16 oct 2012

El y Ella


Escrito por Rev. Padre Alberto Cutié    Martes, 16 de Octubre de 2012 10:09   PDFImprimirE-mail

En 1998, cuando comencé a trabajar en la cadena norteamericana Telemundo, recuerdo que existía un programa muy popular que se llamaba “El y Ella”.  Era el típico programa de opinión pública (o Talk Show en ingles) y presentaba las perspectivas a los problemas diarios del punto de vista femenino y masculino a través de sus dos conductores; un hombre y una mujer.  Fue un programa muy popular que duro durante varias temporadas. Creo que el éxito del programa se debía a una realidad que es parte esencial de nuestra humanidad y de cómo hemos sido creados. Más allá de ideologías, política o filosofía existen dos perspectivas básicas: La masculina y la femenina.
En los casi 18 años que llevo casando parejas y siendo testigo de sus votos matrimoniales, he podido escuchar innumerables novios hablar sobre sus diferencias y como es que ellos perciben las cosas de acuerdo a su género. Hoy día, como hombre casado, mi esposa y yo ayudamos a las parejas a través de cursos de matrimonio y uno de los primeros temas que tratamos de comunicarle a todos es la importancia de conocer sus diferencias y sus variadas necesidades.
No sé cuantos han visto What Women Want (Lo que quieren las mujeres), una película que protagonizan Mel Gibson y Helen Hunt, en la cual el hombre puede leer todos los pensamientos de las mujeres. Pues quiero decirles a todos y a todas que en la vida real eso no existe; solo ocurre por la magia de Hollywood.  Pero lo que si existe para nosotros y en realidad, es el deseo de tener una relación de pareja feliz y buscar todo lo posible por hacerse felices mutuamente, a través del regalo del amor – que es la entrega total nuestra al ser amado.
Hoy quiero presentarles a mis lectores dos listas, basadas en lo que muchos expertos, consejeros y guías han podido comprender son las necesidades más importantes de la mujer y del hombre.  Aunque estas listas son incompletas, creo que son bastante sinceras. Ustedes las pueden comparar con sus propias experiencias y llegar a sus propias conclusiones.
Las mujeres necesitan:
1. Sentirse amadas
2. Sentirse respetadas
3. Sentirse escuchadas
4. Sentirse protegidas
5. Detalles – aunque sea algo que no cueste un centavo.
Los hombres, por su parte, necesitan:
1. Palabras de afirmación por parte de su pareja.
2. Sentirse respetado y admirado
3. Tiempo libre y espacio
4. Afecto y cariño
5. Sentirse que su pareja confía en su juicio y forma de hacer las cosas
Nunca olvidaré una conferencia de matrimonios a la cual asistimos mi esposa y yo con varios matrimonios amigos.  En la pantalla los presentadores nos dieron la bienvenida con una foto proyectada en una pantalla gigantesca con dos platos de comida – algo que nos sorprendió y después nos hizo reír a todos.  Nadie se lo esperaba.
El primer plato nos explicaron que se refería al cerebro del hombre y el conferencista nos mostró la foto de un “waffle” – un pan dulce muy común en Estados Unidos que tiene cuadrados perfectamente definidos y organizados.  Nos explicaba que el waffle se parece al cerebro del hombre porque nos gustan las cosas sencillas, directas y practicas. La gran mayoría de los hombres estábamos de acuerdo. La segunda foto era un plato de spaghetti con salsa de tomate. Los fideos entrelazados y enredados de una forma compleja y no tan fácil de distinguir representaba el cerebro de la mujer que es más complejo, más emocional y mucho menos previsible. Aunque a las mujeres no les gustaba mucho la descripción, creo que ellas también aceptaron la comparación.
Estoy convencido que con el waffle y el spaghetti, podemos aprender mucho sobre las parejas y como es que funcionamos de distintas maneras los hombres y las mujeres. También creo que es importante que en el dialogo y la comunicación abierta y sincera, las parejas aprendan a identificar las necesidades del uno y del otro. No cabe duda que somos muy diferentes, pero por algo Dios nos hizo así. ¡Qué aburrido fuera el mundo si todo fuera de un solo color y si todos fuéramos iguales!  Pongan en práctica los cinco puntos – del hombre y la mujer – y verán que su vida en pareja será mas feliz.


 

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