8 dic 2013

Mi entrevista al presidente panameño Ricardo Martinelli

Pubicado en libreonline.com
3 de diciembre 2013
www.radionovainternacional.com
www.cubanuestra.eu


Por Elsa I. Pardo

El viernes 29 de noviembre se llevó a cabo un homenaje en honor al presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, organizado por organizaciones del exilio cubano, entre ellas, la Junta Patriótica, el Movimiento Democracia  y la Brigada de Asalto 2506, en el Big Five Club, por dar asilo a un grupo de cubanos detenidos en las Bahamas y por su decisión responsable y firme, de sancionar al barco norcoreano que traía un contrabando de armas cubanas, con una multa de un millón de dólares.







El presidente habló como decimos los panameños, “claro y raspao”. Antes de empezar, tuve la oportunidad de hacerle una pregunta que consideré muy importante y actual para los que vivimos en la Florida: “Presidente Martinelli, ¿qué me puede decir del movimiento económico marítimo  que se avecina con la expansión del Canal de Panamá, y ¿cómo nos  beneficiará a nosotros en la Florida?” Respuesta: “Si el puerto de Miami no aumenta el dragado a 50 pies, no entra en el negocio”. Después, durante el acto, explicó que la expansión del canal revolucionará al comercio mundial y se crearán 30,000 plazas de trabajo, y que Panamá y Miami deben aprovechar esto.  Dijo que Panamá, con solo 3 millones y medios de habitantes, es la segunda economía más competitiva de Latinoamérica y tiene el ingreso per cápita más alto de Centro América.  Le dio la bienvenida a cubanos y otras nacionalidades para que obtengan residencias permanentes, con la mejor zona bancaria del área, la zona libre más grande del mundo, el cuarto aeropuerto y puertos más grandes y mejor conectados de la región. Dijo que  Panamá atrae 3 billones de dólares de inversión extranjera anualmente, y de cada dólar, Panamá invierte 45 centavos en infraestructura.

Expresó que Panamá es un país lleno de oportunidades, no hay terremotos, huracanes ni tsunamis, es una ciudad bella y cosmopolita, con impuestos bajos, enormes empresas multinacionales y baja criminalidad.  Que además, los panameños y panameñas son muy amigables y  emigran poco, aunque Miami es también una bella ciudad, hecha por los cubanos, e hizo un cálculo de lo que sería Cuba hoy, sin el régimen actual. Y que además, desde hace años, el tiene un apartamento en Miami, pero si no fuera por ese régimen, lo tendría en La Habana.  Expresó que él no se merecía este homenaje, porque cuando se enteró del caso de Bahamas, hizo lo correcto y lo humano, ofrecerles asilo político.
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