"El Beny extrajo de la vida su más rico jugo y lo devolvió en ritmo y armonía” Nicolás Guillén
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Los cubanos recuerdan este fin de semana al músico Benny Moré con bailes populares, conciertos y coloquios sobre su vida, en vísperas de cumplirse este lunes el 90 aniversario de su nacimiento.
Hay festejos en toda la isla, empezando por su pueblo natal, Santa Isabel de las Lajas, donde el lunes familiares, vecinos y seguidores peregrinarán de nuevo hasta la tumba de Bartolomé Maximiliano Moré (1919-1963).
La directora del museo del pueblo, Maritza Rodríguez, anunció que se hará también el ‘‘toque de la Makuta'' en el Casino de los Congos, donde el llamado "Sonero Mayor'' fue iniciado en el uso de esos instrumentos de origen afrocubano.
Exhibición de filmes, conferencias, presentación de libros, parrandas campesinas y fiestas bailables completan el programa para festejar el cumpleaños del cantante.
Benny Moré, conocido popularmente en Cuba como "el bárbaro del ritmo'', se convirtió en un mito de la música de la isla y es recordado por una voz inconfundible.
Son muchos los que aseguran que en Cuba no ha aparecido todavía un intérprete del son, el ritmo tradicional de la isla, ni mucho menos un bolerista que lo supere en autenticidad como compositor e intérprete.
Sus discos son guardados con celo por sus admiradores y hay emisoras de radio cubanas que aún mantienen espacios fijos con su música.
Bartolomé Maximiliano Moré Santa Isabel de las Lajas, 24 de agosto de 1919. La Habana 19 de febrero de 1963. De él dice Helio Orovio en su Diccionario de Música Cubana: "Unanimemente considerado uno de los más geniales artistas que produjo nuestra música popular. Brilló en todos los géneros".
ANTEPASADOS Desciende del rey de una tribu del Congo. Su hijo, Gundo, fue capturado por los traficantes de esclavos. En Lajas fue vendido a un latifundista llamado Ramón Paredes y le llamaron Ta Ramón Gundo Paredes. Es el tatarabuelo de Benny More. Es vendido a Doña Susana Benitez. Posteriormente al conde de More y pasa a llamarse Ta Ramón Gundo Moré.Con Julia More (esclava propiedad del Conde) tienen una hija llamada Julia. Gundo se emancipa y muere liberto a los 94 años.Julia Moré tienen seis hijos con Simeón Armenteros y Calvo, coronel del ejército mambí: Patricia, Bernabé, Tomás, Felipa, Chiquitica y Sofía. Patricia fue la primera de las hijas. No fue reconocida por su padre y lleva el apellido Moré de su madre. Patricia tuvo relaciones con un rico español y tuvo cuatro hijos: Ofelia, Felipe, Julia y Virginia Secundina. El padre no los reconoció, por lo que llevan el apellido Moré de su madre. A los 18 años, Virginia Secundina tiene un hijo con Silvestre Gutiérrez: Bartolomé Maximiliano, que lleva el apellido de su madre. Bartolomé es el mayor de 18 hermanos VOCACIÓN El propio Bartolomé asegura que siempre tuvo vocación por la música: "Yo creo que empece a cantar cuando me quitaron los pañales, por lo menos así yo me veo en mis recuerdos, cantando desde muy niño" Su madre confirma que desde pequeño le gustó la música. Dice su madre que con seis años buscaba una tabla y un carrete de hilo, ataba el hilo a la tabla y decía que eran las cuerdas de una guitarra. De esta forma fabricó su primera guitarra con seis años. Su hermano Teodoro participaba en el conjunto que Benny montó muy pequeño, con machetes y clavos como instrumentos. Las latas de leche condensada hacían las veces de bongóes. En 1935, con 16 años, forma parte del primer grupo musical serio. No sabía nada de música, Se compró una guitarra pero no sabía tocarla. Se va con su hermano Teodoro a cortar caña a la central Jaronú y conoce a Castellanos y Víctor Landa, que le ayudan a empezar a tocar la guitarra. Con el dinero que ganó y los ahorros de Teodoro compró su primera guitarra de calidad en Morón. Al año siguiente, 1936, se va a La Habana. Vive de vender frutas y viandas golpeadas o deterioradas y yerbas medicinales. A los seis meses regresa a Las Lajas. Se traslada a la central Jaguayal, cerca de Ciego de Avila, a cortar caña con Teodoro. Después se van al Central Vertientes. En 1939 Bartolomé y Teodoro enferman de fiebre palúdica. Alterna su trabajo con las serenatas en compañía del conjunto Avance (Horacio Landa, Enrique Benitez, Che Casonas, Mayombe y otros. Benny era el cantante). Con dos de los integrantes de este conjunto (Enrique Benitez y Cheo Casanovas), forma posteriormente un trío de voces y guitarras. En 1940 llega a La Habana por segunda vez. Durante cuatro años vive como puede, tocando y cantando en bares y cafés. Pasa el sombrero y dice "Coopere con el artista cubano". En los restaurantes lo echaban a la calle para que no molestara a la clientela. COMIENZO EN LA RADIO A comienzos de los 40, en la emisora CMQ comienza un programa titulado Corte Suprema del Arte, en el que concursa todo tipo de artistas. Los que triunfan son contratados por empresarios sin escrúpulos, que los explotan. Otros no tienen tanta suerte y su participación en el concurso es cortada de forma brusca y humillante por medio del toque de una campana. Bartolomé se presenta al concurso. Presentan el programa Germán Pinelli y José Antonio Alonso. Nada más empezar a cantar le tocan la campana. Más tarde volvió a participar en este programa y ganó el primer premio. Junto con un compañero llamado Anselmo cantaba a dúo por las calles. Formó parte del cuarteto Cordero. Su primer trabajo estable fue con el conjunto Cauto, que dirigía Mozo Borgellá. En la emisora CMZ cantó con el sexteto Fígaro, de Lázaro Cordero. En 1944 debuta en la emisora 1010, con un gran éxito, actuando con el septeto Cauto. Por entonces, Siro Rodríguez, del Trío Matamoros, lo escucha cantar en el bar El Temple, causándole una gran impresión. Algo después, el Conjunto Matamoros tienen que cantar en la emisora 1010 pero Miguel Matamoros está afónico y le pide a Mozo Borgellá (director del septeto Cauto), que le preste a uno de sus cantantes. Borguellá envío a Bartolomé, que se quedó con Matamoros, grabando varios discos. El conjunto estaba formado por Miguel, Siro y Rafael (voces), Ramón Dorca (piano), José Macúias y José Quintero (trompetas), Cristóbal Mendive (contrabajo) y Agustín Gutierrez (bongó). Al entrar Bartolomé pasa a ser la voz prima, substituyendo en este cometido a Miguel Matamoros, que se dedica a dirigir el conjunto. Con el Conjunto Matamoros va a México, en 1945, donde canta en los dos cabarets más famosos de la época: el Montparnasse y el Río Rosa. Grabó varios discos y le gustó su voz grabada. El propio Bartolomé reconocería más adelante que lo más emocionante de su carrera musical había sido escuchar su voz grabada. El Conjunto vuelve a La Habana, pero Bartolomé continúa en México. Rafael Cueto le dice "Sí, pero recuerda que en México le dicen bartolo a los burros. Quédate, pero cambiante el nombre". "Desde hoy me llamaré Benny, Benny More", contestó el artista. En México Benny se queda sin dinero y le pide a Clemente Piquero "Chicho" que le ayude a conseguir permiso del sindicato de artistas para poder trabajar. Consigue ese permiso y consigue la primera actuación por su cuenta en el cabaret Río Rosa. En ese mismo cabaret forma el Dueto Fantasma con Lalo Montané. También se llamó el Dueto Antillano. En México graba para una multinacional norteamericana, la RCA Victor, junto con la orquesta de Mariano Mercerón: Me voy pal pueblo y Desdichado. También grabó en México con Pérez Prado: Bonito y sabroso, Mucho corazón, Pachito e che, Ensalada de mambo. El público lo bautiza como el Príncipe del Mambo. También grabó en México Dolor carabali, que Benny consideraba su mejor composición grabada con Pérez Prado, hasta el punto de que no quiso volver a grabarla. A finales del 50 regresa a Cuba. Era una estrella en México, Panamá, Colombia, Brasil y Puerto Rico, pero casi desconocido en la isla. Su primer éxito en Cuba fue Bonito y Sabroso. Triunfó en sus actuaciones en la Cadena Oriental de radio. Poco antes, Pérez Prado había estado en Oriente con un cantante llamado Yeyo un mulatico con una voz muy parecida a la del Benny, el cual forma un conjunto con Humberto Cané el fundador de la Sonora Matancera al cual nombran el conjunto de Yeyo y Cané (bajista). Tuvieron mucha popularidad con el numero "Penjamo". (*) Así que cuando llegó el verdadero Benny nadie creía que él era el auténtico... hasta que lo escuchaban cantar. Durante un tiempo alternó el trabajo en la Cadena Oriental con los viajes a La Habana para grabar con RCA En ese tiempo se convierte en el Bárbaro del Mambo. ¡Oh, Bárbara! era el tema que triunfaba en el programa de Cadena Oriental. Un día en Santiago, parado en una esquina con Israel Castellanos, pasa una chica estupenda y Benny Exclama ¡Mira que bárbara!. Un muchacho que estaba allí le dice a Benny: "Que va, compay, el bárbaro es usted". Esa misma noche en la radio lo presentan como el Bárbaro del Mambo. En La Habana trabaja en la emisora RHC Cadena Azul, con la orquesta de BeboValdés, que presentaba el nuevo ritmo batanga. El locutor del programa IbraínUrbino, los presenta como El Bárbaro del Ritmo. Le ofrecen grabar para la Panart con la Sonora Matancera, pero rechaza la oferta. No le gusta la orquesta. Fracasa el ritmo batanga y Benny es contratado por Radio Progreso, con la orquesta de Ernesto Duarte. Además de la radio, cantaba en bailes, cabarets y fiestas. Cuando cantaba en el Centro Gallego se desbordaban las aceras y jardines del Capitolio para escucharlo. En 1952 graba con la Orquesta Aragón y decide que en los bailes en que él actúe será esta orquesta quien lo acompañe. La orquesta, procedente de Cienfuegos, tenía dificultades para actuar en La Habana, que era un coto cerrado, y Benny les ayudó de esta manera. Con Duarte Benny tiene algunos problemas y todo se agrava cuando algunos amigos le hacen ver que Duarte no lleva a Benny a los bailes que su orquesta amenizaba los sábados y domingos por ser negro. Benny reaccionó con furia. Se presento ante el agente de RCA en Cuba, Mariano Conde, y le espetó que no volvía a grabar con la orquesta de Duarte y el porqué. Naturalmente, el agente de RCA se decantó por Benny, que decidió entonces formar su propia banda. Los primeros integrantes de la Banda Gigante fueron los siguientes: Cabrerita (piano), Miguel Franca, Santiaguito Peñalver, Roberto Barreto, Celso Gómez y Virgilio (saxofones), Chocolate, Rabanito y Corbacho (trompetas), José Miguel (trombón), Alberto Limonta (contrabajo), Rolando Laserie (batería), Clemente Piquero "Chicho" (bongó), Tabaquito (tumbadora), Fernando Alvarez y Enrique Benitez (coros). La primera vez que Benny actuó con su propia orquesta fue en el programa Cascabeles Candado de la emisora CMQ. Benny Moré era habitual visitante de Marianao, donde vivía su novia, y de los bares de la playa, en los que ponía sus propias canciones en la vitrola y cantaba a dúo consigo mismo. Su estilo abrió un camino ignorado a nuestro canto y ritmo. Personalidad original, fue culminación de todo un sendero recorrido por el arte musical entre nosotros. Su voz, que recorría todo el registro vocal, tonalidades y tiempos, se doblaba en frases y gritos, acompañada de pasos bailables, creando una atmósfera envolvente. Pasaba de la interpretación de una canción tenue a un guaguancó, casi sin transición, consiguiendo en ambos la máxima calidad. Desconociendo la técnica, dirigía su gran orquesta, imprimiéndole un sello cubanísimo. En 1954 y 1955 la Banda Gigante de Benny Moré alcanza gran popularidad. En el 56 y el 57 realiza una gira por Venezuela, Jamaica, Haití, Colombia, Panamá, México y Estados Unidos. En Estados Unidos canta en la gala de entrega de los Oscar.. Estuvo acompañado por la orquesta de Luis Alcaraz, obteniendo un gran éxito. Actúa en muchos lugares del país y en La Habana actúa en los bailables de La Tropical y en el Sierra. En 1960 comienza sus actuaciones en el Night and Day. Benny recibió una propuesta para realizar una gira por Europa, especialmente Francia, pero la rechazó por miedo a viajar en avión. Este miedo venía motivado por los tres accidentes que sufrió. El estado de salud de Benny se agrava. Hace mucho tiempo que no bebe, pero su hígado está irreversiblemente dañado. El 16 de febrero de 1963, tres días antes de morir, Benny actúa en Palmira. Todo el día lo pasa en la cama, pero por la noche actúa y lo hace con éxito. En el intermedio se va al coche a tumbarse. Vuelve al escenario y canta Dolor y Perdón, Maracaibo y Castellanos que bueno baila usted. De vuelta a La Habana empeora su estado de salud, con vómitos de sangre. En La Habana ingresa en el hospital Emergencias. El día 19 de febrero de 1963, Benny More muere en la cama 22 de la sala H a las 9,15 horas. CONOCIMIENTOS DE MÚSICA Benny no tenía estudios de música, pero aún así era capaz de dirigir su banda gigante y de orquestar cualquier tema. El propio Benny lo reconoció cuando dijo "Mira, mi socio, yo de música no se una papa aunque la mayoría de cosas que interpreto tienen letra y música de mi creación. Nunca he estudiado música. Yo lo que tengo es un gran oído. Recuerdo que una vez, preocupado por esta idea, quise ponerme a estudiar música y el maestro González Mántici me dijo que era lo peor que podría hacer". Cuando se conocieron Benny y Rafael Lay, director de la Orquesta Aragón, en 1952, Lay quedó sorprendido y afirma que Benny dijo que había que trabajar y empezó a tararear una melodía "Las trompetas tienen que hacer esta figura, los saxofones ésta, aquí entrará el coro y los trombones este otro diseño". Dictó de esta manera todo la instrumentación. Lay dudó de que aquello pudiera sonar bien, pero al día siguiente tuvo que cambiar de idea cuando presenció la grabación de la pieza. BENNY Y EL PUEBLO Benny siempre fue un artista comprometido con el pueblo, fiel a su propio origen y sabedor de los malos tiempos que había pasado antes de triunfar. De esta manera, siempre estuvo dispuesto para cantar en fiestas populares, muchas veces sin cobrar ni un peso. En cierta ocasión, con motivo de su actuación en Haiti, la orquesta fue invitada por el presidente Paul Magloire a una comida en una finca, junto con las autoridades y el cuerpo diplomático. Benny no aparecía y tuvieron que salir a buscarlo. Lo encontraron en un barrio pobre, compartiendo con sus habitantes y, de manera especial con los niños. Sus compañeros le dijeron que debía ir a la comida, pero se negó a ello porque le impedía estar con los pobres.
Benny Moré: la fama no cae del cieloLa devoción que sentimos por Benny Moré, El Bárbaro del Ritmo, no es más que el sentimiento filial que hacia él nos une. Quienes participamos en el coloquio que tuvo lugar en Cienfuegos y Santa Isabel de las Lajas con motivo del aniversario 80 de su natalicio, así lo percibimos. En este evento nombrado El arte de Benny Moré: su significación en la cultura de nuestro tiempo, logramos acercarnos un poco más a la compresión de este mito de la música cubana.La presencia de personalidades como los musicólogos María Antonieta Henríquez y Helio Orovio; los investigadores Xenobio Faget, José Reyes y Raúl Martínez además del conocido locutor Eduardo Rosillo y el estudioso cienfueguero Roman Villoch, entre otros invitados, nos obliga a presentarles una síntesis de lo que allí hablaron acerca de este músico genial.Entre anécdotas y criterios de los especialistas durante cuatro jornadas se nos fue conformando paulatinamente la imagen del Benny Moré. Mucho antes que conociera la fama, el predestinado ídolo de multitudes ofrece, con sus 16 años, serenatas a la novia de 14 en Santa Isabel de las Lajas (provincia de Cienfuegos), según el testimonio revelador de su hija Hilda Moré. En tal sentido, largo es el camino recorrido desde que forma un trío en su natal Lajas; que se desenvuelve como trovador en los bares de La Habana; integra el conjunto Matamoros; es cantante en más de seis orquestas en México y graba en Radio Progreso con la orquesta de Ernesto Duarte hasta que decide organizar en 1953 su propia Banda Gigante, la apoteosis entre las capas más humildes de la población cubana.Para la mayoría de los presentes en el coloquio, resultó una verdadera conmoción enterarnos que en este período de su carrera artística, se desató la Bennymanía. En opinión de Faget, en esa época todo el mundo lo quería imitar. Hablar como él, bailar como él…DescargarCaracterizado por un gran magnetismo personal logró establecer una corriente de simpatía que le permitió adueñarse del escenario con su profesional y genuino estilo interpretativo. Era común el hecho insólito de que las parejas dejaran de bailar para disfrutar el show de este hombre-espectáculo. Si bien su llamativa vestimenta conformada por los pantalones “bataholas”, tirantes y zapatos de dos tonos tiene su antecedente más inmediato en el vestir del cantante Orlando Guerra, “Cascarita”, se afirma que al Benny le crean una proyección escénica que de alguna manera rememora a Charles Chaplin por su sombrero alón y el famoso bastón.Este desenfreno en quien tiene tanto que expresar porque presiente su muerte prematura, nos oculta a un hombre muy humano y sencillo. Todas las anécdotas coinciden en que Benny prefería trabajar con los compositores humildes y desconocidos antes que con los consagrados, y que cualquier persona necesitada con urgencia de una ayuda económica, se le podía acercar a pedirle auxilio.Se cuenta que Alipio, el dueño del Alí-Bar -legendaria locación de sus actuaciones-, estaba pasando por momentos difíciles y el Benny le tocó allí durante 15 días sin cobrarle un centavo. Es que el Benny no tenía amor por el dinero: “Lo que sucede es que me abruma la fama y hasta el dinero. Como nada de eso me enloquece, no acepto coqueteos con la gloria. Más bien los rechazo”, declaró a una publicación de la época.Quizás este desprendimiento tenga su explicación en que asumía la vida con el prisma del bohemio. Durante los cuatro años que estuvo como trovador por los bares de La Habana, entre las humillaciones y maltratos por ser negro y pobre, adquirió un sentimiento de desarraigo y cierta ilusión de independencia; de carencia de responsabilidades.Habituado a este modo de vida, cuando llega la fama, las obligaciones que esto conlleva repercuten de manera negativa en su trabajo. Son tantos los compromisos de bailables y grabaciones que duerme y come poco, aunque bebe casi todos los días. De ahí sus constantes llegadas tardías y los incumplimientos con los contratos. En opinión del investigador Faget “es el turno del ofendido -muchas veces consciente, otras inconsciente-: actuaba de forma ríspida e irreverente- en un acto de reafirmación ante la vida por parte del discriminado.Rechazado en los círculos de la burguesía criolla, el Benny Moré nunca fue invitado a tocar en el exclusivo Vedado Tennis o en el Miramar Yacht Club y mucho menos en las sociedades culturales de negros al ser considerado un ejemplo negativo para su raza. Sin embargo, en opinión del musicólogo Helio Orovio, el Benny dinamitó esta diferencia étnica al resumir con su Banda Gigante lo negro, lo blanco y lo mulato que define nuestra identidad nacional.En estos años de la década del ‘50, predominan jazz bands habaneras como las de Ernesto Duarte, que tocan en los bailables para blancos, mientras orquestas como las de Arsenio Rodríguez eran preferidas en los bailables de negros por el sabroso son que interpretaban. El Benny no sabía leer música, pero desde muy joven tocaba percusión además de la guitarra y el tres. Tiene un nivel de intuición excepcional: como esponja absorbe todo aquello que le será útil.Resulta sintomático que la máxima representación de lo cubano tiene especial predilección por el jazz. Se sabe que su discoteca privada estaba conformada por colecciones de los grandes del género como Glenn Miller o Sara Vaughn y que la adopción indistintamente del nombre Benny es una alusión al famoso clarinetista Benny Goodman. Sin embargo, el formato jazz band de su Banda Gigante, por esa característica inherente a la cultura cubana de adaptar a su sensibilidad todo aquello que le llega del exterior, lo hacía sonar como un conjunto de son.A diferencia de la orquesta de Duarte, que nunca tuvo una sonoridad intensa, sino un exquisito tratamiento en la construcción de las frases melódicas -como el del clásico Cómo fue con la voz del propio cantante-, a la Banda Gigante se le hacen cambios sustanciales para que pueda abordar un ambiente sonoro agresivo. Sustituye lo jazzístico por lo sonero, por los tumbaos que provienen de los treseros orientales.Por ejemplo, los saxos hacen el fraseo del tres en el septeto mientras que introduce la improvisación sonera en las trompetas al igual que el trombón. Utiliza una sola tumbadora y el bongó suena rumbero al ser más sincopado. En vez del drums tradicional, se queda con un timbal, platillo y bombo para marcar los efectos. Es el primero que introduce la cáscara para enriquecer la base rítmica y ayudar así a la sonoridad de la tumbadora y la campana. En cuanto al piano este se encuentra constantemente haciendo tumbaos o guajeos soneados, pero nada afines con el trabajo del piano en la jazz band tradicional. “Es la rebelión de lo popular, la ascención del estilo popular cubano. De ahí su autenticidad y su fuerza”, concluye el maestro Orovio.El hecho de que para la musicóloga María Antonieta, Benny Moré haya nacido músico, es la única explicación posible a ese don que le permite ser el eterno contemporáneo. En buena medida su inclinación hacia los patrones de improvisación en el jazz, le otorgan esa intemporalidad que distingue a su obra, además de contar con excelentes arreglistas que se adaptaban a sus inquietudes musicales. También, a la extraordinaria contemporaneidad de las piezas contribuye que fueran grabadas en un momento de renovación tecnológica. De acuerdo con el investigador José Reyes, se desarrolla un proyecto de especial disposición de los instrumentos musicales en el estudio de grabación, nunca antes visto en Cuba, a la vez que Benny canta aislado por una mampara de cristal.Si hubiera alguna duda de que la Banda Gigante es el ajuste preciso entre la manera interpretativa del Benny y el soporte orquestal, escuche la grabación en vivo de la obra Mi Saúco, donde al montaje de los saxos se unen paulatinamente los otros metales para provocar, como afirma María Antonieta, “una excitante y audaz polirritmia. Definitivamente, piezas como esas no pueden tener otra vestidura que la que les dio”. Las canciones de su repertorio llegan a todos los registros de la sensibilidad sin acudir jamás a lo vulgar y chavacano en todos los géneros de la música popular en los que sentó cátedra.El timbre cristalino en su voz de tenor con una afinación perfecta, capaz de alcanzar matices profundos, es redondeado tanto por sus condiciones de improvisador, como por el aliento poético en los boleros. Gran conocedor del gusto de sus admiradores, jamás resultó igualado por otro de sus contemporáneos. Su nombre representa una herencia tan respetable, que se debiera tener en cuenta por quienes hacen arreglos musicales marcados por el facilismo o por aquellos que creen que realmente todo el mundo canta. Al evocar a Benny Moré tampoco debe olvidarse que la música no es un negocio mercantilista como la asumen quienes buscan sólo una fama pasajera.Antes de su consagración definitiva con la Banda Gigante a comienzos de los 50, ya el maestro se había fogueado por mas de 15 años en los diversos géneros y formatos de la música cubana, entrenamiento indispensable para los que piensan que por una situación circunstancial el éxito les va a caer del cielo de la noche a la mañana. Ahí está la obra y la historia de Benny Moré, que con sus 80 años no ha dejado de mostrar la vocación de un verdadero profesional de la música cubana.Gente que conoció al legendario (1)“Pacho” Alonso (famoso cantante cubano): “Sucedió durante el programa “De fiesta con Bacardí”. Cuando (yo) ensayaba con la orquesta de Mercerón le toca cantar a Benny, él cantó “Mata siguaraya”. Yo puedo decir que nunca se lo volví a oir como ese día. Fernando Alvarez (otro cantante cubano) y yo lo mirábamos apartados y yo le dije a Fernando: “Compay, ¿y usted y yo somos cantantes? ¡qué descarados somos¡”.Israel Castellanos (amigo personal de Benny y delegado de la “Banda Gigante de Benny Moré”): “En Santiago de Cuba estábamos parados en una esquina y pasó una muchacha que estaba bastante bien y Benny dijo: “¡Mira qué bárbara¡”. Cuando eso estaba de moda el número suyo, “Oh, bárbara” y, entonces, le salió del corazón a un muchacho que estaba parado en la esquina y le contestó a Benny: “Qué va, compay, el bárbaro es usted”. Esa misma noche, en la CMKW, surgió “El Bárbaro del mambo” y lo estuvieron llamando así hasta que vino para La Habana. En la capital empezó en el programa de Batanga y ya no le podían llamar “El bárbaro del mambo”.Entonces, Ibrahim Urbino, locutor del programa, lo presentó como “El bárbaro del ritmo”
VIDEO BENY MORE
Doctor Luis Ruíz (médico personal de Benny Moré): “¿Saben por qué Benny Moré usaba tirantes con el pantalón tan alto? Pues, sencillamente, Benny Moré tenía una hematomagalia, o sea, un tumor en el hígado a la altura casi del ombligo. Por eso le molestaba el cinturón y usaba el pantalón alto y sujeto por tirantes”.Rafael Lay (director de la célebre Orquesta Aragón, ya fallecido): “Lo conocí en 1952. Vine de Cienfuegos para una grabación de la RCA Victor. Fuimos hasta “Humara y Lastra” y allí estaban Pedro Vargas, Cabrerita y Benny Moré. Nos presentan y conversamos. El le dice a Cabrerita: “Tenemos que trabajar” y comienza a tararearle una melodía, diciendo: “Las trompetas tienen que hacer esta figura y los saxofones ésta, aquí entrará el coro y los trombones este otro diseño”..Así dictó toda la instrumentación de la obra. Era un arreglo inconcebible. Busco un aparte y le digo a Cabrerita: “Viejo, ¿cómo tú crees que eso pueda sonar? ¿Pero es que Benny sabe música?” Y Cabrerita me explica que él siempre lo ha hecho así, que ese era el método de trabajo. Se fue Benny y dice al despedirse: “Mañana se graba”. Pospuse mi regreso a Cienfuegos para escucharlo. Al otro día la orquesta ensayaba el arreglo.. En el montuno, a Cabrerita se le pasó un detalle; Benny paró la grabación y allí mismo, a puro oido, buscó los acordes deseados. A partir de ese momento lo consideré un genio. Porque dictar un giro melódico es fácil, pero una orquestación sin saber música …¡increíble¡”.Tito Gómez (célebre cantante cubano): “Con el Benny se dio un caso que con pocos cantantes se ha dado en Cuba. ¿Tú sabes qué es empezar a grabar y poner treinta y tres o más hits en la radio? Y a lo mejor me quedo corto…”Benny Moré: “Los que dicen que yo tengo buen carácter no me conocen bien. Yo cojo mis berrinches de vez en cuando como cualquier otro. Recuerdo que en Venezuela, ya hace unos cuantos años, el malhumor me metió en un lío de película. Pero, con toda razón. Lo que me ocurrió es que cuando fuimos a Venezuela contratados por Max Pérez resulta ser que después de las actuaciones éste no me quería pagar. Me dejó varado allí, sin un centavo. Ya a mi me habían advertido que Max acostumbraba a hacerle esas artimañas a los artistas, pero yo estaba seguro que a mi no iba a hacerme lo mismo. Un día que yo no podía aguantar más, fui a verlo para reclamarle el dinero. El hombre se me fue por la tangente y quiso darme nuevos plazos.Bueno, a mi se me oscureció la vista y le fui para arriba. Creo que del pleito salió con dos o tres fracturas y yo para la cárcel, de la que pude salir gracias a “Bola de Nieve”. Esa ha sido la más desagradable experiencia de toda mi vida de artista”.Celso Gómez (saxofonista, fundador de “La Banda Gigante de Benny Moré”): “Estando en Haití bajo el régimen dictatorial de Paul Magloire, éste había invitado a la orquesta y a Benny Moré a una comida en una finca. A ella debíamos de asistir conjuntamente con el cuerpo diplomático acreditado. Una vez allí el Benny no aparecía. Los compañeros preocupados nos pidieron: “Traten de localizarlo pues esto puede crearnos un problema”. Salimos (…) y después de múltiples vueltas lo encontramos en un barrio pobre, compartiendo con la masa de allí, en especial con los niños. Cuando le planteé: “Benny, vamos, que la gente está esperando y está el cuerpo diplomático, los ministros y otras personalidades, hace falta que vayas…”, el me respondió: “Entonces, yo tengo que dejar aquí, a los infelices …e ir para allá. ¡Que esperen¡” y lo dijo señalando para el grupo de niños. Finalmente, no fue a la cita con Magloire”.Brevisima historia de la Banda Gigante“La Banda Gigante de Benny Moré” debutó en un programa de la radioemisora habanera CMQ el 3 de agosto de 1953. Era un jazz- band (saxofones-trompetas-trombones y ritmo) pero interpretando música cubana. La integraron músicos de otras orquestas cubanas que Benny seleccionó personalmente. El éxito no se hizo esperar. Sus discos se vendieron simultáneamente en Haití, Santo Domingo, Venezuela y Cuba.La RCA Victor pidió una grabación de la orquesta. Los años 1954 y 1955 vieron crecer la popularidad cubana e internacional de la agrupación. A fines de 1955, y sucesivamente en 1956 y 1957, “La Banda…” viajó a Venezuela, Jamaica, Haití, Colombia, Panamá, México y Estados Unidos. En este último país, visitó el estado de California. Su hermano Teodoro Moré cuenta: “Había ido a amenizar la premiación del Oscar, fiesta anual que brinda Hollywood a los más destacados artistas del celuloide donde estos reciben sus principales lauros. En esa ocasión él fue solo; allí cantó con la orquesta de Luis Arcaraz y obtuvo grandes ovaciones.Al finalizar el espectáculo voló a Nueva York a recibir la paga por sus grabaciones con la RCA Victor”. En Nueva York, con su Banda, Benny actuó para recaudar dinero con vista a la restauración de la ciudad de Sagua de Tánamo que el dictador cubano Fulgencio Batista ordenó bombardear y devastar.Los años finalesAl triunfo de la Revolución Cubana, en enero de 1959, ya Benny Moré se encontraba enfermo. Más no dejó de trabajar. Participó del primer Festival de la Cultura organizado, en toda la isla, por el Movimiento “26 de Julio”. Realizó giras por todo el país. Así mismo se presentaba en el cabaret “Night and Day” y mantenía su contrato con “El Sierra” y el “Alí Bar”, tres instalaciones habaneras. En 1961, a principios de la Campaña de Alfabetización, se entrevistó con el Comandante Fidel Castro quien le pidió que se presentara en el Anfiteatro de Varadero donde cada jueves se ofrecían shows a los alfabetizadotes. Teodoro Moré recuerda aquel encuentro: “Fidel le preguntó a mi hermano: ¿”Cuánto vas a cobrar por tus actuaciones?” A lo que Benny respondió: “Ya tú estás haciendo bastante por mi pueblo, así que consigan el transporte para mi tribu que todo lo demás corre por mi”. Vale destacar que, durante todo el tiempo que se prolongó la Campaña de Alfabetización, Benny no faltó un solo jueves al Anfiteatro de Varadero, cumpliendo así con su palabra empeñada.El legendario cantante también participó en el primer “Papel y Tinta”, fiesta organizada periódicamente por el diario “Revolución”. Posteriormente se le propuso realizar una gira por Europa, concretamente a Francia, pero desistió debido a sus temores a volver a viajar en avión. No en vano había sufrido ya tres accidentes aéreos.El 31 de diciembre de 1962, y el Primero de Enero de 1963, Benny, con su “Banda…” se presentó en Fomento, Las Villas. Luego regresó a su casa habanera para descansar varias semanas. El 15 de febrero de 1963 actuó en el Círculo Social “José María Pérez”, de la capital, y al día siguiente partió para Palmira, cruzando por Lajas, pero al llegar a Colón tuvo un vómito de sangre. No obstante, insistió en presentarse en el escenario de Palmira, el 16 y el 17, terminando este último día a las 4 de la madrugada. Al regreso, al cruzar de nuevo por el pueblo de Colón, se sintió mal. Allí tuvo otro vómito. Refirió que le faltaba el aire. Al salir de Colón se repitieron los vómitos, otra vez con sangre. Así hizo el viaje de regreso a La Habana. Permaneció en reposo todo el día del domingo 17 de febrero de 1963. “Al amanecer del lunes 18 volvió a ponerse mal”, recuerda el doctor Luis Ruiz, quien ante esa contingencia decidió ingresarlo en el Hospital Emergencias. A la una de la tarde de ese lunes Benny cayó en estado de coma. Al día siguiente, en horario nocturno, se hizo público un parte médico: “A las 8 de la noche del 19 de febrero de 1963 el estado comatoso debido a su afección original se mantiene profundamente. Han aparecido complicaciones pulmonares y renales. Su respiración se hace difícil y su presión arterial con tendencia a caer. Mantiene fiebre hasta 39 grados y no aparecen defensas orgánicas a los tratamientos implantados. En resumen, su estado sigue siendo muy grave”.A las 9 y 15 de la noche del martes 19 de febrero murió Benny Moré. El 20 de febrero, exactamente a las 4 de la tarde, fue sepultado en el pequeño cementerio de Santa Isabel de Las Lajas.Opiniones de personalidades sobre la muerte de Benny Moré“Bola de Nieve” (pianista, compositor e intérprete) : “Hemos perdido el único gran artista popular que ha dado Cuba en todos los tiempos”.Nicolas Guillén (Poeta Nacional de Cuba): “No sé por qué Benny me trajo siempre el recuerdo de Brindis de Salas (excelso violinista cubano). No porque ambos fueran negros, ni porque los dos fueran cubanos, ni porque uno y otro fueran músicos. Más bien pienso yo que por la forma bohemia de enfocar la vida”.Pablo Milanés (cantante y compositor): “Su modo de inspiración, de improvisación -para que se entienda mejor-, ha sido para todos los soneros, tanto cubanos como latinoamericanos, de la llamada salsa inclusive, un punto de partida.. También en el caso de la Nueva Trova (cubana) existe su influencia”.Miguelito Cuní (cantante): “Para mí, Benny ha sido el cantante más polifacético que ha tenido Cuba…”Alfonso Arau (artista mexicano): “Lo que Benny hacía era eterno. Por tanto estará siempre entre nosotros, y entre los que vendrán”.Harold Gramatges (musicólogo): “He visto en París, en Londres y en otras capitales, a las más grandes estrellas de la canción popular, y Benny tenía tanta personalidad artística como cualquiera de los mejores”.Fina García Marruz (poetisa cubana): “Su mejor elogio lo dijo una mujer que vivió toda su juventud en el campo: “¡Qué voz¡ ¡Parecía un sinsonte parado en una mata de mango¡”.
Aldo A.Pardillo.
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Los cubanos recuerdan este fin de semana al músico Benny Moré con bailes populares, conciertos y coloquios sobre su vida, en vísperas de cumplirse este lunes el 90 aniversario de su nacimiento.
Hay festejos en toda la isla, empezando por su pueblo natal, Santa Isabel de las Lajas, donde el lunes familiares, vecinos y seguidores peregrinarán de nuevo hasta la tumba de Bartolomé Maximiliano Moré (1919-1963).
La directora del museo del pueblo, Maritza Rodríguez, anunció que se hará también el ‘‘toque de la Makuta'' en el Casino de los Congos, donde el llamado "Sonero Mayor'' fue iniciado en el uso de esos instrumentos de origen afrocubano.
Exhibición de filmes, conferencias, presentación de libros, parrandas campesinas y fiestas bailables completan el programa para festejar el cumpleaños del cantante.
Benny Moré, conocido popularmente en Cuba como "el bárbaro del ritmo'', se convirtió en un mito de la música de la isla y es recordado por una voz inconfundible.
Son muchos los que aseguran que en Cuba no ha aparecido todavía un intérprete del son, el ritmo tradicional de la isla, ni mucho menos un bolerista que lo supere en autenticidad como compositor e intérprete.
Sus discos son guardados con celo por sus admiradores y hay emisoras de radio cubanas que aún mantienen espacios fijos con su música.
Bartolomé Maximiliano Moré Santa Isabel de las Lajas, 24 de agosto de 1919. La Habana 19 de febrero de 1963. De él dice Helio Orovio en su Diccionario de Música Cubana: "Unanimemente considerado uno de los más geniales artistas que produjo nuestra música popular. Brilló en todos los géneros".
ANTEPASADOS Desciende del rey de una tribu del Congo. Su hijo, Gundo, fue capturado por los traficantes de esclavos. En Lajas fue vendido a un latifundista llamado Ramón Paredes y le llamaron Ta Ramón Gundo Paredes. Es el tatarabuelo de Benny More. Es vendido a Doña Susana Benitez. Posteriormente al conde de More y pasa a llamarse Ta Ramón Gundo Moré.Con Julia More (esclava propiedad del Conde) tienen una hija llamada Julia. Gundo se emancipa y muere liberto a los 94 años.Julia Moré tienen seis hijos con Simeón Armenteros y Calvo, coronel del ejército mambí: Patricia, Bernabé, Tomás, Felipa, Chiquitica y Sofía. Patricia fue la primera de las hijas. No fue reconocida por su padre y lleva el apellido Moré de su madre. Patricia tuvo relaciones con un rico español y tuvo cuatro hijos: Ofelia, Felipe, Julia y Virginia Secundina. El padre no los reconoció, por lo que llevan el apellido Moré de su madre. A los 18 años, Virginia Secundina tiene un hijo con Silvestre Gutiérrez: Bartolomé Maximiliano, que lleva el apellido de su madre. Bartolomé es el mayor de 18 hermanos VOCACIÓN El propio Bartolomé asegura que siempre tuvo vocación por la música: "Yo creo que empece a cantar cuando me quitaron los pañales, por lo menos así yo me veo en mis recuerdos, cantando desde muy niño" Su madre confirma que desde pequeño le gustó la música. Dice su madre que con seis años buscaba una tabla y un carrete de hilo, ataba el hilo a la tabla y decía que eran las cuerdas de una guitarra. De esta forma fabricó su primera guitarra con seis años. Su hermano Teodoro participaba en el conjunto que Benny montó muy pequeño, con machetes y clavos como instrumentos. Las latas de leche condensada hacían las veces de bongóes. En 1935, con 16 años, forma parte del primer grupo musical serio. No sabía nada de música, Se compró una guitarra pero no sabía tocarla. Se va con su hermano Teodoro a cortar caña a la central Jaronú y conoce a Castellanos y Víctor Landa, que le ayudan a empezar a tocar la guitarra. Con el dinero que ganó y los ahorros de Teodoro compró su primera guitarra de calidad en Morón. Al año siguiente, 1936, se va a La Habana. Vive de vender frutas y viandas golpeadas o deterioradas y yerbas medicinales. A los seis meses regresa a Las Lajas. Se traslada a la central Jaguayal, cerca de Ciego de Avila, a cortar caña con Teodoro. Después se van al Central Vertientes. En 1939 Bartolomé y Teodoro enferman de fiebre palúdica. Alterna su trabajo con las serenatas en compañía del conjunto Avance (Horacio Landa, Enrique Benitez, Che Casonas, Mayombe y otros. Benny era el cantante). Con dos de los integrantes de este conjunto (Enrique Benitez y Cheo Casanovas), forma posteriormente un trío de voces y guitarras. En 1940 llega a La Habana por segunda vez. Durante cuatro años vive como puede, tocando y cantando en bares y cafés. Pasa el sombrero y dice "Coopere con el artista cubano". En los restaurantes lo echaban a la calle para que no molestara a la clientela. COMIENZO EN LA RADIO A comienzos de los 40, en la emisora CMQ comienza un programa titulado Corte Suprema del Arte, en el que concursa todo tipo de artistas. Los que triunfan son contratados por empresarios sin escrúpulos, que los explotan. Otros no tienen tanta suerte y su participación en el concurso es cortada de forma brusca y humillante por medio del toque de una campana. Bartolomé se presenta al concurso. Presentan el programa Germán Pinelli y José Antonio Alonso. Nada más empezar a cantar le tocan la campana. Más tarde volvió a participar en este programa y ganó el primer premio. Junto con un compañero llamado Anselmo cantaba a dúo por las calles. Formó parte del cuarteto Cordero. Su primer trabajo estable fue con el conjunto Cauto, que dirigía Mozo Borgellá. En la emisora CMZ cantó con el sexteto Fígaro, de Lázaro Cordero. En 1944 debuta en la emisora 1010, con un gran éxito, actuando con el septeto Cauto. Por entonces, Siro Rodríguez, del Trío Matamoros, lo escucha cantar en el bar El Temple, causándole una gran impresión. Algo después, el Conjunto Matamoros tienen que cantar en la emisora 1010 pero Miguel Matamoros está afónico y le pide a Mozo Borgellá (director del septeto Cauto), que le preste a uno de sus cantantes. Borguellá envío a Bartolomé, que se quedó con Matamoros, grabando varios discos. El conjunto estaba formado por Miguel, Siro y Rafael (voces), Ramón Dorca (piano), José Macúias y José Quintero (trompetas), Cristóbal Mendive (contrabajo) y Agustín Gutierrez (bongó). Al entrar Bartolomé pasa a ser la voz prima, substituyendo en este cometido a Miguel Matamoros, que se dedica a dirigir el conjunto. Con el Conjunto Matamoros va a México, en 1945, donde canta en los dos cabarets más famosos de la época: el Montparnasse y el Río Rosa. Grabó varios discos y le gustó su voz grabada. El propio Bartolomé reconocería más adelante que lo más emocionante de su carrera musical había sido escuchar su voz grabada. El Conjunto vuelve a La Habana, pero Bartolomé continúa en México. Rafael Cueto le dice "Sí, pero recuerda que en México le dicen bartolo a los burros. Quédate, pero cambiante el nombre". "Desde hoy me llamaré Benny, Benny More", contestó el artista. En México Benny se queda sin dinero y le pide a Clemente Piquero "Chicho" que le ayude a conseguir permiso del sindicato de artistas para poder trabajar. Consigue ese permiso y consigue la primera actuación por su cuenta en el cabaret Río Rosa. En ese mismo cabaret forma el Dueto Fantasma con Lalo Montané. También se llamó el Dueto Antillano. En México graba para una multinacional norteamericana, la RCA Victor, junto con la orquesta de Mariano Mercerón: Me voy pal pueblo y Desdichado. También grabó en México con Pérez Prado: Bonito y sabroso, Mucho corazón, Pachito e che, Ensalada de mambo. El público lo bautiza como el Príncipe del Mambo. También grabó en México Dolor carabali, que Benny consideraba su mejor composición grabada con Pérez Prado, hasta el punto de que no quiso volver a grabarla. A finales del 50 regresa a Cuba. Era una estrella en México, Panamá, Colombia, Brasil y Puerto Rico, pero casi desconocido en la isla. Su primer éxito en Cuba fue Bonito y Sabroso. Triunfó en sus actuaciones en la Cadena Oriental de radio. Poco antes, Pérez Prado había estado en Oriente con un cantante llamado Yeyo un mulatico con una voz muy parecida a la del Benny, el cual forma un conjunto con Humberto Cané el fundador de la Sonora Matancera al cual nombran el conjunto de Yeyo y Cané (bajista). Tuvieron mucha popularidad con el numero "Penjamo". (*) Así que cuando llegó el verdadero Benny nadie creía que él era el auténtico... hasta que lo escuchaban cantar. Durante un tiempo alternó el trabajo en la Cadena Oriental con los viajes a La Habana para grabar con RCA En ese tiempo se convierte en el Bárbaro del Mambo. ¡Oh, Bárbara! era el tema que triunfaba en el programa de Cadena Oriental. Un día en Santiago, parado en una esquina con Israel Castellanos, pasa una chica estupenda y Benny Exclama ¡Mira que bárbara!. Un muchacho que estaba allí le dice a Benny: "Que va, compay, el bárbaro es usted". Esa misma noche en la radio lo presentan como el Bárbaro del Mambo. En La Habana trabaja en la emisora RHC Cadena Azul, con la orquesta de BeboValdés, que presentaba el nuevo ritmo batanga. El locutor del programa IbraínUrbino, los presenta como El Bárbaro del Ritmo. Le ofrecen grabar para la Panart con la Sonora Matancera, pero rechaza la oferta. No le gusta la orquesta. Fracasa el ritmo batanga y Benny es contratado por Radio Progreso, con la orquesta de Ernesto Duarte. Además de la radio, cantaba en bailes, cabarets y fiestas. Cuando cantaba en el Centro Gallego se desbordaban las aceras y jardines del Capitolio para escucharlo. En 1952 graba con la Orquesta Aragón y decide que en los bailes en que él actúe será esta orquesta quien lo acompañe. La orquesta, procedente de Cienfuegos, tenía dificultades para actuar en La Habana, que era un coto cerrado, y Benny les ayudó de esta manera. Con Duarte Benny tiene algunos problemas y todo se agrava cuando algunos amigos le hacen ver que Duarte no lleva a Benny a los bailes que su orquesta amenizaba los sábados y domingos por ser negro. Benny reaccionó con furia. Se presento ante el agente de RCA en Cuba, Mariano Conde, y le espetó que no volvía a grabar con la orquesta de Duarte y el porqué. Naturalmente, el agente de RCA se decantó por Benny, que decidió entonces formar su propia banda. Los primeros integrantes de la Banda Gigante fueron los siguientes: Cabrerita (piano), Miguel Franca, Santiaguito Peñalver, Roberto Barreto, Celso Gómez y Virgilio (saxofones), Chocolate, Rabanito y Corbacho (trompetas), José Miguel (trombón), Alberto Limonta (contrabajo), Rolando Laserie (batería), Clemente Piquero "Chicho" (bongó), Tabaquito (tumbadora), Fernando Alvarez y Enrique Benitez (coros). La primera vez que Benny actuó con su propia orquesta fue en el programa Cascabeles Candado de la emisora CMQ. Benny Moré era habitual visitante de Marianao, donde vivía su novia, y de los bares de la playa, en los que ponía sus propias canciones en la vitrola y cantaba a dúo consigo mismo. Su estilo abrió un camino ignorado a nuestro canto y ritmo. Personalidad original, fue culminación de todo un sendero recorrido por el arte musical entre nosotros. Su voz, que recorría todo el registro vocal, tonalidades y tiempos, se doblaba en frases y gritos, acompañada de pasos bailables, creando una atmósfera envolvente. Pasaba de la interpretación de una canción tenue a un guaguancó, casi sin transición, consiguiendo en ambos la máxima calidad. Desconociendo la técnica, dirigía su gran orquesta, imprimiéndole un sello cubanísimo. En 1954 y 1955 la Banda Gigante de Benny Moré alcanza gran popularidad. En el 56 y el 57 realiza una gira por Venezuela, Jamaica, Haití, Colombia, Panamá, México y Estados Unidos. En Estados Unidos canta en la gala de entrega de los Oscar.. Estuvo acompañado por la orquesta de Luis Alcaraz, obteniendo un gran éxito. Actúa en muchos lugares del país y en La Habana actúa en los bailables de La Tropical y en el Sierra. En 1960 comienza sus actuaciones en el Night and Day. Benny recibió una propuesta para realizar una gira por Europa, especialmente Francia, pero la rechazó por miedo a viajar en avión. Este miedo venía motivado por los tres accidentes que sufrió. El estado de salud de Benny se agrava. Hace mucho tiempo que no bebe, pero su hígado está irreversiblemente dañado. El 16 de febrero de 1963, tres días antes de morir, Benny actúa en Palmira. Todo el día lo pasa en la cama, pero por la noche actúa y lo hace con éxito. En el intermedio se va al coche a tumbarse. Vuelve al escenario y canta Dolor y Perdón, Maracaibo y Castellanos que bueno baila usted. De vuelta a La Habana empeora su estado de salud, con vómitos de sangre. En La Habana ingresa en el hospital Emergencias. El día 19 de febrero de 1963, Benny More muere en la cama 22 de la sala H a las 9,15 horas. CONOCIMIENTOS DE MÚSICA Benny no tenía estudios de música, pero aún así era capaz de dirigir su banda gigante y de orquestar cualquier tema. El propio Benny lo reconoció cuando dijo "Mira, mi socio, yo de música no se una papa aunque la mayoría de cosas que interpreto tienen letra y música de mi creación. Nunca he estudiado música. Yo lo que tengo es un gran oído. Recuerdo que una vez, preocupado por esta idea, quise ponerme a estudiar música y el maestro González Mántici me dijo que era lo peor que podría hacer". Cuando se conocieron Benny y Rafael Lay, director de la Orquesta Aragón, en 1952, Lay quedó sorprendido y afirma que Benny dijo que había que trabajar y empezó a tararear una melodía "Las trompetas tienen que hacer esta figura, los saxofones ésta, aquí entrará el coro y los trombones este otro diseño". Dictó de esta manera todo la instrumentación. Lay dudó de que aquello pudiera sonar bien, pero al día siguiente tuvo que cambiar de idea cuando presenció la grabación de la pieza. BENNY Y EL PUEBLO Benny siempre fue un artista comprometido con el pueblo, fiel a su propio origen y sabedor de los malos tiempos que había pasado antes de triunfar. De esta manera, siempre estuvo dispuesto para cantar en fiestas populares, muchas veces sin cobrar ni un peso. En cierta ocasión, con motivo de su actuación en Haiti, la orquesta fue invitada por el presidente Paul Magloire a una comida en una finca, junto con las autoridades y el cuerpo diplomático. Benny no aparecía y tuvieron que salir a buscarlo. Lo encontraron en un barrio pobre, compartiendo con sus habitantes y, de manera especial con los niños. Sus compañeros le dijeron que debía ir a la comida, pero se negó a ello porque le impedía estar con los pobres.
Benny Moré: la fama no cae del cieloLa devoción que sentimos por Benny Moré, El Bárbaro del Ritmo, no es más que el sentimiento filial que hacia él nos une. Quienes participamos en el coloquio que tuvo lugar en Cienfuegos y Santa Isabel de las Lajas con motivo del aniversario 80 de su natalicio, así lo percibimos. En este evento nombrado El arte de Benny Moré: su significación en la cultura de nuestro tiempo, logramos acercarnos un poco más a la compresión de este mito de la música cubana.La presencia de personalidades como los musicólogos María Antonieta Henríquez y Helio Orovio; los investigadores Xenobio Faget, José Reyes y Raúl Martínez además del conocido locutor Eduardo Rosillo y el estudioso cienfueguero Roman Villoch, entre otros invitados, nos obliga a presentarles una síntesis de lo que allí hablaron acerca de este músico genial.Entre anécdotas y criterios de los especialistas durante cuatro jornadas se nos fue conformando paulatinamente la imagen del Benny Moré. Mucho antes que conociera la fama, el predestinado ídolo de multitudes ofrece, con sus 16 años, serenatas a la novia de 14 en Santa Isabel de las Lajas (provincia de Cienfuegos), según el testimonio revelador de su hija Hilda Moré. En tal sentido, largo es el camino recorrido desde que forma un trío en su natal Lajas; que se desenvuelve como trovador en los bares de La Habana; integra el conjunto Matamoros; es cantante en más de seis orquestas en México y graba en Radio Progreso con la orquesta de Ernesto Duarte hasta que decide organizar en 1953 su propia Banda Gigante, la apoteosis entre las capas más humildes de la población cubana.Para la mayoría de los presentes en el coloquio, resultó una verdadera conmoción enterarnos que en este período de su carrera artística, se desató la Bennymanía. En opinión de Faget, en esa época todo el mundo lo quería imitar. Hablar como él, bailar como él…DescargarCaracterizado por un gran magnetismo personal logró establecer una corriente de simpatía que le permitió adueñarse del escenario con su profesional y genuino estilo interpretativo. Era común el hecho insólito de que las parejas dejaran de bailar para disfrutar el show de este hombre-espectáculo. Si bien su llamativa vestimenta conformada por los pantalones “bataholas”, tirantes y zapatos de dos tonos tiene su antecedente más inmediato en el vestir del cantante Orlando Guerra, “Cascarita”, se afirma que al Benny le crean una proyección escénica que de alguna manera rememora a Charles Chaplin por su sombrero alón y el famoso bastón.Este desenfreno en quien tiene tanto que expresar porque presiente su muerte prematura, nos oculta a un hombre muy humano y sencillo. Todas las anécdotas coinciden en que Benny prefería trabajar con los compositores humildes y desconocidos antes que con los consagrados, y que cualquier persona necesitada con urgencia de una ayuda económica, se le podía acercar a pedirle auxilio.Se cuenta que Alipio, el dueño del Alí-Bar -legendaria locación de sus actuaciones-, estaba pasando por momentos difíciles y el Benny le tocó allí durante 15 días sin cobrarle un centavo. Es que el Benny no tenía amor por el dinero: “Lo que sucede es que me abruma la fama y hasta el dinero. Como nada de eso me enloquece, no acepto coqueteos con la gloria. Más bien los rechazo”, declaró a una publicación de la época.Quizás este desprendimiento tenga su explicación en que asumía la vida con el prisma del bohemio. Durante los cuatro años que estuvo como trovador por los bares de La Habana, entre las humillaciones y maltratos por ser negro y pobre, adquirió un sentimiento de desarraigo y cierta ilusión de independencia; de carencia de responsabilidades.Habituado a este modo de vida, cuando llega la fama, las obligaciones que esto conlleva repercuten de manera negativa en su trabajo. Son tantos los compromisos de bailables y grabaciones que duerme y come poco, aunque bebe casi todos los días. De ahí sus constantes llegadas tardías y los incumplimientos con los contratos. En opinión del investigador Faget “es el turno del ofendido -muchas veces consciente, otras inconsciente-: actuaba de forma ríspida e irreverente- en un acto de reafirmación ante la vida por parte del discriminado.Rechazado en los círculos de la burguesía criolla, el Benny Moré nunca fue invitado a tocar en el exclusivo Vedado Tennis o en el Miramar Yacht Club y mucho menos en las sociedades culturales de negros al ser considerado un ejemplo negativo para su raza. Sin embargo, en opinión del musicólogo Helio Orovio, el Benny dinamitó esta diferencia étnica al resumir con su Banda Gigante lo negro, lo blanco y lo mulato que define nuestra identidad nacional.En estos años de la década del ‘50, predominan jazz bands habaneras como las de Ernesto Duarte, que tocan en los bailables para blancos, mientras orquestas como las de Arsenio Rodríguez eran preferidas en los bailables de negros por el sabroso son que interpretaban. El Benny no sabía leer música, pero desde muy joven tocaba percusión además de la guitarra y el tres. Tiene un nivel de intuición excepcional: como esponja absorbe todo aquello que le será útil.Resulta sintomático que la máxima representación de lo cubano tiene especial predilección por el jazz. Se sabe que su discoteca privada estaba conformada por colecciones de los grandes del género como Glenn Miller o Sara Vaughn y que la adopción indistintamente del nombre Benny es una alusión al famoso clarinetista Benny Goodman. Sin embargo, el formato jazz band de su Banda Gigante, por esa característica inherente a la cultura cubana de adaptar a su sensibilidad todo aquello que le llega del exterior, lo hacía sonar como un conjunto de son.A diferencia de la orquesta de Duarte, que nunca tuvo una sonoridad intensa, sino un exquisito tratamiento en la construcción de las frases melódicas -como el del clásico Cómo fue con la voz del propio cantante-, a la Banda Gigante se le hacen cambios sustanciales para que pueda abordar un ambiente sonoro agresivo. Sustituye lo jazzístico por lo sonero, por los tumbaos que provienen de los treseros orientales.Por ejemplo, los saxos hacen el fraseo del tres en el septeto mientras que introduce la improvisación sonera en las trompetas al igual que el trombón. Utiliza una sola tumbadora y el bongó suena rumbero al ser más sincopado. En vez del drums tradicional, se queda con un timbal, platillo y bombo para marcar los efectos. Es el primero que introduce la cáscara para enriquecer la base rítmica y ayudar así a la sonoridad de la tumbadora y la campana. En cuanto al piano este se encuentra constantemente haciendo tumbaos o guajeos soneados, pero nada afines con el trabajo del piano en la jazz band tradicional. “Es la rebelión de lo popular, la ascención del estilo popular cubano. De ahí su autenticidad y su fuerza”, concluye el maestro Orovio.El hecho de que para la musicóloga María Antonieta, Benny Moré haya nacido músico, es la única explicación posible a ese don que le permite ser el eterno contemporáneo. En buena medida su inclinación hacia los patrones de improvisación en el jazz, le otorgan esa intemporalidad que distingue a su obra, además de contar con excelentes arreglistas que se adaptaban a sus inquietudes musicales. También, a la extraordinaria contemporaneidad de las piezas contribuye que fueran grabadas en un momento de renovación tecnológica. De acuerdo con el investigador José Reyes, se desarrolla un proyecto de especial disposición de los instrumentos musicales en el estudio de grabación, nunca antes visto en Cuba, a la vez que Benny canta aislado por una mampara de cristal.Si hubiera alguna duda de que la Banda Gigante es el ajuste preciso entre la manera interpretativa del Benny y el soporte orquestal, escuche la grabación en vivo de la obra Mi Saúco, donde al montaje de los saxos se unen paulatinamente los otros metales para provocar, como afirma María Antonieta, “una excitante y audaz polirritmia. Definitivamente, piezas como esas no pueden tener otra vestidura que la que les dio”. Las canciones de su repertorio llegan a todos los registros de la sensibilidad sin acudir jamás a lo vulgar y chavacano en todos los géneros de la música popular en los que sentó cátedra.El timbre cristalino en su voz de tenor con una afinación perfecta, capaz de alcanzar matices profundos, es redondeado tanto por sus condiciones de improvisador, como por el aliento poético en los boleros. Gran conocedor del gusto de sus admiradores, jamás resultó igualado por otro de sus contemporáneos. Su nombre representa una herencia tan respetable, que se debiera tener en cuenta por quienes hacen arreglos musicales marcados por el facilismo o por aquellos que creen que realmente todo el mundo canta. Al evocar a Benny Moré tampoco debe olvidarse que la música no es un negocio mercantilista como la asumen quienes buscan sólo una fama pasajera.Antes de su consagración definitiva con la Banda Gigante a comienzos de los 50, ya el maestro se había fogueado por mas de 15 años en los diversos géneros y formatos de la música cubana, entrenamiento indispensable para los que piensan que por una situación circunstancial el éxito les va a caer del cielo de la noche a la mañana. Ahí está la obra y la historia de Benny Moré, que con sus 80 años no ha dejado de mostrar la vocación de un verdadero profesional de la música cubana.Gente que conoció al legendario (1)“Pacho” Alonso (famoso cantante cubano): “Sucedió durante el programa “De fiesta con Bacardí”. Cuando (yo) ensayaba con la orquesta de Mercerón le toca cantar a Benny, él cantó “Mata siguaraya”. Yo puedo decir que nunca se lo volví a oir como ese día. Fernando Alvarez (otro cantante cubano) y yo lo mirábamos apartados y yo le dije a Fernando: “Compay, ¿y usted y yo somos cantantes? ¡qué descarados somos¡”.Israel Castellanos (amigo personal de Benny y delegado de la “Banda Gigante de Benny Moré”): “En Santiago de Cuba estábamos parados en una esquina y pasó una muchacha que estaba bastante bien y Benny dijo: “¡Mira qué bárbara¡”. Cuando eso estaba de moda el número suyo, “Oh, bárbara” y, entonces, le salió del corazón a un muchacho que estaba parado en la esquina y le contestó a Benny: “Qué va, compay, el bárbaro es usted”. Esa misma noche, en la CMKW, surgió “El Bárbaro del mambo” y lo estuvieron llamando así hasta que vino para La Habana. En la capital empezó en el programa de Batanga y ya no le podían llamar “El bárbaro del mambo”.Entonces, Ibrahim Urbino, locutor del programa, lo presentó como “El bárbaro del ritmo”
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Doctor Luis Ruíz (médico personal de Benny Moré): “¿Saben por qué Benny Moré usaba tirantes con el pantalón tan alto? Pues, sencillamente, Benny Moré tenía una hematomagalia, o sea, un tumor en el hígado a la altura casi del ombligo. Por eso le molestaba el cinturón y usaba el pantalón alto y sujeto por tirantes”.Rafael Lay (director de la célebre Orquesta Aragón, ya fallecido): “Lo conocí en 1952. Vine de Cienfuegos para una grabación de la RCA Victor. Fuimos hasta “Humara y Lastra” y allí estaban Pedro Vargas, Cabrerita y Benny Moré. Nos presentan y conversamos. El le dice a Cabrerita: “Tenemos que trabajar” y comienza a tararearle una melodía, diciendo: “Las trompetas tienen que hacer esta figura y los saxofones ésta, aquí entrará el coro y los trombones este otro diseño”..Así dictó toda la instrumentación de la obra. Era un arreglo inconcebible. Busco un aparte y le digo a Cabrerita: “Viejo, ¿cómo tú crees que eso pueda sonar? ¿Pero es que Benny sabe música?” Y Cabrerita me explica que él siempre lo ha hecho así, que ese era el método de trabajo. Se fue Benny y dice al despedirse: “Mañana se graba”. Pospuse mi regreso a Cienfuegos para escucharlo. Al otro día la orquesta ensayaba el arreglo.. En el montuno, a Cabrerita se le pasó un detalle; Benny paró la grabación y allí mismo, a puro oido, buscó los acordes deseados. A partir de ese momento lo consideré un genio. Porque dictar un giro melódico es fácil, pero una orquestación sin saber música …¡increíble¡”.Tito Gómez (célebre cantante cubano): “Con el Benny se dio un caso que con pocos cantantes se ha dado en Cuba. ¿Tú sabes qué es empezar a grabar y poner treinta y tres o más hits en la radio? Y a lo mejor me quedo corto…”Benny Moré: “Los que dicen que yo tengo buen carácter no me conocen bien. Yo cojo mis berrinches de vez en cuando como cualquier otro. Recuerdo que en Venezuela, ya hace unos cuantos años, el malhumor me metió en un lío de película. Pero, con toda razón. Lo que me ocurrió es que cuando fuimos a Venezuela contratados por Max Pérez resulta ser que después de las actuaciones éste no me quería pagar. Me dejó varado allí, sin un centavo. Ya a mi me habían advertido que Max acostumbraba a hacerle esas artimañas a los artistas, pero yo estaba seguro que a mi no iba a hacerme lo mismo. Un día que yo no podía aguantar más, fui a verlo para reclamarle el dinero. El hombre se me fue por la tangente y quiso darme nuevos plazos.Bueno, a mi se me oscureció la vista y le fui para arriba. Creo que del pleito salió con dos o tres fracturas y yo para la cárcel, de la que pude salir gracias a “Bola de Nieve”. Esa ha sido la más desagradable experiencia de toda mi vida de artista”.Celso Gómez (saxofonista, fundador de “La Banda Gigante de Benny Moré”): “Estando en Haití bajo el régimen dictatorial de Paul Magloire, éste había invitado a la orquesta y a Benny Moré a una comida en una finca. A ella debíamos de asistir conjuntamente con el cuerpo diplomático acreditado. Una vez allí el Benny no aparecía. Los compañeros preocupados nos pidieron: “Traten de localizarlo pues esto puede crearnos un problema”. Salimos (…) y después de múltiples vueltas lo encontramos en un barrio pobre, compartiendo con la masa de allí, en especial con los niños. Cuando le planteé: “Benny, vamos, que la gente está esperando y está el cuerpo diplomático, los ministros y otras personalidades, hace falta que vayas…”, el me respondió: “Entonces, yo tengo que dejar aquí, a los infelices …e ir para allá. ¡Que esperen¡” y lo dijo señalando para el grupo de niños. Finalmente, no fue a la cita con Magloire”.Brevisima historia de la Banda Gigante“La Banda Gigante de Benny Moré” debutó en un programa de la radioemisora habanera CMQ el 3 de agosto de 1953. Era un jazz- band (saxofones-trompetas-trombones y ritmo) pero interpretando música cubana. La integraron músicos de otras orquestas cubanas que Benny seleccionó personalmente. El éxito no se hizo esperar. Sus discos se vendieron simultáneamente en Haití, Santo Domingo, Venezuela y Cuba.La RCA Victor pidió una grabación de la orquesta. Los años 1954 y 1955 vieron crecer la popularidad cubana e internacional de la agrupación. A fines de 1955, y sucesivamente en 1956 y 1957, “La Banda…” viajó a Venezuela, Jamaica, Haití, Colombia, Panamá, México y Estados Unidos. En este último país, visitó el estado de California. Su hermano Teodoro Moré cuenta: “Había ido a amenizar la premiación del Oscar, fiesta anual que brinda Hollywood a los más destacados artistas del celuloide donde estos reciben sus principales lauros. En esa ocasión él fue solo; allí cantó con la orquesta de Luis Arcaraz y obtuvo grandes ovaciones.Al finalizar el espectáculo voló a Nueva York a recibir la paga por sus grabaciones con la RCA Victor”. En Nueva York, con su Banda, Benny actuó para recaudar dinero con vista a la restauración de la ciudad de Sagua de Tánamo que el dictador cubano Fulgencio Batista ordenó bombardear y devastar.Los años finalesAl triunfo de la Revolución Cubana, en enero de 1959, ya Benny Moré se encontraba enfermo. Más no dejó de trabajar. Participó del primer Festival de la Cultura organizado, en toda la isla, por el Movimiento “26 de Julio”. Realizó giras por todo el país. Así mismo se presentaba en el cabaret “Night and Day” y mantenía su contrato con “El Sierra” y el “Alí Bar”, tres instalaciones habaneras. En 1961, a principios de la Campaña de Alfabetización, se entrevistó con el Comandante Fidel Castro quien le pidió que se presentara en el Anfiteatro de Varadero donde cada jueves se ofrecían shows a los alfabetizadotes. Teodoro Moré recuerda aquel encuentro: “Fidel le preguntó a mi hermano: ¿”Cuánto vas a cobrar por tus actuaciones?” A lo que Benny respondió: “Ya tú estás haciendo bastante por mi pueblo, así que consigan el transporte para mi tribu que todo lo demás corre por mi”. Vale destacar que, durante todo el tiempo que se prolongó la Campaña de Alfabetización, Benny no faltó un solo jueves al Anfiteatro de Varadero, cumpliendo así con su palabra empeñada.El legendario cantante también participó en el primer “Papel y Tinta”, fiesta organizada periódicamente por el diario “Revolución”. Posteriormente se le propuso realizar una gira por Europa, concretamente a Francia, pero desistió debido a sus temores a volver a viajar en avión. No en vano había sufrido ya tres accidentes aéreos.El 31 de diciembre de 1962, y el Primero de Enero de 1963, Benny, con su “Banda…” se presentó en Fomento, Las Villas. Luego regresó a su casa habanera para descansar varias semanas. El 15 de febrero de 1963 actuó en el Círculo Social “José María Pérez”, de la capital, y al día siguiente partió para Palmira, cruzando por Lajas, pero al llegar a Colón tuvo un vómito de sangre. No obstante, insistió en presentarse en el escenario de Palmira, el 16 y el 17, terminando este último día a las 4 de la madrugada. Al regreso, al cruzar de nuevo por el pueblo de Colón, se sintió mal. Allí tuvo otro vómito. Refirió que le faltaba el aire. Al salir de Colón se repitieron los vómitos, otra vez con sangre. Así hizo el viaje de regreso a La Habana. Permaneció en reposo todo el día del domingo 17 de febrero de 1963. “Al amanecer del lunes 18 volvió a ponerse mal”, recuerda el doctor Luis Ruiz, quien ante esa contingencia decidió ingresarlo en el Hospital Emergencias. A la una de la tarde de ese lunes Benny cayó en estado de coma. Al día siguiente, en horario nocturno, se hizo público un parte médico: “A las 8 de la noche del 19 de febrero de 1963 el estado comatoso debido a su afección original se mantiene profundamente. Han aparecido complicaciones pulmonares y renales. Su respiración se hace difícil y su presión arterial con tendencia a caer. Mantiene fiebre hasta 39 grados y no aparecen defensas orgánicas a los tratamientos implantados. En resumen, su estado sigue siendo muy grave”.A las 9 y 15 de la noche del martes 19 de febrero murió Benny Moré. El 20 de febrero, exactamente a las 4 de la tarde, fue sepultado en el pequeño cementerio de Santa Isabel de Las Lajas.Opiniones de personalidades sobre la muerte de Benny Moré“Bola de Nieve” (pianista, compositor e intérprete) : “Hemos perdido el único gran artista popular que ha dado Cuba en todos los tiempos”.Nicolas Guillén (Poeta Nacional de Cuba): “No sé por qué Benny me trajo siempre el recuerdo de Brindis de Salas (excelso violinista cubano). No porque ambos fueran negros, ni porque los dos fueran cubanos, ni porque uno y otro fueran músicos. Más bien pienso yo que por la forma bohemia de enfocar la vida”.Pablo Milanés (cantante y compositor): “Su modo de inspiración, de improvisación -para que se entienda mejor-, ha sido para todos los soneros, tanto cubanos como latinoamericanos, de la llamada salsa inclusive, un punto de partida.. También en el caso de la Nueva Trova (cubana) existe su influencia”.Miguelito Cuní (cantante): “Para mí, Benny ha sido el cantante más polifacético que ha tenido Cuba…”Alfonso Arau (artista mexicano): “Lo que Benny hacía era eterno. Por tanto estará siempre entre nosotros, y entre los que vendrán”.Harold Gramatges (musicólogo): “He visto en París, en Londres y en otras capitales, a las más grandes estrellas de la canción popular, y Benny tenía tanta personalidad artística como cualquiera de los mejores”.Fina García Marruz (poetisa cubana): “Su mejor elogio lo dijo una mujer que vivió toda su juventud en el campo: “¡Qué voz¡ ¡Parecía un sinsonte parado en una mata de mango¡”.
Aldo A.Pardillo.
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