Hasta no hace mucho tiempo, yo no conocía mucho La Biblia. Es mas, puedo decir que la conocía como la conoce la mayoría de la gente. Mis conceptos eran mas o menos, los siguientes:
1. La Biblia contiene la Palabra de Dios.2. No cualquiera puede leer La Biblia. Hay que tener cierto "nivel espiritual".3. Debe tener un lenguaje complicado de entender para una persona común.4. No creo tener el ánimo para leerla toda entera, en poco tiempo. Además, debe ser muy aburrida.5. No creo necesitar todo lo que diga. Lo necesario me lo dice el Sacerdote en la misa.6. Quien se pasa leyendo La Biblia es un fanático.7. Leer La Biblia es especializarse. A mi no me preocupa; soy una buena persona, y cuando muera voy a ir al cielo.8. No debe ser muy importante leerla, ya que nunca escuché a un Sacerdote instigar su lectura.
No obstante tener todos estos pre-conceptos, siempre me cuestionaba mis prácticas religiosas. Al ver la confesión de pecados frente a un Sacerdote, me preguntaba ¿así lo ordenó Dios?. Cuando me impartían la penitencia por mis pecados, ¿estaba estipulado por Dios que así se hiciera?. Lo mismo al ver los bautismos de niños, la Eucaristía por medio de la hostia, rezarle a imágenes, venerar a María, rezar el Rosario de memoria y con frases a repetición, rezarle a los muertos, venerar al Papa, etc. Yo pensaba ¿esto lo estipuló Dios? ¿dónde? ¿cuándo? ¿cómo?Nunca tuve respuestas, lo que ayudó a mi alejamiento de prácticas en las cuales no veía la presencia de Dios.
Un día, casi accidentalmente (eso es lo que mi pequeña mente humana suponía...), tuve la oportunidad de escuchar a un señor (que debo reconocer, con poco aspecto de religioso, según yo estaba acostumbrado), que hablaba de Dios y de Su Plan de Salvación para la humanidad. Lo primero que me llamó la atención, es que NO LEÍA, sinó que hablaba en forma espontánea, como estando convencido de lo que decía. Y lo mas notable, cuando volcaba conceptos de importancia, concluía diciendo que eso era lo que Dios decía en tal versículo de tal Libro de La Biblia.
No pasó mucho tiempo hasta que me regalaron mi primera Biblia. Iba a las reuniones, y esperaba ansioso el momento en que el Predicador dijera: "-...abra su Biblia en el libro del Apóstol Juan, capítulo 3...". Tal vez suene tonto decir la emoción que sentía cuando escuchaba al Predicador decir lo mismo que yo estaba leyendo. Inclusive en oportunidades, la cita bíblica había concluído, pero yo no podía evitar seguir leyendo hasta el final del capítulo. Me parecía hermoso poder descubrir POR MI MISMO, las Verdades que Dios quiere que sepamos.
Hasta encontrarme con La Biblia, mi vida espiritual era como un barco en medio de una tormenta, totalmente a la deriva, a merced de cualquier viento doctrinal que soplara. Pero gracias doy a Dios, que me proveyó del ancla necesaria, para que mi vida espiritual tenga un firme asidero, un firme fundamento, una firme convicción de Verdad: Las Sagradas Escrituras.
Comencé por los 4 Evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Continué con los Libros del Nuevo Testamento y finalmente con el Antiguo Pacto. Puedo asegurar que hoy tengo las ideas "bien acomodadas". Normalmente sé cuando algo es mandamiento de Dios y cuando es un agregado ajeno a Su Perfecta Voluntad. Inclusive, al re-leer algunos pasajes, el Espíritu Santo me revela Verdades de Dios mas profundas aún. Cada "sesión de lectura" es un cúmulo de nuevas enseñanzas.
Hoy he descubierto que:
1. La Biblia es la Palabra VIVA de Dios.
La Biblia es actual, y tan vigente como el periódico del día..
2. Cualquiera puede leer La Biblia. Solo hay que desear conocer lo que Dios nos quiere decir.
3. Cualquiera DEBE leer La Biblia. No puede perderse el hermoso regalo que Dios Padre nos ofrece.
4. Está escrita de una manera sencilla, para que cualquier persona la pueda entender.
5. A veces estoy leyendo, y no puedo parar. Parecería que ha sido escrito especialmente para mí.
6. Cada nuevo renglón es una enseñanza poderosa, útil, práctica y actual, aplicable a mi propia vida.
7. Hoy leo La Biblia, hasta en el transporte público hacia mi trabajo.
8. Leer La Biblia es imprescindible para saber cual es el Verdadero y Perfecto Propósito de Dios.
9. Leer La Biblia me cambió la vida. Es, ni mas ni menos, que "El Manual del Fabricante..."
"Nunca apartarás de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien..." (Josué 1:8-9)
Que Dios te bendiga
Daniel Sapia
Nada de lo que podamos decir acerca de La Biblia tendrá la suficiente autoridad, sino partimos de un principio básico e importantísimo: CREER QUE LA BIBLIA ES LA PALABRA DE DIOS.
Esto es imperiosamente necesario si queremos declarar que lo que allí está escrito tiene autoridad espiritual. Si nosotros aceptamos de Las Escrituras solo lo que nos agrada o conviene, y aquello que no compartimos o no nos conviene decimos que "... fue escrito por hombres, tan pecadores como yo...", y por ende le restamos veracidad, entonces no tiene sentido que nos llamemos Cristianos.
a. La Biblia fue escrita por hombres, inspirados por Dios "Toda Escritura está inspirada por Dios..." (2° Timoteo 3:16a) Dijo Pablo: "...y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador." (Tito 1:3) Dijo Pablo "...de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios..." (Colocenses 1:25) "Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios." (Mateo 22:29) "Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes." (1° Tesalonicenses 2:13) "...entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo." (2° Pedro 1:21)
b. No solo enseña y capacita al que no sabe, sino que corrige al equivocado "...es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien." (2° Timoteo 3:16b-17) "Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.." (Mateo 4:4) "Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen." (Tito 1:7:9)
c. Es verdadera, porque Dios no miente "Dios actúa siempre conforme a la verdad." (Romanos 3:4a) "...en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos." (Tito 1:2) "De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso." (Romanos 3:4) "Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios" (1° Corintios 1:18) "El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas." (Santiago 1:18) "Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad." (Juan 17:17)
d. Es eterna "...pero la palabra del Señor permanece para siempre.." (1° Pedro 1:25) "El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán." (Mateo 24:35) "Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido" (Mateo 5:18) "Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre." (Isaías 40:8)
e. Es actual, y vigente para sus propósitos "...Porque la palabra de Dios es viva y eficaz.." (Hebreos 4:12a)
f. Es completa y suficiente, no necesitando agregado de Tradiciones orales ni de ningún otro tipo "Jesús hizo muchas otras señales milagrosas delante de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida por medio de Él." (Juan 20:30-31) "Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres." (Marcos 7:6b-8) "Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición." (Marcos 7:9) "...invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido." (Marcos 7:13) "Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro." (Apocalipsis 22:18)
g. Nos marca el camino a seguir para que vivamos una buena vida "Nunca apartarás de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien." (Josué 1:8-9) "Y daré por respuesta a mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado. Y no quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad; Porque a tu juicio espero. Y guardaré tu ley siempre, Por los siglos de los siglos. Y andaré en anchura, Porque busqué tus mandamientos." (Salmos 119:42-45)
"¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino." (Salmos 119:103-105) "El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva." (Juan 7:38) "¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro." (Apocalipsis 22:7)
h. Reveladora de las verdades mas ocultas y los sentimientos mas profundos "...y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. " (Hebreos 4:12b)
i. Es la guía perfecta para el conocimiento del verdadero fundamento de nuestra salvación "Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina." (Mateo 7:24-27)
"...y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús." (2° Timoteo 3:15)
Ahora bien, en base a todo lo expuesto podemos afirmar que La Biblia, Las Sagradas Escrituras, la Palabra de Dios, es, ni mas ni menos que el precioso instrumento que Dios utiliza para que conozcamos... algo.La Biblia es el COMO Dios quiere que nos enteremos...
Pero ¿QUE es lo que Dios quiere que sepamos? ¿PORQUE Dios desea que conozcamos algo? ¿CUANDO espera que lo conozcamos? ¿QUIEN es el que debe conocer lo que Dios desea?
Las respuestas a estas preguntas las encontrarás desarrolladas en los puntos QUE ES EL EVANGELIO y EL REGALO DE DIOS, del menú de Apologética.
Que Dios te bendiga
Daniel Sapia
La palabra biblia significa, en griego, "libros". La Biblia es, en realidad, una colección de libros o escritos, de extensión, origen y contenido diversos.
Tanto para el pueblo de Israel como para los cristianos, sin embargo, todos estos escritos tienen un valor religioso especial, lo que les da una unidad propia. Los dos aspectos, la diversidad y la unidad, no se contraponen sino que se complementan.
Diversos NombresDesde tiempos antiguos, la Biblia ha recibido diferentes nombres. La manera más común entre los judíos para referirse a los libros que son para ellos la Biblia (lo que constituye para los cristianos el Antiguo Testamento) es la designación de las tres grandes secciones que la forman: la Ley, los Profetas y los Escritos. Esta designación se refleja en Lc 24.44 ("la Ley de Moisés, los libros de los profetas y los Salmos"). En esta terminología, la Ley incluye los cinco primeros libros de la Biblia (también llamados Pentateuco); los Profetas se dividen en dos secciones: los Profetas anteriores, que comprenden Josué, Jueces, 1–2 Samuel y 1–2 Reyes, y los Profetas posteriores, que incluyen los libros de Isaías, Jeremías y Ezequiel, más los doce profetas menores; finalmente, la tercera sección, llamada "los Escritos ", comprende los demás libros (incluido el de Daniel).
El Nuevo Testamento fue escrito originalmente en griego. Este fragmento (c. 125 d.C.) de Juan 18 es el más antiguo descubierto hasta ahora.
Esta designación a veces se reducía a "la Ley y los Profetas", como se encuentra en Mt 5.17, y aún más simplemente a "la Ley" (cf. Jn 10.34).Partiendo del uso del NT, ha sido común entre los cristianos referirse a toda la Biblia con el nombre de "las Sagradas Escrituras", "la Sagrada Escritura", o simplemente "las Escrituras" o "la Escritura" (cf. Mt 21.42; Jn 5.39; Ro 1.2). Con frecuencia , el término "la Escritura" se refiere a un pasaje concreto (cf. Mc 12.10; Jn 19.24).
Los términos Antiguo y Nuevo Testamento, como nombres de estos escritos, solo empezaron a usarse entre los cristianos a fines del siglo II d.C., aunque tiene su base en textos como 1 Co 3.14. La palabra "testamento" designa, en este caso, la alianza o pacto entre Dios y su pueblo, y hace referencia a la primera alianza hecha por Dios con el pueblo de Israel (cf. Ex 24.8; Sal 106.45) y a la nueva alianza anunciada por los profetas y sellada con la sangre de Jesucristo (cf. Jer 31.31–34; Mt 26.28; Heb 10.29).
Materiales usados en su preparación1. Material de ESCRITURA:1.1 PAPIRO:El hecho de que no se hayan podido recobrar muchos de los manuscritos antiguos (un manuscrito es una copia a mano de la Escritura), se debe básicamente a los materiables perecibles empleados para escribir.El material de escritura más comun de la antigüedad fue el papiro, que se hacía de la planta denominada "papiro".Esta caña crecía en los lugares poco profundos de los lagos y rios de Egipto y de Siria. Desde el puerto sirio de Biblos se embarcaban grandes cargamentos de papiro. Se supone que la palabra griega para libros (Biblos) proviene del nombre de este puerto. El fragmento más antiguo de papiro que se conoce data de 2400 a.C. (Harold 1. Greenlee, Introduction to New Testament Textual Criticism, William B. Eerdmans Publishing Company, derechos reservados 1964)
Los primeros manuscritos se hicieron en papiro y habría sido difícil que sobrevivieran excepto en zonas secas tales como las arenas de Egipto o en cavernas similares a las de Qumran, en donde se descubrieron los rollos del Mar Muerto.El papiro estaba en pleno uso hasta alrededor del tercer siglo d.C.
1.2 PERGAMINO:
Este era el nombre que se daba a las "pieles curtidas de ovejas, cabras, antílopes, y otras animales." Estas pieles eran desprovistas del pelo y se las rasqueteaba, con el fin de producir un material de escribir más durable.F.F. Bruce escribe que "la palabra 'pergamino' proviene del nombre de la ciudad de Pérgarno, en Asia Menor, pues la producción de este material de escritura estuvo asociada durante algún tiempo con aquel lugar."
1.3 VITELA:
Era el nombre que se le daba al cuero de ternero. A menudo la vitela se teñía de color púrpura. Algunos de los manuscritos que se conservan en la actualidad son de vitela púrpura. la escritura sobre vitela teñida era generalmente de color dorado o plateado. Harold Greenice dice que los más antiguos rollos de cuero datan de alrededor del 1500 a.C.
Valor religioso de La Biblia
Aunque la Biblia es indudablemente una de las colecciones literarias más preciosas de la humanidad, no está principalmente en esto su valor. Tanto para el pueblo de Israel como para la iglesia cristiana, la Biblia tiene, ante todo, un valor religioso especial. Es el libro sagrado por excelencia.
La ley se presenta como una ordenación divina (cf. Ex 20; Sal 119); los profetas tienen la conciencia de estar comunicando mensajes de parte de Dios (cf. Is 6; Jer 1.2; Ez 2–3); y la misma sabiduría tiene su origen en Dios (cf. Pr 8.22–31).
Este valor aparece claramente expresado no solo en el nombre de "Sagradas Escrituras" mencionado antes, sino en la manera como Jesús y los autores del NT se refieren a estos escritos. Se dice que Dios habla por medio de los profetas o de los otros libros (cf. Mt 1.22; 2.15; Ro 1.2; 1 Co 9.9); los profetas aparecen como aquellos por medio de los cuales "se dice" o "se anuncia" algo, una manera hebrea de decir que es Dios quien lo dice o anuncia (cf. Mt 2.17; 3.3; 4.14); la autoridad de las Escrituras aparece indiscutida (cf. Mt 5.17–18; Jn 10.35; Hch 23.5); las Escrituras se relacionan especialmente con la acción del Espíritu Santo (Hch 1.16; 28.25).
Como expresión de la convicción cristiana común acerca del origen y valor de las Escrituras, se puede citar 2 Ti 3.15–17: "Recuerda que desde niño conoces las Sagradas Escrituras, que pueden instruirte y llevarte a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura está inspirada por Dios y útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien." Véase igualmente 2 P 1.19–21.
Es patrimonio común de todos los cristianos reconocer esta autoridad especial de la Biblia, aceptarla como Palabra de Dios, como conjunto de libros escritos por inspiración del Espíritu Santo, y considerarla como fuente inagotable de luz, orientación, ánimo, esperanza y estímulo para la vida de cada persona y de las comunidades.
Al reconocer que los libros de la Biblia tienen origen Divino y autoridad especial, no se niega que tengan también autores humanos, que deban considerarse como verdaderos autores de sus escritos, tal como lo expresan ellos mismos en diversos lugares (cf. Ec 1.13; Lc 1.1–4; 1 Co 15.21; Gl 6.11). Por esta razón se encuentra en la Biblia tanta variedad de lenguas, de estilos, de géneros literarios, de concepciones culturales y de puntos de vista teológicos.
ANTIGUO TESTAMENTO
Antiguo Testamento es el nombre dado por los cristianos a las escrituras sagradas del pueblo de Israel.Esas escrituras son un conjunto de libros muy variados desde todo punto de vista: literario, histórico, teológico.Teniendo en cuenta los usos de las épocas antiguas, se puede suponer que los libros del AT se escribieron en rollos de pergamino o papiro (cf. Jer 36). Sin embargo, ninguno de los manuscritos autógrafos ha llegado hasta nosotros, lo que es un hecho común a toda la literatura antigua. El texto se ha transmitido hasta nuestros días a través de las copias hechas a mano a lo largo de muchos siglos, hasta que el uso de la imprenta permitió hacerlas mecánicamente.Las copias más antiguas de los textos hebreos son de alrededor del siglo I a.C., y provienen de Qumrán y otras localidades al occidente del Mar Muerto. Allí se encontraron copias, algunas bastante completas, otras muy fragmentarias, de casi todos los libros de la Biblia hebrea y de otros escritos antiguos. En estos manuscritos se puede ver que el texto hebreo se escribía solamente con consonantes, práctica común a varias lenguas semíticas.
Los sabios judíos, sobre todo a partir de fines del siglo I d.C., se dedicaron a unificar el texto hebreo de la Biblia y a fines del siglo V d.C. se desarrolló, principalmente en Babilonia y Tiberias, un sistema para precisar la manera de leer el texto. De ahí resultó el llamado "texto masorético" (es decir, el texto determinado por los masoretas, "los que transmiten la tradición").
En este sistema se indican las vocales (añadidas como signos debajo, encima o en medio de las consonantes) y los signos de entonación para la lectura pública.
La copia más antigua de toda la Biblia hebrea proviene del siglo X d.C. (Códice de Alepo), que refleja la tradición tiberiense. Se debe tener en cuenta que era costumbre entre los judíos no conservar los manuscritos que ya estaban deteriorados sino destruirlos. Sin embargo, era notable el cuidado con que se hacían y conservaban las copias de los textos bíblicos.
Como de todas maneras es inevitable que al hacer las copias se introduzcan algunas faltas, los estudiosos del texto de la Biblia disponen además de otras ayudas, como son la copia samaritana del Pentateuco (texto hebreo en escritura samaritana) y las versiones (traducciones) antiguas. De estas, las principales son: las versiones griegas, entre las cuales la más importante es la llamada de los Setenta (o Septuaginta), hecha en Alejandría (Egipto) entre los siglos III y I a.C. y que fue usada en muchos casos por los autores del NT; las versiones parafrásticas al arameo (llamadas Targum); las versiones latinas, sobre todo la Vulgata, hecha, del hebreo, por San Jerónimo; las siríacas, coptas y otras.
El AT, como toda la Biblia, nace de una auténtica experiencia del verdadero Dios. Un Dios que Israel descubrió en su historia concreta, y que se fue revelando cada vez más claramente, en contraste con las religiones de los pueblos vecinos, como el Dios único, Creador y Señor del universo, Señor de la historia, que no se identifica con imágenes hechas por los hombres. Es el Dios de la vida, que da a todos la existencia; un Dios salvador, que está siempre con el pueblo, pero que no se deja manipular por él; un Dios exigente, que impone obligaciones morales y sociales, que no se deja sobornar, que protege a los débiles y ama la justicia; un Dios que se acerca al pueblo de manera especial en el culto; un Dios que perdona y quiere la vida del pecador, pero que también juzga e impone el castigo sobre los malvados. Ese Dios es el mismo Dios del NT, el Padre de Jesucristo, el Dios que quiere que todos lleguen a conocer la verdad y se salven.
Para Jesús y la iglesia apostólica, las "sagradas Escrituras" son las escrituras del pueblo de Israel. La persona y la enseñanza de Jesús, así como los escritos del NT, no se pueden entender sin el trasfondo del AT. Las ideas y el lenguaje del AT influyen profundamente en el NT.
El AT se fija de manera especial en las relaciones de Dios con el pueblo de Israel. Uno de los aspectos principales a este propósito es el de la alianza o pacto que hace Dios con el pueblo, por el cual Dios se compromete a ser el Dios de Israel y escoge a este pueblo como posesión peculiar, imponiéndole la obligación de cumplir los deberes religiosos y sociales que especifican las leyes.
La fe, el culto , las leyes, ejercen una acción aglutinadora del pueblo. Y aunque políticamente no siempre hubo unidad, la religión tenía un gran poder unificador. En la mayor parte de la historia de Israel, era más importante crear una identidad religiosa definida, separándose de los otros pueblos, que proclamar un mensaje universal.
División de Libros del Antiguo Testamento:
Los libros narrativos:
Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio (Pentateuco - Torah)Josué, Jueces, Rut, 1–2 Samuel, 1–2 Reyes, 1–2 Crónicas, Esdras, Nehemías, Ester.
Los libros poéticos y sapienciale:
Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantares.
Libros proféticos:
Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías, Malaquías.
MANUSCRITOS DEL MAR MUERTOAlgunas vasijas de cerámica encontradas en cavernas cerca del Mar Muerto contenían la versión casi completa del Antiguo Testamento, c.50 a.C.
El Canon:
La palabra canon viene de una raíz que significa "caña" (en hebreo es "ganeh" y en griego es "Kanon"). La "caña" se utilizó para medir y eventualmente llegó a tener el significado de "norma".Orígenes utilizó la palabra "canon" para expresar lo que llamamos la "regla de fe", la norma por la cual hemos de medir y evaluar...". Más tarde llegó a significar una "lista" o "indice".La palabra "canon", aplicada a la Escritura, significa "lista oficialmente aceptada de libros".
Había básicamente 5 principios guía que se usaban para determinar si un libro era o no canónico, o de la Escritura:1. ¿Es autoritativo? ¿Provino de la mano de Dios? (¿viene este libro con un divino "así dice el Señor"?)2. ¿Es profético? ¿Fue escrito por un hombre de Dios?3. ¿Es auténtico? (Los Padres de la iglesia eran partidarios del: "si estás en duda... deséchalo...")4. ¿Es dinámico? ¿Tiene el poder de Dios que transforma las vidas?5. ¿Fue recibido, reunido, leído y usado? ¿Fue aceptado por el pueblo de Dios?
Los Libros Apócrifos del Antiguo Testamento:
El término "Apócrifo" significa "escondido u oculto" - de la palabra griega apokruphos. Jerónimo, en el siglo cuarto, fue el primero en denominar "apócrifos" a este grupo de literatura. Si bien algunos escritores entienden que el significado de apócrifo es "mantenido en secreto", la realidad se ajusta mas a los sinónimos "apartado" o "separado".
¿Porqué no son canónicos?
Además de que no reunían los requisitos para la canonicidad, Unger´s Bible Dictionary (Moody Press, 1966) dá razones por las cuales fueron excluídos:1. "Abundan en inexactitudes y anacronismos históricos y geográficos".2. "Enseñan doctrinas falsas y fomentan prácticas que están en desacuerdo con la Escritura inspirada".3. "Recurren a tipos literarios y despliegan una superficialidad en las materias y en el estilo, que no guardan relación con la Escritura inspirada".4. "Carecen de los elementos distintivos que le dan a la genuina Escritura su carácter divino, tal como el poder profético y el sentimiento religioso.
Testimonios históricos de las exclusiones
1. Filón, filósofo judío de Alejandría (20 a.C. - 40 d.C.), citó abundantemente el Antiguo Testamento y aun reconoció la triple división, pero nunca citó los apócrifos como inspirados.2. Josefo (30 d.C. - 100 d.C.), historiador judío, excluye explícitamente a los apócrifos, dejando en 22 el número de libros del Antiguo Testamento. Tampoco cita de estos libros como Escritura.3. Jesús y los escritores del Nuevo Testamento nunca citaron los apócrifos, aun cuando hay centenares de citas y referencias a casi todos los libros canónicos del Antiguo Testamento.4. Los eruditos judíos de Jamnia (año 90 d.C.), no reconocieron los libros apócrifos.5. Ningún canon o concilio de la iglesia cristiana durante los primeros 4 siglos reconoció los apócrifos como inspirados.6. Muchos de los grandes Padres de la iglesia primitiva hablaron en contra de los apócrifos; entre ellos Orígenes, Cirilo de Jerusalem, Atanasio.7. Jerónimo (340 - 420 d.C.) el gran erudito y traductorde la Vulgata, rechazó los apócrifos como parte del canon.8. Muchos eruditos católico romanos durante el período de la Reforma, rechazaron los apócrifos.9. Lutero y los reformadores rechazaron la canonicidad de los apócrifos.10. No fue sino hasta el año 1546, en una acción polémica en el Concilio de la Contrareforma de Trento, que los libros apócrifos recibieron pleno reconocimiento canónico por la Iglesia Católica Romana.
NUEVO TESTAMENTO
El Nuevo Testamento (NT) está compuesto por veintisiete escritos redactados en griego durante los primeros tiempos de la iglesia cristiana, es decir, durante el periodo correspondiente, en líneas generales, a la segunda mitad del siglo I d.C. Estos escritos, de dimensiones y formas literarias muy diferentes, han sido considerados, desde su origen, como obras de autoridad religiosa superior a la de cualquier otro libro. De manera más o menos directa, nos hablan de Jesucristo, de su obra redentora y de las consecuencias de esa obra en los seres humanos. Sin embargo, las maneras concretas de exponer estos temas son muy variadas.
Al llamar a estos escritos "Nuevo Testamento", se hace referencia a la "alianza" o "pacto" sellado entre Dios y la humanidad.
Este uso tiene su origen en la convicción, expresada ya en textos como Lc 22.20; 2 Co 3.6 y Heb 9.15, de que por medio de Jesús, y especialmente con su muerte, se había sellado ese nuevo pacto o alianza que Dios había anunciado antiguamente (cf. Jer 31.31), y que sustituía al antiguo (cf. 2 Co 3.14; Heb 8.13).
En primer lugar se encuentran los cuatro evangelios (según San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan). Todos ellos narran los principales acontecimientos de la vida, la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús, interpretados desde el contexto particular de cada autor y de su respectiva comunidad.Después se encuentra el libro de los Hechos de los Apóstoles, que es continuación del Evangelio según San Lucas y se refiere a la difusión del mensaje cristiano durante los primeros años de vida de la iglesia.En seguida viene el grupo de las cartas, veintiuna en total. En primer lugar están trece cartas de Pablo; después siguen: una carta sin mención del autor (a los Hebreos), una carta de Santiago, dos de Pedro, tres de Juan y una de Judas. Muchas de estas cartas están dirigidas a comunidades o personas particulares; otras tienen un carácter más general.Finalmente está el libro del Apocalipsis, que en cierta manera se presenta también como una carta.
Debe tenerse en cuenta que esta colocación no corresponde al orden en que los libros fueron redactados y que en algunos manuscritos antiguos el orden es diferente.Estos escritos, como es natural, no formaban desde el principio una unidad literaria. Seguramente ya a fines del siglo I empezaron a reunirse (cf. 2 P 3.15–16), hasta constituir una sola colección (siglo II) y formar, junto con el AT, las Escrituras de la iglesia o la Biblia, es decir, "los libros" por excelencia.
La fijación exacta del número de libros del NT que se recibían con autoridad indiscutida (el llamado "canon"), fue un proceso que duró bastante tiempo, sobre todo cuando empezaron a aparecer numerosas obras que no representaban las enseñanzas auténticas de la iglesia (la llamada "literatura apócrifa"). Sobre algunos escritos, especialmente algunas cartas y el Apocalipsis, las discusiones se prolongaron por más tiempo. Puede afirmarse que en el siglo IV ya se fue haciendo general la lista o canon de escritos del NT que ahora se encuentran en las Biblias cristianas.
Para entender mejor los escritos del NT, es necesario tener en cuenta que nacieron en un ambiente histórico concreto y hablan de acontecimientos que sucedieron en un ambiente determinado.
Los libros del NT fueron escritos, con toda probabilidad, en rollos de papiro (algunos quizá de pergamino), más o menos largos, según la longitud del escrito. Sin embargo, ninguno de estos escritos ha llegado hasta nosotros en el autógrafo o manuscrito original. Lo mismo sucede, por lo demás, con toda la producción literaria de la antigüedad.
El texto del NT ha llegado hasta nosotros en copias manuscritas que se fueron haciendo en diversos lugares y en distintas épocas. Si prescindimos de algunos fragmentos muy pequeños, sin importancia para la reconstrucción del texto, las copias más antiguas del NT que se conservan son de alrededor del año 200 y provienen de Egipto. Estas copias ya tienen la forma de libros (códices). Otras copias posteriores (siglo IV en adelante) están hechas en pergamino (cuero de oveja, cabra o becerro), material más fino y duradero. Las condiciones del clima de Egipto, muy seco, son especialmente favorables para la conservación de manuscritos.
Son aún más numerosas las copias que se conservan de los siglos siguientes. El número total de manuscritos anteriores a la utilización de la imprenta en occidente, hechos en papiro o pergamino y que contienen todo o parte del NT, pasa de cinco mil. Si a esto añadimos las versiones antiguas, tales como las traducciones al latín, al siríaco, al copto y otras lenguas, hechas en los primeros siglos de la era cristiana, y los testimonios de los escritores antiguos (citas, alusiones, comentarios), el material que sirve para reconstruir el texto del NT es muy voluminoso.
Dado el número tan grande de testimonios y las limitaciones de toda obra humana, no es extraño que se presenten variantes en el texto de estos testigos tan diversos. Por eso existe toda una rama de la ciencia bíblica (la crítica textual), que se dedica al estudio de estos testimonios y a la reconstrucción del texto en su forma más primitiva posible.
El contexto históricoFuera de Palestina, la iglesia cristiana encontró en el imperio romano elementos que favorecieron su rápida propagación por el mundo pagano. La unidad política y cultural ofreció a los evangelizadores cristianos la posibilidad de predicar la buena noticia en la mayoría de las provincias y ciudades del imperio (cf. Ro 15.19,28; 1 P 1.1). Además, en un primer periodo, la religión cristiana gozaba de la misma tolerancia que se concedía a la religión judía. Así, no es de extrañar que en Ro 13.1–7; Tit 3.1 se refleje una valoración positiva de la autoridad del Estado.No obstante esto, la fe y la conducta característica de los cristianos no tardaron en llevar a conflictos muy agudos.
Las medidas que las autoridades romanas tomaron en algunas ocasiones contra los judíos tuvieron sus repercusiones también sobre los cristianos (cf. Hch 18.2). La obligatoriedad del culto oficial de Roma, que incluía un culto especial al emperador, inevitablemente llevó al enfrentamiento entre los cristianos y las autoridades romanas. La persecución de los cristianos por sus creencias y actitudes fue, en un principio, de carácter local y limitado. Después, sobre todo a partir del siglo II, se hizo más general y sistemática. Esta situación ya se refleja en textos como 1 P 4.12–16 y, sobre todo, en el Apocalipsis, donde el imperio romano aparece como el enemigo por excelencia de Cristo y de sus seguidores (Ap 13.7).
Contenido y finalidad del Nuevo Testamento
Como ya se ha dicho, el NT está centrado en la persona, en la historia y en la obra salvadora de Jesucristo. Este tema, por una parte, da unidad a los diversos libros que lo forman, y, por otra, lo distingue del Antiguo Testamento.
Jesús no redactó ninguno de los escritos del NT. Estos fueron redactados por aquellos que lo reconocieron como el Mesías, como la persona que Dios había escogido y enviado para realizar su obra de salvación en favor de la humanidad, y a quienes Dios llamó para comunicar a otros el testimonio de su fe.
El NT existe porque Jesús "mostró su gloria; y sus discípulos creyeron en él" (Jn 2.11). Aunque Jesús no fue reconocido por la mayor parte de su pueblo (cf. Jn 1.11), un grupo privilegiado fue testigo de sus acciones, de su muerte y de su resurrección. Jesús les envió el Espíritu, y así se cumplió lo que él les había dicho: "Cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra" (Hch 1.8).Ellos mismos, y los discípulos que fueron formando, sintieron la necesidad de comunicar a todos los pueblos la fe que profesaban y la esperanza que los animaba. Los que aceptaban este mensaje fueron constituyendo el nuevo pueblo de Dios, beneficiario de la nueva alianza que Dios había prometido hacer con los hombres, el nuevo pueblo al cual estaban llamados los hombres y mujeres de todas las naciones.El NT quiere expresar a todos, sin ambigüedades, quién es Jesús. Una manera de hacerlo es por medio de los títulos que le aplica.
El título con que más comúnmente el NT expresa su fe en Jesús es el de Cristo (Mesías, Ungido). Este título se relacionaba con las esperanzas del pueblo de Israel, pero se aplicó a Jesús con un contenido y un alcance nuevos.Títulos de significado semejante son los de Hijo de David y Rey. Según los evangelios, el título que Jesús prefería para referirse a su misión era el de Hijo del hombre, que, por una parte, expresaba su condición plenamente humana y, por otra, aludía a su carácter de Juez glorificado.Otro título muy usado en el NT es el de Señor.
Este título se aplicaba en el AT de preferencia a Dios, y fue la forma que sustituyó de ordinario al nombre de Yahvé; entre los griegos, se daba a los reyes y a los dioses. El NT lo usa para expresar la soberanía de Jesús resucitado.El título de Hijo de Dios se daba a veces al rey de Israel, como también lo daban los romanos al emperador. Pero para el NT, expresa lo que solamente se verifica con toda propiedad en Jesús: una relación única con Dios, como su Padre, y al mismo tiempo, el fundamento para que los que estén unidos a él por la fe puedan ser hijos de Dios y llamarse como tales.
Además de estos, que son los más comunes, el NT aplica a Jesús otros títulos, que el lector encontrará en los textos.
Pero la fe de la iglesia primitiva en Jesucristo no se expresa únicamente en los títulos que le atribuye. Con igual valor se expresa en la manera como describe su obra salvadora.
El NT proclama que Jesús, por su acción en la tierra, por su muerte y su resurrección, y por su presencia activa y continua en el mundo, ha hecho presente el poder y el amor salvador de Dios.
Esta obra se describe de diversas maneras, entre las cuales se encuentran expresiones como "salvar de los pecados", "dar su vida en rescate por una multitud", "liberar de la esclavitud del pecado", "reconciliar con Dios", y muchas más.
Esta obra salvadora de Dios por medio de Cristo -afirma el NT- realiza una transformación en la persona humana, exige un cambio de vida, pide una respuesta de fe, lleva a una vida de esperanza, crea una comunidad de hermanos, que se distingue por practicar la justicia y vivir en el amor.
El NT no pretende ser una legislación que sustituya a la ley de Moisés. Sin embargo, el cristiano encuentra en el NT los principios permanentes por los cuales puede regir su vida y su conducta. En diversos lugares, el NT los sintetiza en la ley del amor (cf. Mt 22.34–40 y paralelos; Jn 13.34–35; Ro 13.8–10).
QUMRAN
Grutas en las montañas adyacentes, en las cuales fueron encontrados los manuscritos
Vista general de las ruinas
Interior de la gruta N° 4 en la cual fueron encontrados algunos manuscritos
Vasijas con manuscritos
Parte de los textos detallados en "Un poco de Historia" fueron obtenidos de: - La Biblia de Estudio "Dios Habla Hoy", edición interconfesional, Sociedades Bíblicas Unidas, 1994. - "Evidencia que Exige un Veredicto" - Josh McDowell - Editorial Vida. - Fotografías de "Mi Visita a la Tierra de la Biblia" - Hiromi Shinobu. En caso de vulnerar accidentalmente derechos de autor, serán removidos en forma inmediata.