¿Quién ayuda a los ancianos?
Las personas de la tercera edad que trabajaron durante toda su vida, no tienen ningún tipo de ayuda que les haga los últimos días de sus vidas más llevaderos.
¿Por qué una persona mayor que recibe una pensión de retiro que apenas le alcanza para cubrir escasamente sus necesidades básicas, tiene que pagar impuestos destinados a las escuelas públicas, si obviamente, ya no tiene hijos en edad escolar?
¿Por qué tienen que pagar una prima desproporcionada al Medicare si durante toda la vida laboral, hicieron los aportes correspondientes?
¿Por qué las personas mayores no tienen tarifas reducidas en los servicios públicos: agua, alcantarillado, electricidad y teléfono? ¿Por qué no gozan de descuentos en los servicios de cable y teléfono celular?
No es justo que quienes aportaron al Seguro Social durante toda su vida laboral, no tengan ningún apoyo y los marginen porque están enfermos o porque ya no tienen fuerzas para trabajar, y si las tuvieran, sería muy remoto que les dieran la oportunidad de hacerlo.
El gobierno, más concretamente la Agencia del Seguro Social, no sólo le negaron incrementos a las raquíticas pensiones de los retirados durante dos años consecutivos –dizque porque durante ese tiempo no subió el costo de la vida– y luego les aumentan una miseria a la vez que les incrementan los aportes que tienen que pagar al Medicare, el cual absorbe casi la totalidad del mísero aumento.
Los funcionarios influyentes del gobierno deberían recordar que los ancianos son seres humanos merecedores de consideración y respeto.
¿No existirá un solo político que tenga el valor de levantar la voz en favor de aquellas personas que ya se encuentran en la última etapa de sus vidas?
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