdió el istmo,
Estados Unidos lo construyó, ...y la Republica de Panamá lo recibió.
-15 de agosto de 1914-
Se le concede al vapor ANCON el honor de ser reconocido como el primero de los viajes de tránsito a lo largo del Canal de Panamá, aunque oficialmente dicho el 7 de enero del mismo año 1914 fue la grúa flotante Alexander la Valle la primera que recorrió el Canal.
Hoy el Nuevo Mundo ha celebrado en este mes de agosto un aniversario más de aquel momento cuando el hombre al fin pudo forjar en realidad la atención del mundo contenida durante treinta y cinco años. El tránsito del primer buque a través del Canal de Panamá, marcando la resolución de un sueño tan antiguo como el recorrido del istmo americano de 79 kilómetros del conquistador español Vasco Núñez de Balboa en 1513 desde el Océano Atlántico, tardándole semanas en abrirse camino a través de la jungla panameña, y que le permitió descubrir el Océano Pacífico.
En 1534 Carlos I de España, tratando de evitar tener que navegar por el Cabo de Hornos, en el sur del Nuevo Con-tinente, propuso la construcción de un canal a través del istmo para evitar atravesarlo por un enorme carril, el Camino de las Cruces, o en trenes de mulas cargados de oro. Pero no fue hasta 1880 que el constructor del Canal de Suez, Fernando de Lesseps, de la Compañía Francesa del Canal inició la construcción en el istmo, trabajando en el proyecto durante más de 20 años pero sin poder hacerle frente a los problemas cada vez más difíciles que se presentaban: las zanjas realizadas se inundaban, la jungla era impenetrable, la Fiebre Amarilla y el Paludismo; la corrupción y las controversias; pérdida de millones y millones invertidos hasta ese momento.
En 1534 Carlos I de España, tratando de evitar tener que navegar por el Cabo de Hornos, en el sur del Nuevo Con-tinente, propuso la construcción de un canal a través del istmo para evitar atravesarlo por un enorme carril, el Camino de las Cruces, o en trenes de mulas cargados de oro. Pero no fue hasta 1880 que el constructor del Canal de Suez, Fernando de Lesseps, de la Compañía Francesa del Canal inició la construcción en el istmo, trabajando en el proyecto durante más de 20 años pero sin poder hacerle frente a los problemas cada vez más difíciles que se presentaban: las zanjas realizadas se inundaban, la jungla era impenetrable, la Fiebre Amarilla y el Paludismo; la corrupción y las controversias; pérdida de millones y millones invertidos hasta ese momento.
Desilusionados y en quiebra, en 1904, los franceses venden la compañía a EEUU cuando aún el territorio era parte de Colombia, país situado al sur de Panamá.
Negociaciones para abrir una vía marítima
Sin embargo, aun en 1905, no se había hallado solución a los problemas encontrados por los franceses; ni había un plan establecido para ampliar su natural división, ni se había proyectado como expandir el ancho de un caudal que permitiría el encuentro de los dos grandes océanos.
Debido a la especial geografía de Panamá,
hay lugares donde el sol se levanta por el Pacífico y se oculta por el Caribe...
…aunque parezca inverosímil el Este es el Oeste y el Oeste es el Este.
Así lo anunció a modo de ilustración el Capitán del crucero en el que viajábamos mi amiga Paquita y yo, diciendo en ese instante: “del Caribe al Pacífico viajamos al este”. Todos los pasajeros sentimos una verdadera confusión.
Y todo esto sucede porque el Istmo de Panamá tiene una forma de “S” de manera que la entrada al Canal -en el lado del Caribe- se encuentra a 23 millas al oeste de la entrada al Canal por el Pacífico.
Es decir: los barcos que atraviesan el Canal desde el Mar Caribe al Océano Pacífico realmente viajan en dirección sudeste, mientras que los que van del Pacífico hacia el Caribe viajan en dirección noroeste.
Repito: aquella explicación ocasionó una verdadera confusión entre los pasajeros del crucero, aunque al mismo tiempo sirvió de bromas cuando nos encontrábamos caminando en cubierta y nos hacíamos la consabida pregunta: ¿hacia donde vas? Y la persona respondia: ¡Ah, pues voy hacia el noroeste, bueno, voy hacia la cafetería donde quiera que se encuentre! ...y así, dentro de aquella confusión de “puntos cardinales” manteníamos el buen humor, en tanto el crucero adelantaba su navegación sobre las tranquilas aguas de La Presa de Gatun.
Datos Adicionales Históricos del Canal de Panamá
El Canal de Panamá funciona las 24 horas del día, 365 días al año.
El proyecto costó a los estadounidenses aproximadamente $375,000,000.00
En 1516 Núñez de Balboa cruzó el punto más angosto del istmo panameño y descubrió la distancia que separaba los océanos Atlántico y Pacífico. Enton-ces se comenzó a pensar en crear una vía acuática para cruzar ese estrecho y necesario.
Desde 1534 se había pensado hacer el canal a través de Panamá. Durante algunos desacuerdos surgidos en los años 1770s se pensó entonces en la alternativa de que quizás pudiera hacerse a través de Nicaragua...pero Nicaragua se había opuesto desde el primer momento de la insinuación a la construcción de un canal por cualquier parte que fuera de su territorio, aunque hay comentarios de que, ese país esta pensando en estos momentos en la construcción de un canal oceánico.
Tras años de operaciones bajo soberanía norteamericana, en 1977 se firmaron los tratados Torrijos-Carter, por los que se planteaba la devolución de la soberanía del Canal a la República de Panamá. En diciembre 31 de 1999 fue transferido el dominio, y desde entonces el Canal es operado por el gobierno panameño a través de la autoridad del Canal de Panamá.
Un barco promedio requiere de ocho a diez horas para completar el tránsito por el Canal de Panamá. La ruta alternativa antes de abrirse la vía Atlántico-Pacífico era navegar rodeando Sudamérica y su punta más meridional, el Cabo de Hornos, a 19,300 km; incluso a la más rápida velocidad de navegación, se tardaría más de tres semanas, sin incluir las escalas para provisiones y combustible.
Los buques deben pagar un peaje que se basa en el tonelaje y la carga. El crucero en el que navegábamos mi amiga Paquita y yo nos dijeron que había pagado alrededor de 30,000 dólares.
El peaje más pequeño fue de 36 centavos, pagado en 1928 por el ingles Richard Halliburton, un hombre que en 10 días cruzó nadando el Canal.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el área entera del Canal de Panamá fue preparado y protegido contra cualquier posibilidad de ataque. Las Esclusas de Gatún, en la zona del Caribe, fueron encerradas con una cadena sólida de acero y se instalaron globos contra bombas por toda la represa.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el área entera del Canal de Panamá fue preparado y protegido contra cualquier posibilidad de ataque. Las Esclusas de Gatún, en la zona del Caribe, fueron encerradas con una cadena sólida de acero y se instalaron globos contra bombas por toda la represa.
En 1944, cuando la guerra se vio retroceder al litoral del Pacífico, toda la Zona del Canal volvió a su normal sistema.
Otras dos veces sus puertas se han cerrado al comercio mundial: a consecuencia del derrumbe de 1915 y cuando la invasión de Estados Unidos a Panamá en diciembre de 1989.
Dr. Carlos J. Finlay en Panamá
Agosto de 1924, …Belisario Porras, -entonces presidente de Panamá- ordenó la confección de un busto del sabio cubano Dr. Carlos J. Finlay, el cual sería colocado con honores en la terminada renovación del hospital publico situado en Calidonia, Ciudad Panamá, cuya historia se remonta a principio de los años 1700, fundado por el Obispo Juan de Argüelles con el nombre Santo Tomas de Villanueva, y funcionando desde el 22 de septiembre de 1702.
Dos años después el Club Rotario de La Habana aprueba confeccionar una placa de bronce para ponerla junto al busto del Dr. Finlay, situado frente al edificio del Laboratorio Central del hospital Santo Tomás, tomando esa dependencia, desde ese mismo instante, el nombré del destacado médico cubano.
En la Facultad de Medicina de la Univer-sidad de Panamá, en el parque interior se halla también un busto del Dr. Finlay y una placa en la que se puede leer la siguiente inscripción:
"Al insigne científico cubano Carlos J. Finlay.
Descubridor del agente transmisor de la Fiebre Amarilla.
Valioso aporte en la construcción del Canal de Panamá. Embajada de Cuba. 21 de mayo de 1976."
Dividió un Continente pero unió al Mundo
Una de las mayores obras de ingeniería de todos los tiempos.
¡Una verdadera maravilla!
Un barco navega en la zona Corte Gaillard, casi pasando bajo el Puente Centenario, moderna obra de acero galvanizado; uno de los dos puentes que cruzan el Canal de Panamá y unen por tierra América del Norte y América del Sur.
En tanto el ingeniero David Du Bose Gaillard trabajaba arduamente, -14 a 16 horas diarias-, a través de la zona donde se marca la línea geográfica fronteriza entre dos cuencas hidrográficas-continental, allí justo en el punto donde “las aguas que caen en un lado de la línea viajan a un océano o cuerpo de agua, y las aguas del otro lado, llegan a otro, generalmente en la parte opuesta del continente”, en tanto así, igual, en el Gran Teatro Griego Hearst, Universidad de Berkeley, California, el ex-Presidente de Estados Unidos Theodore Roosevelt decía:
“Afortunadamente la ciencia vino en un momento en que yo podía actuar libremente, sin impedimentos. Por lo tanto, me tomé el Istmo, comencé el Canal y luego no dejé que el Congreso discutiera sobre él, sino sobre m픓Pero mientras el debate sigue, el Canal también continúa y que me sigan debatiendo por el tiempo que quieran, con tal que podamos seguir trabajando en el Canal. Yo creo que estoy diciendo la verdad exacta, que estoy hablando con precisión científica, cuando digo que, sin duda alguna, que el Canal es la proeza más grande en su clase que jamás se haya intentado por la civilización humana y que nuestros ingenieros han hecho allí su trabajo, mejor que su contrapartes de otros países, jamás pudieron hacerlo”.
Tres presidentes norteamericanos tuvieron la responsabilidad del triunfo: Theodore Roosevelt (1901-1909), William Howard Taft (1909-1913) y Woodrow Wilson (1913-1921).
Pero no hay dudas que, a decir de George W. Goethals, quien fue el Ingeniero-Jefe del Canal de Panamá, fue Theodore Roosevelt, “el real constructor del Canal”. “No sería un triunfo mayor, aunque hubiera levantado “él mismo” cada palada de tierra en estos trabajos”
El Puente de las Americas
Al extremo sur de Corte de Gaillard, -cerca del otro lado del Canal- están las Esclusas de Pedro Miguel. Descendemos 9,4 m. de altitud en un solo paso al nivel del lago Miraflores. Más tarde en otras dos etapas llegamos a las Esclusas de Miraflores, las más grandes del litoral Pacífico a nivel de las aguas oceánicas. El agua entra a las esclusas por gravedad tomando este proceso solo 10 minutos y eleva el barco a 16.5 metros.
Sus enormes compuertas son las más altas de todo el sistema del Canal, necesarias para enfrentar los marcados cambios de marea del Pacífico, marea que puede variar hasta 4 metros.
Pocos después pasábamos por debajo del majestuoso Puente de Las Américas, cuya vía Panamericana une las grandes divisiones del Nuevo Mundo, a cuya vía desdichadamente no se unió la isla de Cuba por los tantos negativos comentarios radiales de ciertos políticos de aquella época.
El Puente de las Américas tiene una longitud de 5425 pies, 348 por encima del nivel del mar y 201 arriba de la posible marea más alta. La estructura es de acero, en forma de arco, con amplias rampas de dos vías de acceso en cada dirección y pasaje peatonal a ambos lados.
¡Quien hubiera podido, aquel día, caminar por ese pasaje peatonal!
Respirando profundamente ante tanta belleza, una brisa desconocida hasta entonces acarició nuestro rostro. Y no era para menos: ¡Estábamos frente al Océano Pacífico!.
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