Por Elsa I. Pardo
El
viernes 29 de noviembre se llevó a cabo un homenaje en honor al presidente de Panamá,
Ricardo Martinelli, organizado por organizaciones del exilio cubano, entre
ellas, la Junta Patriótica, el Movimiento Democracia y la Brigada de Asalto 2506, en el Big Five
Club, por dar asilo a un grupo de cubanos detenidos en las Bahamas y por su
decisión responsable y firme, de sancionar al barco norcoreano que traía un
contrabando de armas cubanas, con una multa de un millón de dólares.
El
presidente habló como decimos los panameños, “claro y raspao”. Antes de
empezar, tuve la oportunidad de hacerle una pregunta que consideré muy
importante y actual para los que vivimos en la Florida: “Presidente Martinelli,
¿qué me puede decir del movimiento económico marítimo que se avecina con la expansión del Canal de Panamá,
y ¿cómo nos beneficiará a nosotros en la
Florida?” Respuesta: “Si el puerto de Miami no aumenta el dragado a 50 pies, no
entra en el negocio”. Después, durante el acto, explicó que la expansión del
canal revolucionará al comercio mundial y se crearán 30,000 plazas de trabajo,
y que Panamá y Miami deben aprovechar esto.
Dijo que Panamá, con solo 3 millones y medios de habitantes, es la segunda
economía más competitiva de Latinoamérica y tiene el ingreso per cápita más
alto de Centro América. Le dio la
bienvenida a cubanos y otras nacionalidades para que obtengan residencias
permanentes, con la mejor zona bancaria del área, la zona libre más grande del
mundo, el cuarto aeropuerto y puertos más grandes y mejor conectados de la región.
Dijo que Panamá atrae 3 billones de dólares
de inversión extranjera anualmente, y de cada dólar, Panamá invierte 45
centavos en infraestructura.
Expresó
que Panamá es un país lleno de oportunidades, no hay terremotos, huracanes ni tsunamis,
es una ciudad bella y cosmopolita, con impuestos bajos, enormes empresas
multinacionales y baja criminalidad. Que
además, los panameños y panameñas son muy amigables y emigran poco, aunque Miami es también una
bella ciudad, hecha por los cubanos, e hizo un cálculo de lo que sería Cuba
hoy, sin el régimen actual. Y que además, desde hace años, el tiene un
apartamento en Miami, pero si no fuera por ese régimen, lo tendría en La Habana. Expresó que él no se merecía este homenaje,
porque cuando se enteró del caso de Bahamas, hizo lo correcto y lo humano,
ofrecerles asilo político.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario