La política del siglo XX1 de Chávez es un espectáculo

Por Elsa I. Pardo
Publicado en Diario Las Américas 7/16/11
Libre 7/12/11



En estos momentos hay mucha duda y confusión acerca del estado de salud del presidente Hugo Chávez de Venezuela, pero sus gestos, expresión corporal y su comportamiento lo delatan. El jueves 30 de junio vimos a Chávez en TV durante unos 15 minutos. Se mostró más delgado, pálido, deteriorado física y anímicamente. Su voz había perdido fuerza y vigor, se notó fatigado y hasta le faltaba el aire. Además, leyó el discurso, cosa que no suele hacer, teniendo facilidad de palabra y lo ha demostrado en sus constantes discursos. Aún así, se equivocó un par de veces. Fue poco expresivo, aunque con su tic nervioso de fruncir los labios y una breve sonrisa al hablar del pueblo cubano, sin embargo, no le dijo nada a su pueblo por haberse ausentado sin justicación hasta ese momento. Lo que sí estuvo claro, fue que en su discurso, en la Habana, Chávez no mencionó ni a Dios, ni a Jesucristo, cosa que hizo inmediatamente en su discurso al llegar a Venezuela. También vendió la imagen de hombre y padre de familia, paseando con dos hijas en La Habana. Lo más discordante fue su discurso del 4 de julio, de 40 minutos, de pie, a pesar de tener una orden de reposo por su enfermedad y recibió a los cancilleres. ¿Será alguna estrategia de poder, misterio o intriga? ¡No, fue todo un gran espectáculo!
En primer lugar, Chávez es un hombre con una enfermedad mortal, según los médicos debe estar no solo en terapia, sino en terapia de grupo, en reposo, con quimioterapia, visitas y chequeos médicos constantes, como cualquier ser humano, paciente de cáncer. La imagen televisiva le dio la vuelta al mundo, presentando la imagen de Hugo Chávez, protagonista, deteriorado, frágil y herido de muerte, una imagen dramática, ante las miradas que se convierten en espectadores, a través de la TV, videos y en las redes sociales a través del internet. Chávez aspira a la reelección, necesita votos y poder político. Creo que este espectáculo le ha favorecido como herramienta política. Ha utilizado el cáncer para exaltar los sentimientos y pasiones de sus seguidores, opositores y al mundo entero. ¡No, fue todo un gran espectáculo!


¡Bienvenidos al mundo del espectáculo!