Publicado el domingo, 12.30.12
SABINA COVO: 2012: el personaje es Obama
SABINA COVO
La persona del año 2012 se llama Barack Obama según la revista Time. La portada que está en circulación con un flamante marco color plata ha sido publicada con una fotografía sobria, muy seria, de un presidente mucho más canoso que hace cuatro años, con un perfil que refleja lo que ha proyectado durante su mandato: una frialdad para gobernar y una calidez para llegarle a su gente.
Amado por muchos y odiados por muchos, el Presidente tiene una típica característica de los pocos que pasan a la historia como grandes inolvidables: divide la opinión, genera controversia y siempre da de que hablar. Era de esperarse del primer presidente negro de Estados Unidos… aunque nunca pensé que con tal magnitud. Obama no hizo historia una vez, la hizo dos veces.
Escribí en esta misma columna hace un par de semanas que el personaje del año a mi criterio ha debido ser Sandra Fluke, la mujer estadounidense que desafió al comentarista de radio Rush Limbaugh cuando la llamó prostituta por ella defender el derecho de la mujer a tomar anticonceptivos. Para mí ella era la representación del cambio feminista de esta era. Sin embargo, creo que la revista ha acertado al elegir al presidente Barack Obama. Obama representa la minoría, esa que votó y ganó en el 2012. Esas minorías que cada vez son más en Estados Unidos.
El Presidente representa a cualquiera con un sueño, ese que todavía existe en los corazones de los que saben que la verdadera superación no es tan solo personal sino también global. Si estamos bien todos, el progreso no se entorpece. Hace 27 años el presidente conducía un Civic que costaba $2,000, hoy anda en el Air Force One. Su sueño desde que ayudaba en los suburbios de Chicago como voluntario, hasta el sol de hoy, ha sido en parte el mismo, lograr un poco más de igualdad para los más necesitados.
El poder alcanzado por él y su campaña, y los millones de personas que creyeron en él con todo y la tasa de desempleo de la nación y promesas no cumplidas en su primer mandato demuestran que no se debe pedir perfección en un presidente, pero sí se debe pedir honestidad.
Al pensar en el presidente Obama como persona del año pienso en todos los que creyeron en él para gobernar esta gran nación en los próximos cuatro años. Todos los que entienden que el progreso no se detiene porque está impregnado en la evolución del ser humano, que la globalización domina el mundo y que por esto las culturas tienen que adaptarse. Que el cambio climático existe, que las mujeres no quieren sentirse menos que los hombres, que todos somos iguales, que las diferencias raciales deben realmente ser caso del pasado, que el dinero no lo es todo y no controla todo, y que la pobreza es una realidad que no se puede ignorar.
Al presidente Barack Obama le vienen cuatro años de retos espinosos y de mucha expectativa. La prensa y la crítica no seremos suaves con él porque esperamos la acción y los hechos prometidos con los cuales ganó la elección. El primer reto ya lo está enfrentando, se viene el abismo fiscal y él debe ponerle mano firme a un Congreso cada día más dividido.
Por nuestra parte a todos los ciudadanos nos vienen retos grandes, pero el más fuerte: entender que la tolerancia es el principal paso a lograr un consenso para una sociedad menos desigual. Feliz 2013 a todos ustedes lectores de El Nuevo Herald que independientemente de si estaban de acuerdo o no con mis humildes opiniones, durante este año 2012, me leyeron. Les deseo todas las bondades del planeta para el 2013.
www.sabinaopina.com
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