Los Castro, genios de la maldad, han logrado lo que pocos en la historia universal.
Durante los primeros dos años, hasta Playa Girón, juraban y perjuraban que su revolución era tan verde como las palmas; el comunismo jamás imperaría en la nueva Cuba. Lo hacían tan bien que lograron que cientos de miles de cubanos diseminados por el mundo los creyeran y con la mayor ingenuidad, quemaran naves dondequiera que estaban, destruyendo brillantes futuros y regresaran, llenos de alegría.
Todo fue planeado desde la Sierra Maestra. Fueron consolidando paso a paso un sistema de gobierno que los mantendría en el poder por tiempo indefinido, como así ha sido.
Inteligentemente crearon Prensa Latina como un primer paso para decirle al mundo las maravillas que estaban ocurriendo en la nueva Cuba, según ellos.
Fidel Castro realizó una visita muy exitosa a EEUU, para convencer a los poderosos y maestros en la democracia que no se preocuparan por el camino ideológico que la isla había emprendido.
Rockefeller les ofreció un banquete como para demostrarle a Castro que creían en él y hasta podían ayudarlo.
Parejamente crearon una estructura psico-política donde primaban frases como aquellas de: "Fidel, ésta es tu casa", "¿Armas para qué?", "Si Fidel es comunista que me pongan en la lista" y muchas más.
Simultáneamente, en un paredón que funcionaba sin parar asesinaban a jóvenes valientes que querían un país libre de verdad.
Sus gritos jamás se olvidarán: "Viva Cristo Rey" y "Viva Cuba Libre".
Con sagacidad y astucia maquiavélica han logrado manipular a 11 presidentes del país más poderoso de la tierra y a solo 90 millas de sus costas. Un detalle al que los soviéticos dieron una importancia capital y le ofrecieron todo tipo de ayuda, con la discreción que los primeros tiempos exigía.
Se crearon mitos e imágenes como los de Camilo y el Ché, que capturaron la imaginación de millones de jóvenes en todo el mundo ávidos de cambios y aventuras.
Para Fidel Castro, los líderes mundiales han sido como piezas en un tablero de ajedrez. Ha dirigido el país a dedo. Se apoderó de todo respondiendo al bloqueo de EEUU ante las confiscaciones sin pago alguno. No existe institución civil que se interponga en todos sus deseos. Un solo partido. Un solo mando, dispuesto a arriesgar la vida de miles de cubanos en guerras a miles de kilómetros de sus costas, como la de Angola, solo para satisfacer planes expansionistas soviéticos. En Etiopía y en otros lugares en conflicto, Cuba estuvo presente. Inclusive presidió a los Países No Alineados.
Organizó movimientos insurreccionales en países latinoamericanos, sirviéndole de escuela y ayudándolos materialmente, mientras el aspecto civil del país, sus necesidades básicas, como la prometida salud y educación para todos, funcionaba solo a menos de la mitad de lo que debían. En ciertos hospitales las mujeres embarazadas debían llevar los bombillos, las sábanas, hasta un cubo para el agua.
En cuanto a la educación, faltaban maestros realmente capacitados, por lo que usaban a los alumnos de clases avanzadas para dar clases en los grados inferiores.
Inventaron la escuela al campo: todo estudiante tenía por obligación que pasar un tiempo en el campo, trabajando en la cosecha y con difíciles condiciones de vida.
Una enorme porción del presupuesto se ha dedicado a la permanencia de la revolución en el poder. Los propios norteamericanos han reconocido las cualidades de la inteligencia cubana. Los agentes cubanos fueron alumnos de los servicios secretos soviéticos, de la RDA y de otros considerados las mejores del mundo.
Una serie de circunstancias a lo largo de su mandato favoreció a Castro de manera casi milagrosa, como el apoyo irrestricto de los soviéticos, quienes en un momento situaron misiles en territorio cubano para chantajear a los norteamericanos, tal como pasó, cuando tuvieron que quitarle los misiles de EEUU en Turquía apuntando hacia la URSS. Además de los acuerdos que comprometían a los americanos a no invadir jamás a Cuba ni dejar que otros lo hicieran. ¡Jaque mate!
La URSS sostenía a Cuba con 6 mil millones al año, y al desaparecer el poder soviético en 1991, surge como del sombrero de un mago un Chávez ávido de poder y en busca de un buen maestro que le enseñara el camino. ¿Quién mejor?
Luego, ante la enfermedad, era lógico que Raúl fuera nombrado sucesor.
Desde que ocupó el cargo, todo han sido curitas de mercurio cromo. Nada de importancia se ha producido, salvo los "cambios" que tienen a todos confundidos. Le dan a la gente oportunidades de ser independiente pero no le dan los medios. Les cobran impuestos abusivos. Abren sus puertas para salir del país pero no para todos.
Ahora pretenden vender autos y fijan precios extraordinariamente altos, más el pago de impuestos al adquirirlos. Una verdadera locura.
Mientras Fidel tenga un hálito de vida no habrá grandes cambios en nuestra sufrida patria.
Ultimamente algo evidente está pasando en la sociedad civil. Se puede ver y sentir que los cubanos están perdiendo el miedo.
Y el miedo ha sido el factor principal creado por el poder para controlar a los ciudadanos, para que solo piensen en cómo sobrevivir el siguiente día. Pero no hay dudas de que existe una oposición que si bien no presenta la unidad y fortaleza deseables, nos hace pensar que pudiéramos estar cerca de un "maleconazo" de grandes proporciones que, bien dirigido, puede acabar con el régimen. Y, si se produce, ¿se atreverán los soldados a disparar contra el pueblo?
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