Publicado el martes 09 de abril del 2013
Todos anhelamos ser felices y erróneamente creemos que el poder y la riqueza son los mejores medios para lograr la dicha. Pero en realidad, la felicidad no siempre se consigue a través del poder y la riqueza porque sin salud y sin amor, es imposible.
La felicidad es un estado de ánimo que produce una gran satisfacción. La persona que está feliz se siente en paz, contenta y complacida. No obstante, su concepto es subjetivo y relativo. No existe un índice de felicidad o una escala que pueda medir el grado de dicha de un individuo.
Por lo general, el ser humano siente una felicidad temporal cuando logra un objetivo o cuando consigue solucionar algún problema que lo intranquiliza. La sensación de paz que nos proporciona un deber cumplido y una conciencia limpia se puede traducir como una especie de felicidad.
Hay gente que busca la felicidad en un futuro que va más allá de la muerte. Es decir, personas que creen que la alcanzarán a través de una interesada fe inculcada por la familia o por algún predicador que promete que lograrán la dicha eterna en un edén que ellos mismos no conocen.
La mayoría de los seres humanos prefieren aparentar una felicidad inexistente y ser admirados, que infelices y ser compadecidos.
José M. Burgos S.
Miami
|
11 abr 2013
La felicidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario