15 oct 2009

Una politica decepcionante


Por JORGE J. GASTON

Publicado en en El Nuevo Herald 10/14/09

Millones dan hasta la vida por vivir en Estados Unidos, faro de un destino de felicidad, abundancia y sobre todo de protección de los derechos civiles y humanos de todos sus habitantes. Sin embargo, después que uno forma parte de la vida diaria de este maravilloso país, se advierte que al igual que el sol, con toda su brillantez, también tiene sus manchas.

Como disfrutamos de un pluralismo político, a veces pensamos que los problemas que padecemos son transitorios, dependiendo del partido que esté en el poder. Ya sea el conservador republicano o el liberal demócrata, los independientes cuentan sólo para inclinar balanzas en un momento dado.

Pero no es así. En medio de nuestro diario esfuerzo por sobrevivir, siendo cumplidores de las leyes, pagando los impuestos y luchando por hacer de nuestros hijos hombres y mujeres de bien, pasan cosas que nos agrian la vida.

Entrando en materia: ¿quién nos protege cuando vemos los precios del combustible y la canasta alimenticia diaria en una loca escalada alcista e imparable; los seguros de salud, de las casas, de los autos; los alquileres de las viviendas, los impuestos y en los cada vez más costosos estudios universitarios?

Entretanto, los ingresos permanecen estáticos, la crisis económica no cesa, el desempleo aumenta. Tenemos que hacer filigranas para atar cabos y cumplir con nuestras obligaciones.

No vemos a los gobernantes reaccionar a nuestro favor y tratar de frenar el alza del costo de la vida con leyes o regulaciones.
A veces, escudándose en el principio de no intervenir en los asuntos de las empresas privadas, los vemos mirar hacia el otro lado.

Por muy práctico y correcto que parezca el sistema, hay cosas que no funcionan, al menos para el ciudadano de a pie, el jubilado, el de esa clase media, otrora motor de la economía, hoy casi en extinción.

¿Qué esta pasando en el país más desarrollado del planeta?
Estamos llegando a la triste situación de ser o ricos o pobres, así de simple. Por otra parte, el salario mínimo de $7.25 la hora recién implantado, cubre escasamente los gastos mínimos de los trabajadores.


Después de una vida de luchas y sacrificios, los jubilados sólo tienen para cubrir sus gastos un escuálido retiro, que aumenta sólo en un dos o tres por ciento cada año y que ahora, producto de la actual crisis, anuncian que será eliminado por los próximos dos o tres años.

La parte del Medicare sube y sube y sube, año tras año.
El Medicaid ha suspendido a sus beneficiarios desde hace varios años el pago por las medicinas, pasándolo al Medicare, que ha creado planes de ayuda pero con copagos, algunos verdaderamente abusivos.

Tenemos agencias y organismos oficiales que supuestamente protegen al consumidor, pero los ejércitos de cabilderos de las grandes corporaciones se encargan de neutralizarlos de una manera bochornosa.
Estas son algunas de las manchas.

Y no sólo a nivel estatal asoma la irresponsabilidad. Aquí lo tenemos cuando vemos que un administrador de una alcaldía como la condal, supuestamente fuerte, se ha convertido en el que verdaderamente dirige, manda y maneja los dineros y destinos de nuestra comunidad.

Los comisionados se han visto prácticamente atados de pies y manos al ejercer sus funciones. Anteriormente las funciones del administrador condal estaban supeditadas al escrutinio de los comisionados, hoy en día eso se ha invertido.

Todavía han quedado cuestiones por definir de las que se supone habrían de sanear el monstruoso déficit de $445 millones de la administración del condado. Déficit que fue creado por la poca previsión y mal manejo de los fondos, durante los años de las vacas gordas, tanto por parte de los políticos como de las entidades financieras.

Todo esto es decepcionante y habrá que tenerlo en cuenta en las próximas elecciones. Nuestra voz son los votos. Tenemos que ser más cuidadosos a la hora de elegir a quienes deben defender nuestros derechos e intereses.

Fundador de la Unión de Colaboradores de Prensa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

SI ES UN PAIS MUY GRANDE EL QUE ADMIRO MUCHO,PERO DESPUES QUE UNO CHOCA CON LA VERDAD SE DA CUENTA QUE TODO NO ES PERFECTO,QUE HAY COSA EN BLANCO Y OTRAS EN NEGRO.QUE EL AMIGO GASTON LAS EXPLICA MUCHO MEJOR QUE YO.

JULIO RIVADULLA

Páginas