15 ago 2013

El cierre de las bibliotecas



Publicado el 08-16-2013

Cartas al Director
Diario Las Americas

 Publicado el 08/15/2013
en El Nuevo Herald




Estimado Sr. Director:

Para mi sorpresa, me enteré de la posibilidad del cierre de algunas bibliotecas públicas por los ajustes presupuestarios del Condado Miami Dade. Pero, es necesario que una sociedad creciente como la del condado tenga acceso a todas las bibliotecas.

Las bibliotecas motivan la curiosidad intelectual de niños y adultos con el hábito de la lectura, a libros de historia, ciencias, literatura, arte, música, noticias y otros temas. Además, los conocimientos profundos se adquieren a través de la lectura de libros y textos escritos con metodología y un plan de estudios con temas y disciplinas tradicionales. Por lo tanto, necesitamos mantener abiertas nuestras bibliotecas, situadas en distintas áreas del condado, al alcance de todos.

Pero hay una razón aún más importante en esta era de internet. Nuestras bibliotecas están llenas de computadoras con internet, gratis, diariamente al servicio de la comunidad, porque no todos pueden tener una computadora con internet en sus hogares. Niños, adultos y personas mayores debemos tener acceso, tanto a la tecnología digital como a las bibliotecas. Allí podemos adquirir un buen libro, periódico o revista y, por internet, tener acceso a una información abundante, correos electrónicos y poder comunicarnos libre y democráticamente con la nueva tecnología.

Además, el acceso a las redes sociales ha sido uno de los mayores logros de la psicología social en el siglo XXI. Gracias a estas redes sociales como Twitter y Facebook, ya las personas no están solas, intercambian ideas con familiares, amistades, vecinos, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad y con personas alrededor del mundo que deseen ser sus amigos. Muchos buscan y encuentran apoyo social, emocional y ajuste psicológico. Se trata de un intercambio mutuo de relaciones humanas de gran impacto en la vida de cualquier persona, donde se recibe amor y afecto.

Elsa I. Pardo

Miami, FL

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