Por Fernando J Milanés MD 12 de Diciembre del 2013
Mucho se ha comentado, no solo en la comunidad cubana, sino el todo el país, el apretón de manos y las palabras cruzadas entre el Presidente Obama y el tira no de Cuba Raúl Castro. Es cierto que entre personas civilizadas aunque opositoras, se respeta un mínimo de cortesía. Esto fue lo que declaro el propio Raúl Castro. Lo que también es cierto es que en este tipo de eventos, y sobre todo en uno de tanta importancia, todos los pasos, movimientos y palabras de nuestro Presidente están programados hasta el más mínimo detalle. El encuentro no fue casual, ni imprevisto. Todo lo contrario fue premeditado y planeado. Por eso en el mismo evento la Primer Ministro de Alemania, Ángela Merkel, evito el contacto con el cubano. Por saberse que no fue un encuentro imprevisto, el periódico Washington Post dedico en el día de ayer su página editorial criticando el hecho y pidiendo a Obama un “apretón de manos a los valientes cubanos”, que en el mismo día sufrieron palizas, prisión y vejaciones por los matones del régimen por el simple hecho de desear conmemorar el 65 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero vayamos al grano. Una cosa es la política del gobierno de los EEUU y su presidente Obama, y otra es la importancia de este incidente en la liberación de Cuba. Es obvio que a nosotros, los opositores del castrato nos ofendió el gesto. Nos hubiera encantado un rechazo, y si le hubiera dado una bofetada, tendríamos comparsas por la calle ocho. En realidad salvo una ganancia temporal del Castrato, lo que hacemos es desviar la atención de lo que realmente está sucediendo en Cuba. Después del cambio de nombre en el líder Castro, mucho se prometió, esperanzas de cambio se produjeron, pero la miseria continúa. Cambios económicos cosméticos y una falsa apertura de viajes donde disidentes vienen a decirnos lo que ya sabemos, todo sin mayor consecuencia, y los viajeros al regresar se encuentran que el cuartico esta igualito. No son Raúl y Obama la noticia. Es la continuada represión y sufrimiento del pueblo. No son los editoriales del Post, ni las declaraciones del exilio lo que importa, las verdaderas noticias son las manifestaciones de protesta en Cuba. Hasta que estas no sean masivas y se produzca un levantamiento popular como sucedió en los países de Europa del Este y el Medio Oriente, lo demás es y seguirá siendo una pérdida de tiempo. Ayudemos a que esto suceda, es la última opción que nos queda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario