3 mar 2010

Fidel, el castrismo sí ha torturado y asesinado




Por: Alberto Muller,
Periodista, escritor y profesor de Periodismo de la Universidad de Miami.
Fue condenado a 15 años de prisión política, maltratado y torturado en las cárceles de Cuba.

Fidel, ahora que saliste a defender lo indefendible, debo decirte algunas cosas, que quiero sean extensivas a tu hijo Fidelito, mi buen amigo del barrio, para que reflexionen en serio alrededor de las torturas y los asesinatos de tu régimen totalitario.
Déjame contarte hechos muy puntuales del asesinato de Orlando Zapata Tamayo. Primero lo golpearon salvajemente en tres ocasiones en los últimos días del mes de noviembre del 2009, en la cárcel de ‘Kilo 8’ en Camagüey.

De estas golpeaduras hay muchos testigos, unos reclusos y otros guardias. No sé si consideras que una golpiza brutal a un hombre indefenso, sea o no una tortura o una salvajada.

Zapata Tamayo se declaró en huelga de hambre por este motivo, reclamando simplemente un trato humano en la prisión. Una vez en huelga de hambre, el director de la prisión ordenó aislarlo en una celda de castigo y cortarle el acceso al agua por dieciocho días consecutivos. Una nueva tortura en la historia con la deshidratación.

Esto solo valdría una reflexión, negarle al agua a un ser humano por dieciocho días. Aquí precisamente, tus hombres del Departamento de Cárceles y Prisiones, siguiendo las órdenes tuyas y de Raúl Castro, acabaron con la vida corporal de Orlando Zapata Tamayo.

Así fue el primer mes de la huelga de este humilde albañil de la raza negra, residente en Banes.

Pero Orlando no se amedrentó ante las torturas de los carceleros y prosiguió su huelga de hambre, que no tenía ningún sentido suicida, sino moral y humanitario.

Su vida se fue apagando, por todo lo anterior.

Ya medio muerto, demasiado tardíamente, lo trasladaron al hospital ‘Amalia Simoni’ de Camagüey. Al no reaccionar adecuadamente sus principales signos vitales, por el daño que le produjeron los dieciocho días sin agua, lo volvieron a trasladar al hospital de una prisión en La Habana.

Y a los 86 días en huelga de hambre, murió.

Pero lo más patético y doloroso de toda esta historia, es que cuando su madre abrió el féretro en su residencia en el pueblo de Banes, para dar el último beso a su hijo y proceder a enterrarlo, se encontró las espaldas de Orlando todavía amoratadas y llagadas por las golpeaduras brutales, que provocaron la huelga de hambre.

Por eso durante el entierro, Reyna Luisa Tamayo, la madre de Orlando, dijo que rechazaba que Raúl y tu, lamentaran la muerte de su hijo, porque fueron precisamente tu y Raúl los que lo torturaron y asesinaron.

Y así lo gritó adolorida y a voz en cuello, durante el trayecto del entierro de su hijo.

Pero tú sabes la razón básica de la condena expansiva de tantos en el mundo por el asesinato de Zapata Tamayo, ya sean cubanos, escritores, Premios Nobel, Damas de Blanco, defensores de derechos humanos y políticos tanto de izquierda como de derecha, pues porque ese hombre era un disidente pacífico de la raza negra y un humilde albañil, que no buscaba la confrontación violenta con el gobierno, sino sólo aspiraba a la reconciliación nacional y a la transición hacia la democracia.

Fidel, las torturas, los fusilamientos y los asesinatos anteriores, durante los 51 años de comunismo en Cuba, todos violaciones flagrantes de los derechos humanos, pudiste ocultarlos parcialmente a una parte de la opinión pública nacional e internacional, por el escenario bipolar de la Guerra Fría y porque no existía la comunicación por Internet a través de Twitter, Google, Facebook y YouTube.

El asesinato de Orlando Zapata Tamayo ha destapado una verdad medio oculta de medio siglo en Cuba, que el castrismo tortura, fusila y asesina arbitrariamente a los ciudadanos que discrepan del oficialismo.

El ocaso de tu régimen, Fidel, va llegando a la fase terminal. Si la Unión Soviética, el Muro de Berlín y toda Europa del Este, con más recursos y ejércitos más poderosos que el castrismo, se derrumbaron estrepitosamente, lo del comunismo en Cuba es cuestión de tiempo corto. No lo dudes.

Con torturas, fusilamientos y prisiones Fidel, no se construye un país civilizado para que sus ciudadanos vivan en paz, no importa que haya médicos, maestros y buenos discursos, aunque los discursos por razones del destino, ya también terminaron.

¡Ah! Y parte de los médicos y maestros se utilizan como moneda de cambio por el mundo, en lugar de atender soberanamente las necesidades de un país pleno de carencias.

Con la esperanza de que en Cuba más nunca en su historia se torture a un ciudadano y que pronto la libertad reine entre todos los cubanos, se despide, un adversario sin rencor, a pesar de haber conocido en carne propia las torturas, un simulacro de fusilamiento y prolongadas golpizas.

Saludos a Fidelito

Alberto Müller

PD.- No sé si quedará tiempo para el arrepentimiento

1 comentario:

cheoburumba dijo...

Con esta foto de los judíos en un campo de concentración nazi - que por cierto, visité hace dos años - tal vez se pueda uno dar cuenta de como viven los prisioneros de conciencia en la Cuba de los Castro.

Los Derechos Humanos se han pisoteado en Cuba por 51 años, por lo que los presos políticos y los disidentes están a merced de sus carceleros, sin tener derecho a atención médica, a una comida decente o al permiso de que su familia le lleve ayuda, ya que las visitas son manipuladas por los que dirigen las prisiones y no están reguladas ni se conforman a ninguna regla humana. Cuando les dá la gana a los que mandan, hay visita, y cuando no, la cancelan.

Cuando Cuba sea libre y salgan a la luz los crímenes, los abusos y los atropellos de la tiranía castrista, no alcanzarán los pañuelos para enjugar el llanto de los cubanos de aqui y de allá, y el MUNDO ENTERO SE AVERGONZARA DE HABERNOS ABANDONADO.

Martha Pardiño

Páginas