La honestidad
Publicado abril 18, 2013 en el Nuevo Herald
Cuando una persona pregona a los cuatro vientos que es muy honesta, comienza la duda.
La honestidad es una virtud con base en la justicia, la verdad y el estricto cumplimiento del deber.
Ser honesto es ser auténtico. La honestidad implica respeto a sí mismo y hacia los demás, y poder mantener la frente en alto porque no tiene nada vergonzoso que esconder.
Una persona honesta es recta y desinteresada que inspira confianza sin necesidad de decir: “soy muy honesto”.
La honestidad no está ligada solamente a la franqueza, también requiere pulcritud en todos los aspectos de la vida, comenzando con el arreglo personal.
Un individuo descuidado en el vestir y sucio, no inspira confianza. Todo lo contrario, genera rechazo y desconfianza.
El honesto no tiene necesidad de recurrir a palabras de elogio hacia sí mismo, porque puede demostrar con hechos concretos del pasado y el presente que su vida siempre ha sido, es y será un libro abierto porque no tiene nada que esconder.
José M. Burgos S.
Miami
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