Domingo, mayo 22, 2011 4:38 P.M.
http://cubanuestra6eu.wordpress.com/2011/05/22/nacionalidad-ciudadania-y-raza/
Por Elsa I. Pardo
En estos momentos los temas obligados son los inmigrantes, la nacionalidad y ciudadanía del Presidente Obama y la raza. Son temas muy amplios e interesantes, ya que pueden ser evaluados a la luz de distintos aspectos: jurídico, filosófico, sociológico y geográfico.
La nacionalidad se adquiere por la vía del nacimiento. Es lo más sensible y trascendente para un ser humano, por el simple hecho de nacer en determinado territorio, país o nación. La nacionalidad es la inmortalidad de los pueblos y el origen más puro del patriotismo. En pocas palabras, la nacionalidad es el sentimiento ideal de un hijo-a agradecido de su país, fuente donde surgieron los primeros amores y las virtudes para hacerse digno de donde se nació. Sin embargo, hay personas que nacen en un país y se crían en otro, pero la nacionalidad es inmortal. La ciudadanía se adquiere por la vía de la naturalización y después de cumplidos los requisitos de rigor, según las leyes de cada país.
Por ejemplo, el caso del presidente Obama está muy claro. Su nacionalidad es hawaiana y a la vez es norteamericana porque Hawaii es un “estado” de los E. U. Sin embargo, tenemos el caso del senador John Mc Cain que nació en Panamá, cumple con los requisitos exigidos por la Constitución de los E.U. que dice que los hijos de ciudadanos de los E.U. nacidos en otros países se consideran ciudadanos nativos de los E.U. McCain nació en Coco Solo, una base norteamericana en Panamá cuando estaba bajo jurisdicción de E. U. Y, según la Constitución panameña, la nacionalidad de origen, por nacimiento, no se pierde y aun por su renuncia expresa, solo se suspende la ciudadanía, pero no su nacionalidad. Por lo tanto, puede también ser Presidente de Panamá, sin problemas.
Un hijo-a de cubano, nacido en Estados Unidos o en cualquier otro país, de acuerdo con las leyes cubanas desde la Constitución de 1940 y que los Castro enviaron al basurero, esa condición "per se" confiere la ciudadanía cubana, pero su nacionalidad es inmortal, sigue siendo norteamericana.
Y si una persona es descendiente de una raza en particular, entonces estamos hablando de sus raíces, no de su nacionalidad ni de su ciudadanía. Adicionalmente, en el Censo 2000 de los Estados Unidos hubo 18 categorías raciales, permitiendo a los encuestados marcar más de una categoría racial para satisfacer las necesidades de auto-identificación de las personas que no son fácilmente clasificables dentro de una sola raza y fueron registrados como habiendo seleccionado “Dos o más razas”. Los datos muestran que casi siete millones de estadounidenses se identifican a sí mismos como miembros de dos o más razas.
1 comentario:
Gracias, Elsa, por poner en tu Blog tu escrito completo.
Te felicito nuevamente y te auguro muchos éxitos en el futuro.
Un abrazo,
Martha Pardiño
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