El sexo entre poderosos, ricos y famosos

Por: Elsa I. Pardo

En estos tiempos abundan las noticias acerca de la vida sexual de algunos presidentes, deportistas, ricos y famosos.

Recientemente, nos enteramos que el golfista Tiger Woods le fue infiel a su linda esposa con muchas mujeres. Resulta ser que el deportista padece de una enfermedad bastante común entre las celebridades, la adicción al sexo.

¿Quién no recuerda el caso del sexo oral entre el ex- presidente Bill Clinton y la becaria Mónica Lewinsky?

Estos escándalos entre personajes célebres y poderosos los perjudican grandemente, no sólo tienen que pasar por estos bochornos que afectan sus imágenes, simpatías y popularidades, sino que les afecta sus carreras y sus matrimonios se tambalean.

Pero esto no es nuevo. A través de la historia, se conocen muchísimos casos de celebridades, poderosos, reinas y reyes que eran promiscuos. Algunos fueron depravados y asquerosos, como Adolfo Hitler que además de sádico, era coprófago, le gustaba comer, untarse y revolcarse en sus excrementos y los de sus parejas. Todas sus amantes se suicidaron.

Entonces, ¿por qué los políticos y celebridades toman esos riesgos? Los estudios de psicología evolutiva indican que es natural para los políticos, que estén dispuestos a arriesgar todo por una aventura sexual. La respuesta la dió el mismo Bill Clinton: "porque pueden". Los hombres aspiran consciente o inconscientemente al poder económico o político con el objetivo de acceder a un mayor número de mujeres. Por supuesto, no hay regla sin excepción.

Y es que está comprobado que los ricos, famosos y poderosos gozan de una libido más acentuada que los hombres comunes. Como tienen una vida social intensa, tienen contacto con los hombres y mujeres más bellas que lo común y tienen más ofertas sexuales. La fama, el poder y el dinero son afrodisiacos irresistibles. Además, como tienen casi todo lo que quieren, a veces sus deseos se vuelven insaciables.