Desde 1053 los restos de San Millan se conservan en este monasterio.
Los bueyes que tiraban de la carreta con las reliquias se atascaron
interpretándose que el santo deseaba quedarse allí.

Símbolo del nacimiento de nuestra lengua

Maria Teresa villaverde Trujillo

Monasterio de San Millan de la Cogolla de Yuso

"En la cuna del idioma"

Por: Carlos M. Castañeda
Hay que dejar atrás el camino francés de los peregrinos a Santiago de la Europa medieval y adentrarse por el valle del Ebro a la serenidad de las colinas riojanas. Por esta época, la tierra muestra sus venas abiertas por las navajas de las máquinas del campo y el paisaje está compuesto de parcelas de tierras en marrón, ocre y negro, listas para la siembra de la cosecha de cereales y hortalizas. Una brisa fresca de otoño acaricia las encinas y los chopos que se alzan en el apacible horizonte, inspirando a la meditación.
Así, por una carretera comarcal se llega a Berceo,cuna de dos insignes hijos del medioevo de la reconquista, el ermitaño San Millán y Gonzalo de Berceo, el primer poeta identificado de la lengua española. Poco después, irrumpe en el camino a San Millán de la Cogolla, el monasterio de Yuso, una enorme arquitectura de los siglos 16 y 17, con una empinada torre que remata el campanario monacal.
Allá nació el idioma español cuando un monje, hacia la segunda mitad del siglo 10, hizo unas glosas en castellano y vascuence en el denominado Códice Emilianense. Dentro de ese ámbito preñado de misticismo, evocaciones y leyendas históricas, el Príncipe de Asturias, el Gobierno de la Comunidad de La Rioja y la Fundación de San Millán de la Cogolla, convocaron hace una semana a dos docenas de directores de diarios de las Américas y España para hablar del idioma español.
Reunir a periodistas de latitudes diversas – incluso de Israel, donde hay publicaciones en español – es una experiencia estimulante y enriquecedora. Como portadores de las voces de pueblos viejos y jóvenes, el encuentro periodístico servía para confirmar la riqueza contemporánea de palabras y usos clásicos, y de nuevas palabras que revitalizan al idioma. Palabras traídas de distintas geografías con color, olor y sabor, por gente que todos los días arman los titulares de los diarios y componen los párrafos de sus notas periodísticas.
En tiempos de declinación de los índices de lectura de los diarios, por el acoso visual y, ahora, por la red digital, ahondar en el conocimiento del idioma es un deber fundamental de los hombres y mujeres que hacen los diarios todos los días. Hay exigencias de precisión y concisión en el periodismo de hoy; de fluidez y dominio de las palabras para cautivar al lector desde las primeras líneas y llevarlo, con el embrujo del léxico, párrafo a párrafo, hasta la última línea, ya sea del reportaje o del artículo periodístico.
Hoy los diarios se han constituido en los diccionarios de los pueblos. El hombre común habla o escribe según lo que lee en los diarios. Los periodistas, como se ha dicho en la reunión de San Millán de la Cogolla, son los responsables de la perfección del lenguaje o culpables de su empobrecimiento. De ahí la misión social que encaran los periódicos de los tiempos, un compromiso que impone cuidado y vigilancia en lo que se escribe o se dice por la radio o la televisión.
Quizás, la hora culminante de la reunión la marcó en el reloj del monasterio de Yuso, la disertación del director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, con el anuncio de la próxima aparición de un diccionario de dudas panhispánico, en la red digital. La Real Academia recibe hoy más de 150 consultas diarias en su página en la red, sobre dudas coincidentes, lo que muestra la unidad del español, por sobre sus variantes léxicas, prueba de riqueza y vitalidad.
Así surgió la idea del diccionario de dudas panhispánico en que ahora se trabaja. Durante meses, con el aporte de las academias americanas, la Real Academia Española hizo una revisión de libros de estilo y manuales de dudas publicados en español hasta preparar un texto unitario que hoy estudian las instituciones lingüísticas. Con sus indicaciones se redactará el texto definitivo y se solicitará a los diarios compartir experiencias y sugerencias.
El dinamismo del diccionario aconseja que, aunque también exista en el futuro una edición impresa, la principal actividad del nuevo manual habrá de desarrollarse en la Internet. La obra irá volcándose en la red por bloques y estará completa dentro de tres años. ¡Gonzalo de Berceo, vive!
La lengua que hoy se habla en España y en las Américas tiene un carácter mestizo como la Hispanidad misma. El decir cotidiano de los pueblos nutre y enriquece el léxico. Así, día a día, va forjándose el idioma, convirtiéndose en fuerza viva con una propia dinámica expansiva. García de la Concha lo señaló con precisión en la reunión con los periodistas: “la lengua la hace el pueblo, no los escritores ni las academias. Los diccionarios imponen las normas, pero no pueden impedir su desarrollo”.
Como una manifestación de la cultura, no de la fuerza, el idioma es el principal basamento de la identidad de los pueblos. Pensar,sentir y amar se hace en la lengua madre, porque el dominio de la palabra precisa la expresión del pensamiento, la sensibilidad y la pasión de las emociones. Barre con las fronteras, forja una visión de la vida y unos valores frutos de una misma cultura. Crea un determinado sentimiento de solidaridad entre los pueblos. En el espíritu de la lengua tiene raíz y al concepto del ser, el orgullo de los orígenes.
Cuando se vive en la frontera del idioma, a la sombra de una lengua dinámica y poderosa, hay que encarar el reto de aprender el léxico ajeno para enriquecerse uno mismo con el mejor conocimiento de la nueva sociedad, pero también se plantea la urgencia de la preservación del idioma que imparte la identidad cultural, con el cual aprendemos a orar a nuestro Dios y a amar a nuestras mujeres.


Abril 23, 2012