Publicado el viernes, 12.31.10
Por ALEJANDRA LABANCA
Especial para El Nuevo Herald
El 2011 será otro año duro para Miami, con el desempleo aún alto y un mercado inmobiliario todavía anémico. Pero empresarios y analistas están comenzando a ver algunas señales positivas --más tráfico de pasajeros por el aeropuerto, más comercio internacional y más empresas considerando invertir en la ciudad-- que indican que los nubarrones podrían comenzar a despejarse en el tercer o cuarto trimestre del año.
Sin embargo, nadie espera un rebote rápido de la economía: el desempleo bajará sólo muy gradualmente y los precios de las propiedades no se apreciarán sustancialmente por lo menos durante una década.
"El año pasado fue horrible para todos los sectores de la economía. Es cierto que los números fueron mejorando gradualmente a lo largo del año, pero aún queda mucho camino por recorrer'', dijo Barry Johnson, director ejecutivo de la Cámara de Comercio del Gran Miami.
El Beacon Council, una institución público-privada sin fines de lucro cuyo objetivo es promover la economía local, está viendo algo más de actividad en términos de empresas que se acercan al consejo para pedir asesoramiento para sus proyectos de inversión y relocalización en la ciudad.
"Somos cautelosamente optimistas'', dijo a El Nuevo Herald Frank Nero, director Ejecutivo del Beacon Council, que entre septiembre del 2009 y septiembre del 2010 concluyó 29 proyectos de inversión o expansión de empresas en el condado. ‘‘Pero la gente tiene que entender que bajar el desempleo tomará mucho tiempo''.
La economía de la Florida ha sufrido desproporcionadamente durante La Gran Recesión. Las dos principales fuentes de crecimiento económico de la región, los bienes raíces y el turismo, fueron fuertemente golpeados por la crisis financiera de los últimos dos años.
De todas las ciudades del estado, sin embargo, Miami es la que parece mejor posicionada para recuperarse primero.
"Lo que es positivo es que la economía de Miami se ha diversificado sustancialmente en los últimos 10 años gracias a nuestro esfuerzo de atraer nuevas industrias a la ciudad'', dijo Nero, refiriéndose al trabajo del Beacon Council, que cita entre sus éxitos el haber atraído multinacionales, empresas de aviación, finanzas y tecnología de la información al condado en la última década.
"Miami es hoy una plataforma de comercio internacional y por eso veremos una recuperación más rápida que en el resto del estado'', agregó.
El desempleo en Miami-Dade pasó de 3.5 por ciento a 13 por ciento en apenas dos años, mientras que los precios de las propiedades en la ciudad cayeron un promedio de entre 40 y 50 por ciento, exacerbando la crisis de las ejecuciones hipotecarias. El turismo vivió dos años prácticamente congelado.
La gran puerta de entrada a las Américas, como muchos líderes locales llaman a la ciudad, aún no ha comenzado a sentir los efectos del boom económico latinoamericano. En algunos casos ese auge hasta se le ha venido en contra, como cuando Burger King, una de las principales empresas locales, anunció recientemente que tras su fusión con el grupo de inversión brasileño 3G despediría a 261 personas en Miami.
"Nuestro desafío es formar una fuerza de trabajo con las habilidades adecuadas para seguir diversificando nuestra economía a áreas como la biociencia, la tecnología y los servicios financieros'', dijo Nero. "Por eso, el Beacon Council hace mucho énfasis en la necesidad de mejorar la educación en la región''.
Otros analistas, como Johnson de la cámara de comercio y Jack McCabe, especialista en bienes raíces, coinciden en que la educación es indispensable para mejorar las perspectivas de la economía local a largo plazo, pero advierten que en el corto plazo el mercado de los bienes raíces juega un rol fundamental.
"Hasta que no veamos una mejora en el sector inmobiliario no vamos a poder hablar de una franca recuperación'', dijo Johnson.
En ese sentido, McCabe, quien lidera la consultora McCabe Research, dice que no hay mucho espacio para ser demasiado optimista.
"Creo que hay una buena probabilidad de que el mercado inmobiliario de Miami sufra una segunda recesión'', dijo. ‘‘Yo veo caídas adicionales de 5 por ciento en los precios de las casas y de 10 a 15 por ciento en los condominios en el 2011''.
Según el Indice Case-Schiller de la consultora Standard & Poor's, que mide los precios de las propiedades en las principales ciudades de Estados Unidos, Miami fue una de seis ciudades que en octubre alcanzó el menor nivel de precios desde el 2006, con una caída de 3.4 por ciento comparado con el mismo mes del año anterior.
Para McCabe, hay pocas esperanzas a corto plazo para el mercado inmobiliario, debido al desempleo persistente y a la nueva tendencia al alza de las tasas de interés de las hipotecas.
"La depresión inmobiliaria en la región ya lleva cinco años y el 2011 va a ser otro año muy difícil. Yo no espero ningún gran cambio positivo hasta 2012'', concluyó McCabe.
El Beacon Council, por su parte, no planea quedarse con los brazos cruzados. Nero dijo que la institución está reactivando su programa "Una Comunidad, Un Objetivo'', que hace diez años sirvió para atraer nuevas empresas a la región.
"Estamos trabajando en un plan a cinco años, cuyo objetivo es detectar cuáles son los sectores con mayor potencial de crecimiento y cuáles son las habilidades técnicas necesarias para trabajar en esos sectores'', dijo.
"Ya estamos poniéndonos en contacto con el sistema educativo y las universidades, porque la educación será el pilar fundamental de esta iniciativa''.
ElNuevoHerald.com/2010/12/31/861968/preven-lento-repunte-de-la-economia.html#ixzz19lxaGbbS
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