7 jun 2011
Natalia Gonzalez, Ganadora 2do Lugar Concurso Juvenil de Cuento 2011
Segundo Lugar
El armario de las maravillas y el vestidito negro
Por Natalia González
La muchacha miraba inexpresivamente hacia su gran armario.
No tenía ninguna idea de lo que iba a ponerse esa noche. Ella tenía una cita con el niño más popular de su escuela. ¡Era tan lindo ese niño!
Estaba muy nerviosa, allí sentada en su cama, pensando, mirando el armario. Cuando de pronto oyó una risita.
―¿Qué fue eso?
Ella se inclinó hacia el armario y escuchó la risa de nuevo:
―“Jejejejeje”
―¡Papá Dios! ―dijo la muchacha y abrió el armario.
―¡Hola, nena! ¡Debes usarme esta noche!
―¿Quién dijo eso?
―¡Yo, mami! ¡Aquí! Presta atención. Soy yo, el vestidito azul.
―¿Qué? No puede ser. Eres un vestido. No debes hablar.
―Pero sí podemos. Debido a la magia.
―¿Qué magia? No comprendo. Estoy muy confundida.
―Eso no importa ahora mismo. Lo que importa es cuál de nosotros te vas a poner.
―Ay, no lo sé. Quiero algo elegante.
―¿Y yo? ¡Soy muy elegante, me usaste el día de la boda de tu tía! ―dijo el traje largo.
―Sí, sí, pero eres demasiado elegante para esta cita, perdóname.
―¿Y yo? –dijeron los shorts de jean.
―Ay, no lo creo. Eres muy informal.
Los shorts comenzaron a llorar.
―¡Ay, madre! –dijo la muchacha.
―¿Y yo, señora? ―dijo el trapo de agua.
―¡No lo creo! Vamos al restaurante, no a la playa ―dijo ella y se echó a reír.
A todas estas, había un vestidito detrás del armario que también comenzó a llorar.
―¿Por qué lloras, vestidito negro mío? ―dijo la muchacha.
―Porque yo quiero que me uses esta noche, pero sé que no soy tan elegante o estoy tan decorado como los otros.
La muchacha levantó el vestido negro y pequeño, y lo observó por un minuto.
―¿Sabes qué? ¡Me encantas! ―dijo, y se probó el vestido ―. ¡Es tan lindo! Está perfecto…
Y con ese fue la muchacha a su cita, muy feliz. Con su vestidito negro.
Fin
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